En Guadalajara la situación de la clase obrera no es mejor que en el resto del Estado. Durante el último año y medio hemos visto un aumento desorbitado del paro, ERES, cierres de empresas, etc... Según la Encuesta de Población Activa (EPA) el número de parados en la provincia de Guadalajara ha pasado de 3.400 en el tercer trimestre de 2.007 hasta los 15.900 del último trimestre de 2009. Esto significa un aumento del paro en los dos últimos años de un ¡¡367,64%!!.  Los datos del paro registrado de enero son igualmente malos: 19.732 parados, siendo la provincia que mayor subida interanual registra de toda Castilla-La Mancha, un 33,43%.

 

En Guadalajara la situación de la clase obrera no es mejor que en el resto del Estado. Durante el último año y medio hemos visto un aumento desorbitado del paro, ERES, cierres de empresas, etc... Según la Encuesta de Población Activa (EPA) el número de parados en la provincia de Guadalajara ha pasado de 3.400 en el tercer trimestre de 2.007 hasta los 15.900 del último trimestre de 2009. Esto significa un aumento del paro en los dos últimos años de un ¡¡367,64%!!.  Los datos del paro registrado de enero son igualmente malos: 19.732 parados, siendo la provincia que mayor subida interanual registra de toda Castilla-La Mancha, un 33,43%.

Durante este periodo y especialmente desde finales de 2008 hasta la primavera de 2009 pudimos presenciar toda una serie de luchas de trabajadores de diferentes empresas. La gran mayoría acabaron con derrotas, despidos y cierres definitivos. Sin duda la lucha más emblemática fue la de los trabajadores de Avicu, cuando Jesús Saboya, un "empresario modelo al estilo de Díaz Ferrán" decidió cerrar Avicu y dejar en la calle a más de 400 trabajadores directos y otros tantos indirectos. También tuvimos luchas en Nestlé, Iberofon, Tudor, Bormioli y así podríamos seguir con una interminable lista.

Actualmente el problema del empleo lejos de remitir va en aumento. En una empresa emblemática como LUVATA (antigua Carrier) la dirección de la empresa está intentando lanzar constantes ataques contra la plantilla. Hasta ahora sólo ha habido despidos individuales pactados con una indemnización superior a los 90 días por año trabajado, pero todo apunta a que en los próximos días la empresa puede lanzar un nuevo ataque, como un ERE de extinción de contratos para una parte de la plantilla o, incluso, se rumorea que la empresa quiere presionar a los trabajadores para que se reduzcan los salarios. Los trabajadores de esta empresa ahora tienen los mismos salarios que cuando Carrier cerró hace 10 años. Han tardado todo este tiempo en poder reconquistar una parte del poder adquisitivo perdido desde el cierre y ahora la empresa quiere acabar con ello de un plumazo.

Igualmente los trabajadores de Progalsa no se encuentran en una situación mucho más halagüeña. El dueño de la empresa que durante mucho tiempo ha hecho un buen negocio, durante los dos últimos años ha lanzado toda una serie de ataques contra los trabajadores. Esto hizo que los empleados fueran a la huelga en el verano de 2008. Después dividió Progalsa en tres empresas y poco después planteó un ERE de un año en una de ellas que ahora se ha renovado otros seis meses y además plantea que después de estos seis meses hay que despedir a 14 trabajadores. Por otro lado en la empresa de galvanizado se va a hacer un ERE temporal de 10 meses, cinco meses cada trabajador.

La lucha empresa a empresa no sirve es necesaria una movilización general en defensa del empleo

Los dirigentes sindicales en todo este periodo tuvieron que hacer un enorme esfuerzo para evitar que coincidieran las diferentes movilizaciones de los trabajadores. Esto hubiera sido lo natural, el caso de Avicu, con sus particularidades, no era fundamentalmente diferente del resto de las luchas, ya que en todos los casos el punto central era la defensa de los puestos de trabajo. Los dirigentes provinciales de CCOO y UGT tenían que haber coordinado a los comités de las diferentes empresas en lucha para unificar todas esas luchas y organizar una movilización general en defensa del empleo.

Pero aunque esto no se hiciera entonces, nunca es tarde si la dicha es buena. De nuevo estamos presenciando una nueva ofensiva patronal con el objetivo de atacar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores para mantener sus beneficios. Para poder defender las condiciones laborales de los trabajadores, ya sea en LUVATA, Progalsa, o cualquier otra empresa es necesario sacar el conflicto fuera de las cuatro paredes de la fábrica, unificar las luchas y hacer frente a la ofensiva patronal de una forma conjunta. Esta es la única manera de poder frenar los ataques actuales contra los trabajadores.

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