Aunque en la historia oficial se resalte el apoyo de una parte de los navarros a la sublevación franquista contra la República, hay que recordar que el general Mola lo pudo hacer implantando el terror por toda Navarra en los primeros meses del golpe, terror que se saldó con más de 3.000 asesinados y con lugares emblemáticos de la represión y del trabajo de los esclavos del franquismo.
Aunque en la historia oficial se resalte el apoyo de una parte de los navarros a la sublevación franquista contra la República, hay que recordar que el general Mola lo pudo hacer implantando el terror por toda Navarra en los primeros meses del golpe, terror que se saldó con más de 3.000 asesinados y con lugares emblemáticos de la represión y del trabajo de los esclavos del franquismo.
En los últimos meses se están produciendo ataques fascistas contra la memoria histórica, contra locales supuestamente relacionados con la izquierda abertzale y también contra personas. Estos ataques se han recrudecido durante el mes de agosto aprovechando la agudización de la campaña contra los derechos democráticos en Euskal Herria, que llega a la prohibición de tener fotos de presos en los bares o la más esperpéntica de prohibir campeonatos de mus y fútbol 7 porque, según los jueces, los organizan el entorno de ETA.
Los ataques más brutales han sido los perpetrados contra el monolito erigido en el monte Ezkaba en recuerdo y homenaje a los fugados del fuerte de San Cristóbal el 22 de mayo de 1938, y contra la placa que homenajea en el cementerio de Aizoáin a los republicanos fusilados en la guerra civil. Pero también se han producido en el monolito que recuerda en el valle de Baztán a los esclavos del franquismo, etc.
La conocida retahíla de la derecha española de que hay que pasar página sobre lo acontecido en la guerra civil y en la represión franquista sólo pone en evidencia su cinismo. Lo que ellos pretenden es que no se les recuerden sus crímenes contra los trabajadores que luchaban por una sociedad mejor.
El monolito del monte Ezkaba fue inaugurado en 1988 con motivo del 50 aniversario de la fuga y ésta es la tercera ocasión en la que es atacado. En aquella fuga en la que participaron 795 presos republicanos resultaron muertos a tiros 221 de ellos. Por lo tanto el fuerte y el monte San Cristóbal son un lugar especial en el marco de la memoria histórica en Navarra.
El monolito, de piedra y de un grosor a tener en cuenta, está roto en cinco pedazos. A parte de los golpes, los autores de los destrozos realizaron varias pintadas en las que se podía leer "Arriba España", "Cristo Rey" y el yugo y las flechas características de la Falange.
En el cementerio de Aizoáin el panorama es similar. Al entrar, en la pared de la derecha hay un rótulo en homenaje a las "víctimas de la represión franquista en el Fuerte de San Cristóbal". Esa es la pared en la que han aparecido más pintadas y, aparte, la placa estaba partida prácticamente por la mitad.
Además, en el suelo junto a la pared, han puesto una placa traída desde la carretera de Vidángoz, Roncal y pintada con los colores de la bandera española. Esta carretera fue construida por 2.000 prisioneros tras la Guerra Civil y la plancha era un homenaje a ellos.
La escultura Bidegabeko Bidea (El Camino de la Injusticia) que se levantó en la carretera de Irurita a Eugi en Baztán en recuerdo de los esclavos del franquismo que la construyeron entre los años 1939 y 1941 fue objeto de un atentado apenas doce horas después de haber sido inaugurada. La estatua amaneció ayer llena de pintadas, con vivas a Cristo Rey, alabando el alzamiento fascista y amenazando a los rojos y a vecinos de Baztán, además de causar varios destrozos.
También han sido objeto de pintadas amenazantes los bares de Pamplona a los que se les expedientó y amenazó con el cierre por tener fotos de presos en la pared. Lo mismo ha sucedido en otros lugares de Navarra y todos llevan la misma firma, la de Falange.
La nula persecución de los grupos fascistas hace que se estén envalentonando y, aprovechando el recorte de los derechos democráticos en Euskal Herria, salgan a la calle a recordarnos que los herederos ideológicos del franquismo están presentes y que si les dejamos van a seguir actuando.
LAB, en una rueda de prensa planteó que habría que hacer algo, pero en estos casos no se puede actuar con tibieza. No basta con condenar los hechos como han hecho PSN, IU, NaBai, UGT y CCOO, hay que movilizarse contra los fascistas.
Sabemos que la derecha no va a estar por la labor, el PP de Navarra no ha condenado estos ataques, pero la izquierda debe responder con contundencia y rapidez o si no más adelante será tarde.