UGT sube de 3 a 6 delegados defendiendo un sindicalismo combativo y democrático
En las elecciones a la Junta del Personal de Administración y Servicios (PAS) funcionario de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), celebradas el pasado 27 de mayo, las dos opciones sindicales que reclamaban un mayor protagonismo de las asambleas y más implicación del PAS en la acción sindical (CAU, el equivalente de USTEC en la universidad, y UGT) pasaron de un 39% de los votos de hace cuatro años a un 59% ahora. CCOO pasó del 49% al 41%.
La candidatura de UGT ha subido del 14% al 25%, lo que le ha permitido pasar de tener 3 delegados (sobre una Junta de 19 miembros) a tener 6 (sobre 23). Esta mejora de resultados la atribuimos principalmente a la exigencia de tener más en cuenta al PAS en todo lo que se refiere a las negociaciones, las propuestas a hacer, las medidas de presión, etc. La acción sindical en la universidad en el último período se ha hecho más difícil. Hasta hace pocos años, los diferentes rectores, o candidatos a rector, cedían ante pequeñas demandas "locales", que de algún modo compensaban la inexistencia de acuerdos sectoriales que abarquen a las siete universidades públicas de Catalunya. Ahora el escenario ha cambiado completamente. La aplicación unilateral de medidas, sin acuerdo con los sindicatos, es práctica habitual. Rectores y gerentes están preparando el terreno para aplicar los recortes presupuestarios en el núcleo duro del frente sindical: recortes de plantilla, no renovación de interinos y personal contratado.
Hacia la confrontación
Vamos hacia un escenario de confrontación pura y dura con las gerencias y la administración autonómica, con la problemática de los interinos y el profesorado contratado en el centro de la lucha. En la UAB, dos de cada diez PAS funcionario son interinos. La universidad, en los últimos años, no ha hecho las convocatorias de oposiciones que periódicamente se iban haciendo, con el objetivo de, llegado el momento, poder meter el tijeretazo en la plantilla de trabajadores. Evidentemente, a la vez que se llevaba esta política de precarización de la plantilla, se han seguido creando múltiples plazas de jefes y superjefes, recolocando a directivos en plazas fantasma (los famosos "cementerios de elefantes") y gerentes y staff directivo se han incrementado las retribuciones de manera fabulosa, para no ser menos que los directivos del sector privado.
Hasta ahora, la conflictividad en la UAB se ha dado al margen de la situación tanto del sector de universidad como del sector público en general. Un primer paso importante va a ser que las movilizaciones superen el marco de cada universidad y logremos una movilización de todo el sector de universidad ante los ataques que se están preparando. Por otro lado, la política de las direcciones sindicales, con la firma de acuerdos a espaldas de los trabajadores (y de los mismos delegados), como el acuerdo de prácticamente congelación salarial a tres años que el gobierno ha roto con el recorte del 5%, ha sido un freno y un obstáculo con el que nos hemos encontrado en las secciones sindicales de cara a hacer nuevos afiliados. Que aún así, hayamos incorporado compañeros y compañeras nuevos, jóvenes, a las tareas sindicales, con dos compañeras interinas que han salido elegidas como delegadas, es todo un éxito. Un logro que explica también buena parte de la subida de UGT en las elecciones y que ahora queremos transformar en más afiliación, más organización y más capacidad de explicar y llegar a más trabajadores de la universidad. Nuestra tarea va a seguir siendo explicar, inspirar y organizar. Desde el sindicalismo combativo y democrático que defendemos, vamos a apoyar las iniciativas de lucha de los trabajadores y a impulsar la huelga general del próximo 29 de septiembre.