Nuestra corriente Izquierda Socialista-PSOE ha venido participando en el
proceso congresual abierto en el seno de nuestro Partido en Andalucía.
Este proceso era una oportunidad para abrir un debate democrático entre
la base, más ahora cuando las encuestas apuntan a unos más que posibles
malos resultados electorales, fruto de la desconexión entre las
aspiraciones de las decenas de miles de trabajadores votantes del PSOE y
el programa que éste está aplicando.
Nuestra corriente Izquierda Socialista-PSOE ha venido participando en el proceso congresual abierto en el seno de nuestro Partido en Andalucía. Este proceso era una oportunidad para abrir un debate democrático entre la base, más ahora cuando las encuestas apuntan a unos más que posibles malos resultados electorales, fruto de la desconexión entre las aspiraciones de las decenas de miles de trabajadores votantes del PSOE y el programa que éste está aplicando.
En enero participamos en el Comité Provincial donde se asumió una Moción de Urgencia, a propuesta de nuestra delegación en defensa de los puestos de trabajo de la Hostelería malagueña. Creemos que éste es el camino: la defensa decidida de los intereses de los trabajadores, lo que implica un giro claro a la izquierda con respecto a la política aplicada por la actual dirección.
La falta de democracia interna debilita el Partido
En el Congreso provincial ¿de Málaga? llevamos un díptico planteando nuestro análisis y las alternativas de giro a la izquierda. En vez de utilizar el Congreso como un foro donde poder profundizar en qué programa nos puede conectar con los trabajadores la dirección no abrió ningún turno de palabras y, por tanto, ni nosotros, ni ningún otro compañero pudo defender ninguna idea distinta a la expuesta por los compañeros de la dirección. Esto es una falta de democracia interna que creemos que debilita al Partido.
En el Congreso autonómico, celebrado en Sevilla, donde ha salido elegido como secretario general del PSOE de Andalucía Pepe Griñán, tampoco se pudo profundizar en el debate programático.
Habría que haber debatido las medidas que el gobierno de Zapatero está tomando y cuya aplicación va a ser muy lesiva para las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados pues suponen un giro a la derecha en la política económica. El recorte del gasto público, la subida de los impuestos directos, los ataques a los salarios, retrasar la edad de jubilación a los 67 años o la reforma laboral son sacrificios que se les exige a la clase trabajadora y que no servirán para salir de la crisis. Comparándolos con los apoyos y subvenciones ofrecidas a los empresarios, indignan a los trabajadores, les generan cabreo y frustración que les empujan hacia la abstención.
Estas son las cuestiones principales que los trabajadores quieren que se resuelvan y las que deberían haberse abordado en este Congreso Extraordinario, y que sin embargo más bien ha servido para reafirmar a la Junta de Andalucía en la misma línea política, sin sacar el debate a la base para que decida qué política se necesita.
Desde IS-PSOE de Málaga venimos insistiendo en la defensa de un auténtico programa socialista inflexible en la defensa de las condiciones de vida de la clase trabajadora, colocando los gigantescos recursos productivos que existen bajo el control democrático de la clase trabajadora, como forma más consecuente de salir de la crisis, planificando la economía de forma armoniosa y científica, para acabar con la base misma en la que descansa la explotación del género humano. Este programa sí ilusionaría a millones de trabajadores que verían una conexión clara con sus aspiraciones.
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En enero participamos en el Comité Provincial donde se asumió una Moción de Urgencia, a propuesta de nuestra delegación en defensa de los puestos de trabajo de la Hostelería malagueña. Creemos que éste es el camino: la defensa decidida de los intereses de los trabajadores, lo que implica un giro claro a la izquierda con respecto a la política aplicada por la actual dirección.
La falta de democracia interna debilita el Partido
En el Congreso provincial ¿de Málaga? llevamos un díptico planteando nuestro análisis y las alternativas de giro a la izquierda. En vez de utilizar el Congreso como un foro donde poder profundizar en qué programa nos puede conectar con los trabajadores la dirección no abrió ningún turno de palabras y, por tanto, ni nosotros, ni ningún otro compañero pudo defender ninguna idea distinta a la expuesta por los compañeros de la dirección. Esto es una falta de democracia interna que creemos que debilita al Partido.
En el Congreso autonómico, celebrado en Sevilla, donde ha salido elegido como secretario general del PSOE de Andalucía Pepe Griñán, tampoco se pudo profundizar en el debate programático.
Habría que haber debatido las medidas que el gobierno de Zapatero está tomando y cuya aplicación va a ser muy lesiva para las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados pues suponen un giro a la derecha en la política económica. El recorte del gasto público, la subida de los impuestos directos, los ataques a los salarios, retrasar la edad de jubilación a los 67 años o la reforma laboral son sacrificios que se les exige a la clase trabajadora y que no servirán para salir de la crisis. Comparándolos con los apoyos y subvenciones ofrecidas a los empresarios, indignan a los trabajadores, les generan cabreo y frustración que les empujan hacia la abstención.
Estas son las cuestiones principales que los trabajadores quieren que se resuelvan y las que deberían haberse abordado en este Congreso Extraordinario, y que sin embargo más bien ha servido para reafirmar a la Junta de Andalucía en la misma línea política, sin sacar el debate a la base para que decida qué política se necesita.
Desde IS-PSOE de Málaga venimos insistiendo en la defensa de un auténtico programa socialista inflexible en la defensa de las condiciones de vida de la clase trabajadora, colocando los gigantescos recursos productivos que existen bajo el control democrático de la clase trabajadora, como forma más consecuente de salir de la crisis, planificando la economía de forma armoniosa y científica, para acabar con la base misma en la que descansa la explotación del género humano. Este programa sí ilusionaría a millones de trabajadores que verían una conexión clara con sus aspiraciones.
