Veamos quiénes son algunos de los máximos representantes del gobierno valenciano del PP. En primer lugar, como president, contamos con Francesc Camps, actualmente imputado por haber recibido trajes (por un valor aproximado de 13.000 euros) pagados por la red corrupta que encabeza el empresario Francisco Correa, actualmente en prisión, y en la que están implicados dirigentes del PP. Por supuesto, todavía está lejos de igualar los niveles de corrupción alcanzados por su predecesor en el cargo Eduardo Zaplana (recordemos el "nos vamos a forrar" o el caso del fraude de las facturas de Terra Mítica).
Podemos continuar con Carlos Fabra, actual president de la Diputación de Castelló. Imputado por nueve delitos de corrupción, recientemente ha editado con dinero público un libro del coronel José Luis Lapeña Carrasco. El libro niega que Franco llegara al poder por un golpe militar y defiende su dictadura como "un régimen de justicia, paz, orden y armonía para todos los españoles".
Otro ejemplo del carácter del PP valenciano lo tenemos en Alfons Rus (más conocido como BelRUSconi), presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xàtiva, quien al día siguiente de la huelga educativa llamó "sinvergüenzas" y "gilipollas" a los profesores que dicen aleshores y gairebé (léxico del valenciano normativo) y animó a "rematarlos". El que el juzgado de instrucción de Xàtiva haya admitido a trámite la denuncia presentada por Escola Valenciana es fruto del apoyo y dimensión social que la lucha educativa está recibiendo desde su inicio y no del carácter democrático de la justicia burguesa.