Felguera Construcciones Metálicas, la filial de Duro Felguera despedía recientemente a un delegado del comité de empresa de CCOO, Pablo Lopez Barroso, que en los últimos años se había destacado por su implicación en las tareas sindicales. Entrevistamos a este compañero para dar a conocer su versión de los hechos, y mostrarle nuestra solidaridad.

Felguera Construcciones Metálicas, la filial de Duro Felguera despedía recientemente a un delegado del comité de empresa de CCOO, Pablo Lopez Barroso, que en los últimos años se había destacado por su implicación en las tareas sindicales. Entrevistamos a este compañero para dar a conocer su versión de los hechos, y mostrarle nuestra solidaridad.

EM: ¿Cómo argumenta la empresa tu despido?

Pablo López: Estaba de baja por fibromialgia. Cuando concluí el año, me mandaron a un tribunal médico de la Seguridad Social, el cual me concedió una prórroga de seis meses. A los 2 meses de esta prórroga, me llega una carta del mismo tribunal médico donde me dan el alta. Me presento a trabajar y a los cinco o seis días de estar trabajando me dicen de hacer un reconocimiento. Tenían mucha prisa en hacerme ese reconocimiento e insistían mucho en ello. Hace ya tiempo que se querían deshacer de mí, pero al estar en el comité de empresa lo tenían complicado. Entonces buscaron hacerlo por otro medio, declarándome no apto para mi trabajo con la complicidad de la mutua, y despedirme por "incapacidad sobrevenida". La mutua, Ibermutuamur,  es una entidad que tiene un montón de denuncias de trabajadores de toda Asturias. Aquí en Barros hemos tenido experiencias con esa mutua que nos hacen desconfiar bastante, hay casos de compañeros accidentados que vieron con sus propios ojos como la médica llamaba a la directora de la fábrica por teléfono, para ver si había que darles la baja o no. En mi caso, han sido negligentes negándome un accidente laboral que tuve en una mano. Tras el reconocimiento, me mandaron de vacaciones, y cuando volví me encuentro con los resultados y con la carta de despido. Así fue la jugada. La empresa dice que tengo una enfermedad que me impide desarrollar mi profesión pero eso solo esta respaldado por informes de Ibermutuamur, a la que Duro Felguera paga. Yo tengo informes de un tribunal de la Seguridad Social, a los ojos de cualquiera mucho más imparcial, que dicen justamente lo contrario

EM: Vosotros denunciáis este despido como un caso de represión sindical

PL: Esto forma parte del acoso sindical que Duro Felguera lleva practicando hace tiempo, ya fueron condenados por acoso con el despido del anterior compañero que se iba a presentar por la CSI hace dos años, y ahora de nuevo coincide este despido con elecciones sindicales. Yo ya tuve más problemas por desempeñar mi labor sindical. Mientras estuve de baja seguí haciendo labores sindicales y alguna vez se me intentó denegar la entrada a los talleres. Las prendas de trabajo hace dos años que no me las dan, aunque las solicité por escrito varias veces... Yo era una de las personas más representativas de mi sección sindical, que tiene dos tercios del comité de empresa. Se especulaba con que iba a ser una de las tres personas que encabezaría la candidatura de CCOO. Si a esto sumas que nuestro Secretario General está próximo a la jubilación, parece evidente que es un intento claro de descabezar a CCOO y por extensión al comité de empresa, en un periodo de extrema conflictividad laboral en el que nos encontramos.

EM: ¿Qué vais a hacer para oponeros a esto?

PL: Hicimos varias reuniones en el comité de empresa y  con el Secretario de la Federación, Mino, así como asambleas en los talleres. Queremos convocar una manifestación en Langreo con el apoyo de la unión comarcal, y varios días de huelga que están por determinar. Desde el sindicato se comparte la opinión de que esto es acoso sindical porque hace tiempo que advertimos tanto a Mino como a Nicomedes que se producía acoso sindical con varios compañeros más, uno era yo, otro el presidente del comité y otra una delegada de prevención.

En este último caso, como trabaja en las oficinas lo que hacen es aislarla de sus compañeros. Con el presidente el acoso no es directamente hacia él, sino hacia su hijo que está con depresión desde hace tiempo, tuvo ya dos castigos y se le persigue constantemente. Incluso la empresa lo llevó a juicio por lo penal y lo acusó de una infinidad de cosas, usando argumentos tan increíbles que la propia juez desestimó inmediatamente la denuncia.

EM: ¿A qué se debe este ensañamiento de la empresa?

PL: Tengo muy claro que es parte de un plan más general para  cerrar las instalaciones. Firmamos un ERE hace dos años, del cual sólo se cumplió la parte de mandar a casa a los trabajadores y no las contrapartidas, ni inversiones, ni plan industrial ni nada de lo pactado. La directora lleva dos años  viviendo de la obra que había traído el director anterior. Además, de todos los contratos relevo que hicieron solo meten a trabajar a gente de Gijón y Avilés. Hay una orden en las oficinas de no meter a nadie de la cuenca. Nos están ahogando, por un lado negándonos  las inversiones, con el taller obsoleto, por otro con las reducciones de plantilla y no metiendo obra en los talleres, a pesar de tener firmado que nos debían de proporcionar obra del Grupo Duro Felguera. Los 3 millones de € comprometidos para maquinaria nueva tampoco se invirtieron. A su vez,  generan intencionadamente un clima constante de tensión con la gente. Nos encontramos ante un pulso muy fuerte, debilitar al comité les viene bien para avanzar hacia el cierre. Y si encima consiguen que no haya una repuesta habrá más despidos como el mío.

EM: ¿Crees que es suficiente abordar estos ataques a la libertad sindical individualmente en cada empresa?

PL: Lo que pienso, pero no sólo con el tema de la represión sindical, sino con todo tipo de temas, es que los sindicatos deben coordinarlo todo a gran escala, porque esta estrategia que están llevando de que cada uno tiene que movilizarse por si mismo lo que hace es que las estructuras sindicales no sirvan prácticamente de nada porque esa labor que deberían hacer, de movilizaciones conjuntas o huelgas solidarias... no lo hacen. En la práctica lo que tenemos son miles de sindicatos a nivel de fábrica. Hay muchas cosas por las que combatir aquí, que dan para una movilización mucho más extensa.

EM: Hoy mismo hemos sabido que puede que Candido y Morala tengan que volver a prisión para cumplir la condena que tienen pendiente. Este fue quizá el caso más grave de acoso sindical, ¿Qué crees que se debe hacer ante esto?

PL: Respecto a la prisión para Candido y Morala, creo que  CCOO y UGT  tienen que estar ahí,...no puede permitirse meter a un sindicalista en la cárcel por una movilización sindical... no pueden mirar a otro lado. CCOO y UGT tienen que impulsar una movilización para evitarlo, sean ahora Cándido y Morala o cualquier sindicalista anónimo. Porque los que se enfrentan a este desmantelamiento industrial son los sindicalistas de la base. Y los sindicatos tienen que entender que sin las bases no son nadie. Y tienen que responder por esos que tienen los cojones de quemar una rueda, o jugarse el puesto de trabajo o hasta la libertad, porque estamos hablando de gente que puede ir a la cárcel por defender el empleo en Asturias.

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