Hay que organizar una intensa campaña para extender la lucha
La dirección de Ford pretende despedir a 600 trabajadores, pagando además sólo 20 días por año trabajado. Un año de expedientes temporales (cuatro EREs) no han servido para blindar el futuro de la plantilla (ni siquiera de la factoría), sino sólo para debilitarla y animar a la empresa a nuevos ataques.
Hay que organizar una intensa campaña para extender la lucha
La dirección de Ford pretende despedir a 600 trabajadores, pagando además sólo 20 días por año trabajado. Un año de expedientes temporales (cuatro EREs) no han servido para blindar el futuro de la plantilla (ni siquiera de la factoría), sino sólo para debilitarla y animar a la empresa a nuevos ataques. ¡Compañeros, éste es el momento de la lucha! Hemos de tener claro que este grave ataque no es un farol, va en serio. Y el tiempo corre en contra: quieren que los despidos sean efectivos en enero.
Los capitalistas de Ford se escudan en la crisis automovilística y económica mundial. Es cierto que el sector sufre como ningún otro la caída en el consumo de las familias. Pero también es cierto que Ford es la marca que mejor resiste, arrebatando mercado al resto e incluso, en el segundo trimestre, obteniendo beneficios tanto en Europa (187 millones de euros) como en Estados Unidos (con respecto al año anterior). En todo caso, si los señores capitalistas no tienen tantos beneficios como consideran que se merecen, no es el problema de la plantilla. ¡Que recorten los fabulosos salarios y primas de los directivos, o que recorten sus beneficios! Los trabajadores no somos los causantes de la crisis de su sistema, el capitalismo, pero quieren que la paguemos nosotros. Y que las víctimas sean 600 compañeros; después de chupar su plusvalía durante años, echarlos como kleenex sucios. Así funciona este sistema, por eso es tan necesario cambiarlo.
La convocatoria de esta asamblea y la propuesta de un paro de 24 horas y de una manifestación en Valencia es un enorme paso adelante. Creemos que éste es el camino correcto. A la vez, hay que ser consciente de que ése no va a ser el final de la lucha, sino el principio. Doblegar a toda una multinacional sólo será posible con un plan sostenido de movilizaciones, de menos a más, y creando un clima social de oposición que vaya mucho más allá de la verja de la factoría. CCOO, CGT y STM tienen la responsabilidad en ese sentido. En esta línea hacemos varias propuestas a la asamblea.
Propuestas para extender la lucha
La clave es extender la lucha. Estamos hablando de la principal fábrica valenciana, de la que dependen muchos miles de empleos. Levantemos la bandera de la defensa del empleo, ¡ni un ERE más, ni un despido más! Proponemos:
* Una campaña intensiva en el parque Juan Carlos I. Todo el polígono debe ser una piña. Hay que promover asambleas en cada empresa y convocar paro para el mismo día.
* Buscar la solidaridad en las principales empresas valencianas (especialmente, las que tienen conflicto), en los barrios obreros, organizando asambleas, charlas, etc. Poner en pie a la población obrera, harta de pagar la crisis con paro y destrucción de empleo. Hace falta presionar a CCOO y UGT para organizar una movilización masiva y conjunta en todo el País Valenciano, con la perspectiva de una huelga general de 24 horas. ¡Ya basta de que la Generalitat apruebe ERE tras ERE al gusto de los empresarios!
* Contactar con los trabajadores de Opel en Zaragoza, que están organizando movilizaciones contra el despido de 1.700 de ellos. Así mismo, contactar con las grandes empresas del sector, también con despidos (Nissan, Renault...). Organizar un paro de toda la automoción.
* En la misma línea, coordinarse con las otras factorías de Ford, especialmente las que también sufren despidos: las de Rusia, Inglaterra y Bélgica.
Ocupar la fábrica y pedir su nacionalización
Un factor decisivo en la situación es el papel de la dirección de UGT-Ford. Es evidente que su política sindical es en gran medida responsable de este grave ataque. Durante años ha justificado a la dirección de la empresa, ha aceptado más y más sacrificios (como su propuesta de convenio) y, en estos momentos en que la unidad de la plantilla es indispensable, se niega a la unidad de acción y a movilizar. Desde nuestro punto de vista sería un error grave no diferenciar entre los dirigentes ugetistas y los afiliados. Hay que convencer uno a uno a éstos de que participen en las asambleas y movilizaciones, ¡es también su lucha!, y de que presionen a sus propios dirigentes.
Para organizar todas estas tareas lo mejor sería elegir un comité de huelga y que éste convoque regularmente asamblea para decidir entre todos.
Por último, pensamos que antes de que haya un solo despido se debería ocupar la factoría y exigir al Gobierno que la nacionalice bajo el control de los trabajadores, sin indemnización (bastante han cobrado ya los señores capitalistas a través de millonarias subvenciones). Tomemos el ejemplo de los compañeros de las tres factorías (dos británicas, una irlandesa) de Visteon, empresa de componentes de Ford, que fueron ocupadas para evitar 600 despidos.
Son muchas las tareas por delante, pero también es mucho lo que nos jugamos. El papel de cada trabajador es participar y decidir en las asambleas, luchar y presionar a los dirigentes de los sindicatos de clase para que, en este momento tan decisivo, estén a la altura de las circunstancias.
Qué es El Militante
El Militante es un periódico obrero que lleva 33 años
publicándose, mes tras mes, y autofinanciándose. En él escriben sindicalistas y
trabajadores de CCOO, UGT, CGT, el Sindicato de Obreros del Campo, el Sindicato
de Estudiantes, etc. El Militante es también parte de la Corriente Marxista
Internacional, una organización de trabajadores y estudiantes de todo el mundo
que luchamos por el auténtico socialismo, por superar este sistema al servicio
de unos pocos y sustituirlo por otro donde la producción y las riquezas se
pongan al servicio de las necesidades humanas, a través del control democrático
de la clase obrera, que es la mayoría de la humanidad y la única clase que
produce riqueza. En Valencia nuestra sede es el Casal Roig, Arquitecte Arnau 19
bajo (barrio de Benimaclet, Valencia), nuestro teléfono 96-133 91 20 y el
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Militant-El Militante
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