La noche del 8 de diciembre de 2010 tres individuos armados con palos persiguieron y agredieron a varios menores extranjeros en las proximidades del Centro de Acogida Materno Infantil ubicado en Oviedo. Dos menores fueron hospitalizados con contusiones varias y hematomas en el cráneo. Los que consiguieron escapar recibieron amenazas de que los agresores "volverían". Esta brutal agresión se da en un contexto de creciente criminalización del colectivo inmigrante por parte de los medios de comunicación que hacen el caldo de cultivo para que organizaciones fascistas arremetan contra los sectores más desprotegidos.

Semanas atrás, la organización ultraderechista Democracia Nacional convocaba una concentración frente al Materno Infantil para denunciar el "foco de delincuencia juvenil" en el barrio de San Lázaro. Los fascistas repartieron octavillas donde se vinculaba crisis, delincuencia e inmigración y culpaba a los menores de origen marroquí del Materno Infantil. La presidenta de la Asociación de Vecinos de San Lázaro, María Teresa Martín, también arremetió contra estos menores: "Esconden cuchillos y barras por el Parque de Invierno, agreden a todo el mundo, quitan los bastones a los ancianos (...) Como dejes una bicicleta candada en la calle, te la roban..." para luego sentenciar: "A ver si al final vamos a tener que tomarnos la justicia por nuestra mano". El periódico burgués de derechas La Nueva España amplificó estas declaraciones en una auténtica campaña de corte racista. Rápidamente aparecieron "denuncias" en otros barrios de la ciudad sobre "casos" de "menores conflictivos".

Escasos recursos

Sin embargo, ni la prensa oficial, ni el gobierno, ni las asociaciones de vecinos hablan de la situación que padecen estos menores de entre 0 y 18 años, sean extranjeros o no, en los centros de acogida donde muchas veces viven en condiciones pésimas y hacinados durante largos periodos de tiempo. Constantemente la capacidad del centro se ve desbordada y la plantilla no da abasto. En 2008 se produjeron una serie de protestas, entre ellas un encierro en el Materno, por parte de los trabajadores del centro y el comité de empresa denunciando estos recortes y exigiendo que los responsables políticos tomaran cartas en el asunto. También pedían que no se culpara a los menores del centro si no se les atendía en condiciones. Hubo muchas promesas de reformas pero poco se ha mejorado desde entonces. De hecho, hay un proceso de privatización que pone la gestión de estos centros en manos de fundaciones "independientes", auténticas tapaderas para el negocio privado. Todo esto bajo el gobierno regional PSOE-IU.
Aprovechando esta situación, la campaña del PP local viene a formar parte de la campaña general de atacar la gestión de los servicios públicos para justificar su privatizarlos privatización y, por supuesto también, de cara a criminalizar a los inmigrantes con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina.
Los dirigentes de la izquierda, en vez de mejorar la calidad de los centros de acogida, de combatir los prejuicios racistas y la campaña de criminalización de los menores de una manera eficaz, es decir con hechos y no bonitas palabras, lo único que hacen es echar balones fuera. La actual consejera de Bienestar Social, Noemí Martín (IU), declaró que los "menores conflictivos no vienen de nuestros centros" (¿?), y no sólo esto sino que convierte a los agresores en víctimas: "...los últimos sucesos parecen derivar de una pelea ocurrida en octubre". Según Bienestar Social, "un joven de Oviedo fue atacado por la espalda por varias personas a las que no vio. Aún así, dijo, y ahí está lo extraño de todo esto [¿?], que eran menores marroquíes del Materno Infantil, aunque luego ante la Policía reconoció que no había visto a sus agresores y no pudo identificar a nadie",  para luego poner en duda la motivación racista de la agresión: "...aún es pronto para hablar de grupos de ultraderecha o ataques racistas porque todavía se está investigando, la consejería está colaborando y trabajando con Policía y Fiscalía para determinar qué ha ocurrido" (El Comercio, 13/12/10). Con esta política y estas declaraciones sólo se hace el caldo gordo a los grupos xenófobos y se le pavimenta el camino a la derecha.

Es necesaria una respuesta de clase

El 15 de diciembre la plataforma Ruta contra el Racismo y la Represión, junto a varias organizaciones sociales, convocaron una concentración en solidaridad con los menores agredidos a la que asistimos unas 150 personas frente al Materno Infantil. Los dirigentes sindicales de CCOO y UGT deben ponerse a la cabeza y responder a la campaña de criminalización de los trabajadores inmigrantes ya que las medidas de represión que se utilizan actualmente contra estos últimos serán utilizadas por la burguesía contra el conjunto de los trabajadores en un futuro no muy lejano. Para eso es necesario desde ya que se organice a los inmigrantes sin papeles en los sindicatos de clase junto a los trabajadores nativos, que se organicen campañas contra el racismo en los barrios obreros, con reparto de panfletos, asambleas en los centros de trabajo, defendiendo unos servicios públicos de calidad, explicando quiénes son los verdaderos culpables de la crisis y cómo se utiliza a las grupos fascistas para dividir a los trabajadores y aplastar sus resistencia.

¡Que ninguna agresión fascista quede impune!
¡Por la ilegalización de los partidos xenófobos y fascistas!
¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!

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