El 16 de abril se celebraba en Gasteiz el segundo juicio a raíz de las agresiones fascistas contra miembros de la Fundación Federico Engels y del Sindicato de Estudiantes. Otra vez, paradojas de la vida, eran los fascistas los que acusaban a las víctimas. Dos miembros de la FFE y uno del SE, organizaciones integrantes de la Plataforma Antifascista de Gasteiz, eran acusados por injurias en relación a un artículo aparecido en la página web de El Militante, en el que se hacían públicos los nombres de José Viñas Álvarez, Francisco Martínez Domínguez y Enrique Cavayé Arozamena, todos ellos involucrados en diferentes agresiones y amenazas a los tres miembros de la Plataforma, además de ser reconocidos fascistas de la ciudad. En el anterior juicio, celebrado el 23 de marzo, la justicia burguesa acabó equiparando a víctimas con verdugos, y condenando a los dos miembros de la FFE por injurias, a pesar de presentar pruebas gráficas que demostraban claramente que habían sido agredidos y demostrar la ideología neonazi de estos individuos. En este último juicio, la acusación por injurias era realizada sobre la base de un artículo que no estaba firmado por ninguno de los tres encausados. En el juzgado se presentaron los dos acusadores, Francisco Martínez Domínguez y Enrique Cavayé Arozamena, con la compañía de José Viñas y de dos amigos más; al terminar el juicio, y salir los compañeros de la Plataforma, estos individuos, en actitud amenazante, les silbaron el Cara al Sol.
No sólo eso, sino que al día siguiente el responsable de la FFE recibió nuevas amenazas telefónicas en su domicilio en nombre de Acción Patriótica.
Cada vez es más evidente lo que siempre hemos defendido: la única defensa posible contra las agresiones fascistas es la organización de la clase obrera y la juventud, y a través de la movilización, el aislamiento social de estos individuos. Hay que resaltar que la formación de la Plataforma Antifascista está dando sus frutos, pues en el juicio, el abogado de los fascistas, al igual que ellos, comentaron que son reconocidos por las calles de la ciudad, y que se les estaba sometiendo a mucha presión.
Ese es el camino, y más en vista de la lamentable actuación de la justicia, y la actitud de absoluta pasividad de la Ertzaintza. Ésta última, no conforme con ignorar las actividades de estos grupos nazis, envió una carta de indignación porque la Plataforma afirmó que no confiaba en su actuación, relatando que ellos hicieron en todo momento la sacrificada labor de remitir nuestras denuncias al juzgado, así como dejar entrever que lo ocurrido no es más que un toma y daca entre organizaciones. Pero acerca de si han investigado a estos grupos, ni una palabra; teniendo en cuenta que hablamos de un cuerpo que nos cuesta a los vascos cada año mucho más de lo que se invierte en Educación o Vivienda, la verdad es que cabría esperar algo más. Los miembros de la FFE han realizado una carta abierta en contestación al Departamento de Interior del Gobierno Vasco, cuyo contenido extractado reproducimos a continuación.