Conversación entre dos enfermeras de la sanidad pública asturiana
Ellas son Ana, delegada sindical de la Corriente Sindical de Izquierda (CSI) en Gijón y enfermera en actividad asistencial directa en el Hospital de Cabueñes, y Mage, enfermera con más de veinte años de experiencia. Para ambas la conciencia de la mayoría de usuarios y de sus compañeras del sector, aún va por detrás de las agresiones al sistema que estamos viviendo en los últimos años. Agresiones que comenzaron con la creación y mantenimiento de hospitales concertados, continuaron con recortes presupuestarios injustificados en los públicos y en los centros de atención primaria, y siguen con la cesión de servicios a empresas privadas, de cuyo control la consejería de Sanidad asturiana se desentiende. Los ciudadanos no son conscientes todavía de que con sus impuestos se está pagando un Sistema Nacional de Salud en el que empresas privadas están obteniendo directamente beneficios. A continuación reproducimos parte de la conversación que mantuvimos con Mage y Ana.
Ana.- Mage, quisiera preguntarte por la sanidad en nuestro país... aquello de pública, gratuita, universal, ¿qué está pasando?
Mage.- Este derecho constitucional se está transformando en un goloso negocio en el que están entrando a saco empresas privadas de lo más variopinto, particularmente, de la construcción: en el Madrid de Esperanza Aguirre, todos los nuevos hospitales (y van 8, creo), han sido "regalados" a las constructoras "encargadas", que se han hecho con los terrenos a cambio del alquiler de los hospitales construidos a precio astronómico, que paga la Comunidad de Madrid; y a cambio también de la gestión del personal sanitario y no sanitario, que pasa a depender de las nuevas fundaciones privadas, con evidente ánimo de lucro.
Ana.- ¿En qué punto está la sanidad pública en Asturias?
Mage.- Aquí estamos con la construcción de un complejo hospitalario nuevo, imprescindible porque el anterior estaba muy anticuado. Pues resulta que ese hospital nuevo, que es el de referencia para toda la comunidad de Asturias, con la tecnología más especializada y riguroso control de acceso del personal sanitario, deciden que va a contar con mil camas menos que el actual... Además, este hospital se está construyendo a través de GISPASA, empresa vinculada al gobierno autonómico del PSOE, que aún no ha explicado ni sus cuentas, ni los vínculos de sus gestores con las contratas, ni los resultados que se esperan, pese a la demora de entrega.
Ana.- ¿Cómo empezaron a deteriorar la sanidad pública previamente?
Mage.- Cuando empezaron a construir el hospital-fundación privada Grande Covián de Arriondas, también se hicieron obras en el hospital público de Cabueñes. Obras de las que aún, como profesionales, seguimos pagando consecuencias... Recuerdo que en la prensa venían referencias al maravilloso mobiliario y diseño del hospital de Arriondas y, a la vez, las obras en el de Cabueñes... Nos pusieron puertas cortafuegos en los pasillos que quitaban toda la luz, pintaron de gris oscuro las paredes de las habitaciones, cambiaron los controles de enfermería, que redujeron a la mitad y los pusieron enfrente del paso de la gente. Vamos, la hicieron muy fea de cara al usuario e incómoda y con materiales pésimos para el desarrollo de nuestro trabajo. Pero del sistema de selección del personal ("a dedo") y de la diferente distribución del trabajo del Hospital Grande Covián nada dijeron ni la prensa, ni el gobierno.
Por otro lado, los hospitales de Jove y Cruz Roja en Gijón concertados hace muchos años (también aquí el personal es contratado "a dedo") no sólo no se han incluido en la red pública, sino que se potencia ese modelo de gestión. Así lo demuestra el hecho de que el sistema de radioterapia se instaló en el hospital Jove hace tres años, y no, como correspondería, en el de Cabueñes, a pesar de que en éste se encuentra el Servicio de Oncología de Gijón.
Ana.- A nivel laboral y profesional, ¿qué ha hecho más daño en nuestra comunidad?
Mage.- A nivel asistencial, decidieron ahorrar en personal, que es el pilar de un centro sanitario. Ya lo habían hecho hace años con la limpieza, que externalizaron, algo que nunca entendí yo que tragáramos sin reacción, porque se traduce en mayor índice de infecciones... Burocratizaron horriblemente nuestro trabajo, los puestos gestores aumentaron en detrimento de los de asistencia directa. Por ejemplo, las supervisoras de las unidades de hospitalización dejaron de realizar su labor asistencial y nos la impusieron a nosotras, con plantilla recortada. Y pasamos a tener más trabajo absurdo en papeles, a costa de un deterioro evidente en nuestra atención a los pacientes.
Ana.- Lo que está claro es que el Plan de Recursos Humanos publicado en el BOPA el 19 de noviembre de 2009 y rubricado sin sonrojo por las cúpulas sindicales de CCOO y UGT, precariza todavía más el empleo. Pero, sobre todo, implanta la designación pura y dura a dedo, a través de los nuevos "indefinidos" mecanismos de acceso del personal al sistema y a través de las unidades de gestión clínica, es decir la dedocracia se legaliza en el sistema sanitario público asturiano.
Mage.- De momento este Plan contempla la movilidad geográfica, como en Madrid, y ésta es la base legal que va a permitir el trasvase de personal fijo del sistema público a las fundaciones. Los eventuales, a la calle o a buscar amigos que los "enchufen"... Esto ha provocado varias manifestaciones de trabajadores, pues el personal sin plaza se ve directamente afectado con el nuevo baremo que se impone, a través del cual pueden entrar en el sistema público los trabajadores de los centros privados en igualdad de condiciones, pero no al revés...
Ana.- Además, el hospital nuevo no va a ser el referente que esperábamos. Se van a externalizar los servicios de mantenimiento, lavandería y cocina, las plazas de jubilaciones las van a amortizar y de esta manera pueden efectuar el trasvase de personal a gestoras privadas sin complicaciones. La salud, como la educación, están siendo entregadas al negocio capitalista.