El 5 de enero ACTUB, CGT (del comité de convenio) y el SIT firmaron el preacuerdo de convenio en TMB, que recoge, en gran medida, las reivindicaciones fundamentales del comité de convenios y del conjunto de la plantilla. Siguiendo la tradición adoptada desde la lucha de los dos días, serán los trabajadores los que ratifiquen o no el nuevo convenio en la asamblea general del próximo 19 de enero.

La firma de este acuerdo y el enorme paso adelante que supone, no tiene que ver con la buena voluntad de la empresa o del Ayuntamiento, como querrán presentar ante la opinión pública, sino con una lucha consciente y prolongada durante dos años, en la que la empresa no ha dejado de provocar y reprimir a los miembros más destacados del comité de convenio.

Contenido del preacuerdo

El preacuerdo contempla de manera clara el disfrute de los dos días de descanso semanal que originó la histórica lucha de 2008. Además, se reduce la jornada anual 8 horas en 2010 y otras 8 en 2011.
En cuanto a las cuestiones económicas, en atrasos de 2009 se prevé el IPC real (si es positivo) más un pago único para toda la plantilla de 600 euros, si no pasa del 1% de subida. Para 2010, 2011 y 2012 será el IPC previsto más 0,25% y una paga de objetivos de 120 euros el primer año y por determinar los otros dos, teniendo en cuenta que el IPC siempre se revisará al alza.
Los conductores tendrán 30 minutos de descanso retribuidos dentro de la jornada ordinaria y 10 minutos retribuidos por posibles incidencias (5 minutos más en 2010 y otros 5 en 2012). Todo tiempo que exceda de la jornada mínima efectiva se cobrará íntegramente o se podrá compensar con descanso, según la decisión de cada conductor. Al final del convenio, la jornada efectiva de un conductor se reducirá en 130 horas sin pérdida de poder adquisitivo. Para el resto de colectivos se contemplan 15 minutos de descanso que serán retribuidos en 2010. En 2011, 5 minutos más para llegar así a los 20 minutos diarios.

Los antecedentes

La plantilla ha llegado a este punto después de una larga lucha que empezó a finales del 2007 con la reivindicación de dos días de descanso semanal que se saldó con una victoria. En la práctica han podido disfrutar de dos días de descanso a base de acumular 25 minutos diarios mientras se negociaba el convenio, pudiéndolos cambiar por días de descanso.
La empresa no podía permitir que esta victoria cundiera en la clase obrera y su estrategia fue la de no llegar a ningún acuerdo antes de las elecciones sindicales en marzo de 2010, con el fin de desprestigiar al comité de convenios frente a la plantilla para que perdieran la mayoría en el comité de empresa. Además, intentó imponer un convenio unilateralmente, de aplicación obligatoria a partir de enero de 2010. Los trabajadores decidieron en asamblea, celebrada el 7 de octubre, que si se llevaba adelante irían a la huelga a partir de enero. Una auténtica demostración de fuerza. El 17 de noviembre salió la sentencia sobre la imposición del convenio, siendo favorable a los trabajadores.

Maniobra de última hora
 
En los días previos a la firma del preacuerdo, la empresa intentó una nueva maniobra planteando la contratación discriminatoria, con lo cual, las condiciones de aplicación del nuevo convenio sólo se aplicarían a la plantilla actual y los nuevos trabajadores tendrían otras condiciones. Correctamente, todos los sindicatos se opusieron a este intento vil de dividir a la plantilla en el futuro, que finalmente tuvo que retirar.
La lucha de los trabajadores de TMB tiene que ser difundida en todas las empresas. A pesar de la actitud incorrecta de los dirigentes de las secciones sindicales de CCOO y UGT, el comité de convenio y el conjunto de la plantilla han conseguido doblegar los planes de la empresa y el Ayuntamiento. Esto demuestra que cuando los trabajadores se ponen en movimiento, con los métodos de lucha tradicionales (huelga, manifestaciones, asambleas democráticas y decisorias, unidad de la plantilla), no hay fuerza capaz de detenerlos. Éste es el modelo de sindicalismo que defendemos en el movimiento obrero y en los sindicatos de clase. La lucha de TMB nos demuestra, que otro tipo de sindicalismo, es posible.

Una vez más, la lucha sirve

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