El pasado 18 de abril, Núñez Feijóo tomó posesión como nuevo presidente de la Xunta. La política absolutamente continuista que el bipartito llevó acabo en Galiza, provocó que la derecha recuperase el gobierno tan sólo tres años y medio después de haberlo perdido.
Feijóo expuso alguno de los ejes de la política de su gobierno, y aunque ocultó aspectos centrales de su programa e intentó transmitir una imagen conciliadora y de derecha civilizada, anunció alguna perla: recorte del presupuesto, derogación del decreto del gallego en la educación (que fija en un 50% el número de materias que han de impartirse en gallego) y educar "a los más jóvenes en el respeto a la auctoritas". La derecha es la derecha aunque intente sonreir.
La patronal gallega no ha ocultado su alegría ante la victoria del PP y se ha apresurado a exigir a "los suyos" el cumplimiento íntegro de su programa: congelación salarial, eliminación del visto bueno de la administración a los Expedientes de Regulación de Empleo, herramientas que permitan a las empresas recortar los sueldos a sus empleados y una nueva ley de huelga para "acabar con la imagen de conflictividad laboral de Galicia y, en especial, de Vigo"1.
Asamblea Extraordinaria del BNG
En medio de la mayor crisis económica en 80 años, con una Xunta de derechas y una patronal a la ofensiva, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) celebrará una Asamblea Nacional para elegir una nueva dirección e intentar salir de la crisis en la que se encuentra.
La expresión más palpable de su crisis es la fortísima pérdida de apoyo entre los jóvenes y los trabajadores de las ciudades. En concreto, el BNG ha perdido el 50% de votos urbanos desde 1997.
El acentuado giro a la derecha emprendido por la dirección provocó que "en todos estos años la dirección nacionalista no logró ganar el apoyo de la burguesía y la pequeña burguesía, pero sí espantó a una parte decisiva del voto obrero y joven que había logrado ganarle al PSOE en los años anteriores"2.
Algunos dirigentes del Bloque han llegado a conclusiones similares. Así, Martiño Noriega, alcalde de Teo por el BNG afirma que "El BNG hizo una apuesta por dirigirse a segmentos desideologizados de la sociedad, descuidando a veces a los que eran afines. Se pensó que el apoyo a recibir iba a ser mucho mayor, pero al final esos segmentos siguieron votando mayoritariamente al PP y los que nos apoyaban a nosotros decidieron quedarse en casa". Noriega, correctamente, percibe la falta de cambios bajo el bipartito: "Por ejemplo, yo soy médico, y no creo que hubiese un cambio grande en el ámbito de la sanidad. Tenía que haber una ruptura mayor con el pasado"3.
Desafortunadamente, este tipo de análisis son minoritarios entre la dirección del BNG. La posición dominante sigue siendo la de que el retroceso electoral de la organización nacionalista se debió a problemas de comunicación a la hora de transmitir los logros del Bloque en la Xunta. Por ese camino será difícil enmendar errores.
Alta participación
de los militantes
El BNG celebrará su asamblea extraordinaria el próximo 10 de mayo. La elección por comarcas de los delegados al mismo está provocando una elevada participación de la militancia, reflejando la preocupación de la base por el futuro de su organización.
Las listas de delegados elegidos en las comarcas dan una abrumadora mayoría a los sectores que hasta ahora han detentado la dirección del Bloque: la UPG (partido mayoritario y que se reclama comunista) y Máis BNG (que integra a los partidarios del ex portavoz nacional, Anxo Quintana). Estas dos listas tendrán en torno a un 80% de delegados en el congreso. Tanto el candidato de la UPG (Guillerme Vázquez) como el de Máis BNG (Carlos Aymerich, actual portavoz parlamentario del BNG) representan, aparentemente, el continuismo.
La tercera lista de delegados más votada es la que encabeza el ex dirigente Xose Manuel Beiras, que, aun siendo percibido como un candidato más combativo que los que promueve la UPG y los quintanistas, basa su programa en la democracia interna y no tanto en la necesidad de un profundo giro a la izquierda. En último lugar, pequeñas organizaciones dentro del BNG arañarán también algunos delegados al congreso que, como en el caso de Movemento galego ao Socialismo, aun sin apostar por una alternativa nítidamente socialista, sí enfatizan en la necesidad de un giro a la izquierda.
¡Por una alternativa socialista para resolver los problemas de los trabajadores!
La crisis económica continúa profundizándose. En Galiza, el desempleo supera ya las 211.000 personas. Todos los indicadores presentan caídas históricas: creación de empresas, visados de nueva vivienda, producción industrial... La crisis empieza a tener efectos sociales dramáticos: "El presidente de Cáritas Interparroquial en A Coruña, Vicente Iglesias, alertó ayer de que el número de indigentes en A Coruña se cuadruplicó en los meses de invierno a causa del aumento del desempleo por la crisis. Iglesias explicó que están desbordados por la afluencia de trabajadores parados, provenientes de los sectores de la construcción y el mar. El perfil no tiene nada que ver con los atendidos antes de la crisis"4.
Esta es la situación a la que se enfrenta la clase trabajadora gallega, la del conjunto del Estado y a nivel internacional. Y la crisis no hará sino profundizarse en los próximos meses e incluso años.
El capitalismo no tiene nada que ofrecer a los trabajadores, ni en Galiza ni en ningún rincón del mundo. Esta idea empieza a abrirse camino en la mente de amplios sectores de las masas. Lo que necesita nuestra clase es un programa genuinamente socialista por el que luchar. Un programa que defienda la expropiación sin indemnización de los grandes capitalistas, para que sea el conjunto de la clase trabajadora y la juventud los que planifiquemos democráticamente el uso de los medios de producción. Los recursos para garantizar a toda la población una vida digna existen sobradamente. Pero para que sean utilizados en la resolución de nuestros problemas hay que arrebatárselos a la burguesía. Hoy este programa conecta de una forma mucho mayor con la clase obrera que hace apenas unos años. Los jóvenes y los trabajadores que militan en el BNG deben luchar por este programa en el seno de su organización. Esa alternativa conquistará, en los próximos años, la mente de los obreros gallegos y del resto del planeta.
1. El País (suplemento Galicia), 27/3/2009. Declaraciones del presidente del Círculo de Empresarios de Galicia.
2. El Militante, número 226 (abril de 2009).
3. Entrevista publicada en La Voz de Galicia, 24/3/2009.
4. El País (suplemento Galicia), 26/3/2009.
Feijóo expuso alguno de los ejes de la política de su gobierno, y aunque ocultó aspectos centrales de su programa e intentó transmitir una imagen conciliadora y de derecha civilizada, anunció alguna perla: recorte del presupuesto, derogación del decreto del gallego en la educación (que fija en un 50% el número de materias que han de impartirse en gallego) y educar "a los más jóvenes en el respeto a la auctoritas". La derecha es la derecha aunque intente sonreir.
La patronal gallega no ha ocultado su alegría ante la victoria del PP y se ha apresurado a exigir a "los suyos" el cumplimiento íntegro de su programa: congelación salarial, eliminación del visto bueno de la administración a los Expedientes de Regulación de Empleo, herramientas que permitan a las empresas recortar los sueldos a sus empleados y una nueva ley de huelga para "acabar con la imagen de conflictividad laboral de Galicia y, en especial, de Vigo"1.
Asamblea Extraordinaria del BNG
En medio de la mayor crisis económica en 80 años, con una Xunta de derechas y una patronal a la ofensiva, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) celebrará una Asamblea Nacional para elegir una nueva dirección e intentar salir de la crisis en la que se encuentra.
La expresión más palpable de su crisis es la fortísima pérdida de apoyo entre los jóvenes y los trabajadores de las ciudades. En concreto, el BNG ha perdido el 50% de votos urbanos desde 1997.
El acentuado giro a la derecha emprendido por la dirección provocó que "en todos estos años la dirección nacionalista no logró ganar el apoyo de la burguesía y la pequeña burguesía, pero sí espantó a una parte decisiva del voto obrero y joven que había logrado ganarle al PSOE en los años anteriores"2.
Algunos dirigentes del Bloque han llegado a conclusiones similares. Así, Martiño Noriega, alcalde de Teo por el BNG afirma que "El BNG hizo una apuesta por dirigirse a segmentos desideologizados de la sociedad, descuidando a veces a los que eran afines. Se pensó que el apoyo a recibir iba a ser mucho mayor, pero al final esos segmentos siguieron votando mayoritariamente al PP y los que nos apoyaban a nosotros decidieron quedarse en casa". Noriega, correctamente, percibe la falta de cambios bajo el bipartito: "Por ejemplo, yo soy médico, y no creo que hubiese un cambio grande en el ámbito de la sanidad. Tenía que haber una ruptura mayor con el pasado"3.
Desafortunadamente, este tipo de análisis son minoritarios entre la dirección del BNG. La posición dominante sigue siendo la de que el retroceso electoral de la organización nacionalista se debió a problemas de comunicación a la hora de transmitir los logros del Bloque en la Xunta. Por ese camino será difícil enmendar errores.
Alta participación
de los militantes
El BNG celebrará su asamblea extraordinaria el próximo 10 de mayo. La elección por comarcas de los delegados al mismo está provocando una elevada participación de la militancia, reflejando la preocupación de la base por el futuro de su organización.
Las listas de delegados elegidos en las comarcas dan una abrumadora mayoría a los sectores que hasta ahora han detentado la dirección del Bloque: la UPG (partido mayoritario y que se reclama comunista) y Máis BNG (que integra a los partidarios del ex portavoz nacional, Anxo Quintana). Estas dos listas tendrán en torno a un 80% de delegados en el congreso. Tanto el candidato de la UPG (Guillerme Vázquez) como el de Máis BNG (Carlos Aymerich, actual portavoz parlamentario del BNG) representan, aparentemente, el continuismo.
La tercera lista de delegados más votada es la que encabeza el ex dirigente Xose Manuel Beiras, que, aun siendo percibido como un candidato más combativo que los que promueve la UPG y los quintanistas, basa su programa en la democracia interna y no tanto en la necesidad de un profundo giro a la izquierda. En último lugar, pequeñas organizaciones dentro del BNG arañarán también algunos delegados al congreso que, como en el caso de Movemento galego ao Socialismo, aun sin apostar por una alternativa nítidamente socialista, sí enfatizan en la necesidad de un giro a la izquierda.
¡Por una alternativa socialista para resolver los problemas de los trabajadores!
La crisis económica continúa profundizándose. En Galiza, el desempleo supera ya las 211.000 personas. Todos los indicadores presentan caídas históricas: creación de empresas, visados de nueva vivienda, producción industrial... La crisis empieza a tener efectos sociales dramáticos: "El presidente de Cáritas Interparroquial en A Coruña, Vicente Iglesias, alertó ayer de que el número de indigentes en A Coruña se cuadruplicó en los meses de invierno a causa del aumento del desempleo por la crisis. Iglesias explicó que están desbordados por la afluencia de trabajadores parados, provenientes de los sectores de la construcción y el mar. El perfil no tiene nada que ver con los atendidos antes de la crisis"4.
Esta es la situación a la que se enfrenta la clase trabajadora gallega, la del conjunto del Estado y a nivel internacional. Y la crisis no hará sino profundizarse en los próximos meses e incluso años.
El capitalismo no tiene nada que ofrecer a los trabajadores, ni en Galiza ni en ningún rincón del mundo. Esta idea empieza a abrirse camino en la mente de amplios sectores de las masas. Lo que necesita nuestra clase es un programa genuinamente socialista por el que luchar. Un programa que defienda la expropiación sin indemnización de los grandes capitalistas, para que sea el conjunto de la clase trabajadora y la juventud los que planifiquemos democráticamente el uso de los medios de producción. Los recursos para garantizar a toda la población una vida digna existen sobradamente. Pero para que sean utilizados en la resolución de nuestros problemas hay que arrebatárselos a la burguesía. Hoy este programa conecta de una forma mucho mayor con la clase obrera que hace apenas unos años. Los jóvenes y los trabajadores que militan en el BNG deben luchar por este programa en el seno de su organización. Esa alternativa conquistará, en los próximos años, la mente de los obreros gallegos y del resto del planeta.
1. El País (suplemento Galicia), 27/3/2009. Declaraciones del presidente del Círculo de Empresarios de Galicia.
2. El Militante, número 226 (abril de 2009).
3. Entrevista publicada en La Voz de Galicia, 24/3/2009.
4. El País (suplemento Galicia), 26/3/2009.