En torno a dos centenares de delegados de todo el Estado de la corriente Izquierda Socialista, nos reunimos en la sede del PSOE en Ferraz (Madrid) los días 3 y 4 de Octubre, en unas Jornadas Federales de debate: "Crisis global: Respuestas desde la izquierda". En la primera sesión se discutió: "La crisis, la empresa y el mundo del trabajo"; en la segunda "Sujetos y medios para salir de la crisis"; y en la tercera "Políticas para una nueva economía".
En torno a dos centenares de delegados de todo el Estado de la corriente Izquierda Socialista, nos reunimos en la sede del PSOE en Ferraz (Madrid) los días 3 y 4 de Octubre, en unas Jornadas Federales de debate: "Crisis global: Respuestas desde la izquierda". En la primera sesión se discutió: "La crisis, la empresa y el mundo del trabajo"; en la segunda "Sujetos y medios para salir de la crisis"; y en la tercera "Políticas para una nueva economía".
Aportamos un breve informe de algunas de las ideas desarrolladas, principalmente sobre la necesidad de un giro social en la política del partido. Se dijo, entre otras cosas, que "hay una crisis profunda de desigualdad (...) El endeudamiento ha sustituido a las rentas hasta que la burbuja ha estallado. El sistema ha llegado al límite de sus contradicciones. El mercado se ha convertido en "gendarme" de los gobiernos y sanciona a los gobiernos que no les gustan. La crisis que empezó en el verano de 2007 es la más grave desde los años treinta. Como decía Marx, el estado está al servicio de la clase dominante". Uno de los compañeros que intervino señaló: "si se lee a Marx y no te lo dicen, parece que lo que ha escrito ese señor lo escribió ayer".
Se profundizó en el análisis de la naturaleza de la crisis, ¿coyuntural o estructural?. La inmensa mayoría se posicionó en que esta es una crisis estructural de enorme calado y que "las inyecciones de liquidez han servido para poco". Se explicó las enormes tensiones en líneas proteccionistas que abocan a los Estados a guerras comerciales. Otro dato que se dio es que "la mitad del crédito financiero viene de paraísos fiscales". Se habló de los desequilibrios monetarios y comerciales, de los déficits, indicándose que "España es el tercer país del mundo con mayor déficit de la balanza comercial" y que  "en 2007 recibió el 10% del ahorro mundial". También se denunció la desigualdad social creciente: "Los pobres son más y más pobres y los ricos más ricos, habiendo crecido desaforadamente las desigualdades (...) Es una obscenidad la jubilación del alto cargo del BBVA, Goirigolzarri, que representa más de un millón y medio de las antiguas pesetas diario (...) En los quince países más desarrollados se han perdido más de diez puntos de rentas del trabajo, en relación al PIB, que se han financiado a base de créditos".  

Fracaso del reformismo sin reformas

Esta recesión está arrebatando a las masas las condiciones de vida favorables que se habían conquistado en el pasado. Las viejas ideas sobre que el capitalismo iba a dar soluciones a los problemas sociales y económicos han fracasado. La juventud, la clase trabajadora están más explotadas que nunca, más endeudadas y con un futuro desolador bajo el sistema capitalista. Todo esto da la razón a los que, contra viento y marea, hemos venido luchando en contra de todas las presiones de clases ajenas, de los que hemos combatido a quienes nos decían que se habían superado las crisis capitalistas y que el socialismo ya no era necesario.
Hoy más que nunca seguimos manteniendo la necesidad de volver a los clásicos del marxismo, para rearmar ideológicamente a nuestro partido sobre la base del materialismo dialéctico, dotándonos de un mayor contenido socialista, exigiendo más democracia, más participación y más acción, tanto en el seno del partido como en la sociedad.
El giro a la izquierda en el partido se hace muy necesario. Lo que está fracasando no es el Socialismo, como hace creer el PP con su propaganda. Lo que está fracasando es el propio sistema capitalista, que está degenerado y corrupto hasta los tuétanos, y sobre todo está fracasando el intento de la dirección del PSOE de aplicar un "reformismo sin reformas" sociales profundas. Esta crisis está incrementando el grado de malestar entre las masas. Los ataques de la patronal a los intereses de los trabajadores hacen que los salarios reales disminuyan. Esa política de recortes es la que aplicaría el PP y su brazo económico que es la CEOE y la banca -en Santa Alianza con su poder ideológico, la derecha vaticana que está movilizando de nuevo contra el PSOE, sacando a la calle a su ejército pancartero de las sotanas-. El PP tiene su techo, y no es que pueda ganar las próximas elecciones, sino que el PSOE las puede perder si no derrotamos entre toda la izquierda a la abstención. Para ello, es preciso que el partido ofrezca y defienda un auténtico programa de izquierdas mediante la lucha y la movilización la clase obrera, que rompa con el modelo capitalista y ponga las bases para empezar a construir una nueva sociedad: el socialismo.

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