Hace ya 2 años que los obreros de DELPHI y sus familias iniciaron una dura batalla en  defensa de sus puestos de trabajo. Arrastraron la solidaridad del conjunto de la clase trabajadoras de la Bahía y de la provincia, dando una lección irreprochable de cómo se defiende el empleo.

 

Hace ya 2 años que los obreros de DELPHI y sus familias iniciaron una dura batalla en  defensa de sus puestos de trabajo. Arrastraron la solidaridad del conjunto de la clase trabajadoras de la Bahía y de la provincia, dando una lección irreprochable de cómo se defiende el empleo.

A pesar de que el acuerdo firmado por los dirigentes sindicales y la Junta supuso la perdida de empleo y cierre de la factoría, el Gobierno central y el andaluz adquirieron el compromiso de garantizar a los trabajadores de Delphi un puesto de trabajo de calidad. A las familias trabajadoras nunca se nos regala nada y, por supuesto, este compromiso no fue ningún regalo de nadie. Fue fruto de la movilización conjunta de la plantilla, las mujeres, estudiantes y la clase obrera gaditana. Como tal debemos defenderlo.

En muchos casos  la crisis se ha convertido en la excusa ideal para despedir a trabajadores y mermar sus condiciones de trabajo, no ya para evitar la quiebra, sino para mantener beneficios o como argumento para empeorar las condiciones laborales aún más si cabe. Incluso mientras duró el boom económico las familias trabajadoras apenas recibíamos migajas y las condiciones laborales seguían empeorando.

Ahora nos quieren hacer cargar con todo el peso de una crisis que no hemos provocado nosotros y si aquellos que abogan por que la solución pase por apretarnos el cinturón. La única manera de evitar más retrocesos en nuestras condiciones de vida es enfrentar los recortes mediante la organización y la movilización. Por eso el ejemplo de lucha que estáis dando por el cumplimiento de los compromisos de la Junta es tan importante. Cada victoria, cada avance en cada fábrica o colectivo obrero, se convierte en un referente y en una ayuda para todos.  Hasta ahora, la Junta de Andalucía no ha cumplido sus promesas. ¿Recolocaciones? No ha habido, ni han llegado esas esperadas empresas que garantizasen el empleo en las condiciones prometidas, solo palabras y más palabras. En la memoria quedan las palabras de Manuel Chaves recalcando los acuerdos con ¡hasta 10 empresas! Ante este  incumplimiento, cientos de obreros habéis empezado a responder de manera valiente por la vía de la organización y la movilización.

Miembros del antiguo Comité de Empresa y las direcciones sindicales mantienen negociaciones  con la Junta. Es mucho lo que hay en juego y la experiencia enseña que serán muchas las presiones para intentar que los trabajadores aceptéis un acuerdo a la baja.

Importancia de la asamblea

La mejor manera de resistir y avanzar hasta conseguir lo prometido es garantizar que cada paso en la negociación y en la movilización sea debatido y acordado en una asamblea de todos los trabajadores afectados. De esta manera se mantiene la unidad de todos los afectados y su confianza en la lucha, lo que significa más fuerza a la hora de negociar. La asamblea es la mejor garantía de que las decisiones que se adopten corresponden con los intereses de la antigua plantilla y sus familias, que saben bien que es mucho lo que está en juego. Los trabajadores conocemos las ventajas de las asambleas pues estos métodos son nuestros.

Si la lucha por el cumplimiento de las promesas de la Junta fuera acompañada por asambleas y organizada a través de éstas, se podría mantener informado en todo momento a los trabajadores afectados del estado y contenido de las negociaciones. Además, sometiendo a votación cada acuerdo que se proponga en las mesas de negociación, podrá asegurarse que cada detalle sea realmente conocido y aceptado (o no) por el conjunto. A través de la asamblea también podría asegurarse que aquellos que representan a los trabajadores en las negociaciones con la Junta de Andalucía han sido elegidos por los mismos trabajadores.

Hasta el momento las reuniones en los despachos han sido presenciadas solo por miembros del antiguo comité de empresa junto con las direcciones sindicales: negociaciones poco transparentes que no han traído avances, más bien lo contrario.

Por ello, es necesario que la asamblea de trabajadores elija a nuevos compañeros (afiliados o no a los sindicatos) para que formen un comité de lucha que represente a la asamblea y que también esté presente, igual que los dirigentes sindicales, en las reuniones con la Junta. Un comité de lucha que no admita precariedad laboral y exija el cumplimiento de los acuerdos de hace dos años.

La lucha obrera debe de estar en manos de los trabajadores y no sustituida por la negociación secreta y burocrática de despacho.

Unidad vs. la santa alianza

¿Están los trabajadores de Delphi solos en esta lucha? Se ha intentado de muchas maneras aislarles para dividirlos y doblegarlos. Es decir, hay una santa alianza entre gobernantes, medios de comunicación y patronal para seguir vertiendo toneladas de  mentiras igual que se ha hecho durante dos años. Una  muy sucia campaña mediática. Lamentablemente ninguna respuesta  seria ha venido desde los dirigentes sindicales y el ex comité de empresa.

Pero los trabajadores de Delphi no estáis solos. Tenéis muchos aliados potenciales. Muchos otros colectivos están sufriendo EREs, despidos, ataques e incumplimientos. La clave de esta lucha está, además de la asamblea, en su extensión al resto de la clase obrera a la que podemos llegar.

Un ejemplo claro: MINEROS de BOLIDEN en Sevilla. Este combativo colectivo y sus familias tienen un problema idéntico. La Junta no cumple lo firmado y al contrario quiere dividirlos en contratas sin derechos y sin perspectivas laborales, en condiciones vergonzosas. Los mineros también sufren una campaña diaria de mentiras y auténtica desinformación. Y lo que quieren es trabajar. Igual que todo vosotros.

La fuerza de nuestra clase está en la unidad. Cuanto antes se unifique esta lucha con la de los mineros, que es la misma, más fuertes seremos, y en la calle codo a codo vamos a derrotar la campaña de mentiras y forzar de una vez a la Junta a cumplir lo firmado.

La patronal y los adversarios de los trabajadores tiemblan ante la simple idea de que las luchas se unifiquen. La unidad con los mineros podría ser el principio de la victoria de esta lucha obrera, y también un ejemplo a seguir para el resto de la clase y la juventud. La clase trabajadora, a pesar de todas las dificultades, ha trazado muchas veces el camino del éxito. Los trabajadores de Delphi y los mineros de Boliden, sus familias, han protagonizado en estas tierras ejemplos histórico de cómo se lucha, algo que nadie podrá borrar ni ensuciar. Hoy se puede ganar y lanzar un mensaje de esperanza al resto de trabajadores.

            

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