Desde el pasado 28 de Mayo el movimiento del 15M en Madrid ha dado un paso adelante con la celebración de asambleas en decenas de barrios y localidades. Con esta iniciativa se trata de facilitar la participación de nuevas capas de jóvenes y trabajadores en la resolución de nuestros problemas, así como de dar respuesta a las tareas que tiene ante sí el movimiento en su conjunto para fortalecerlo y seguir avanzando. Estas asambleas han tenido una gran acogida especialmente en barrios obreros. Los ejemplos de Carabanchel, Aluche, Vallecas o Leganés son una prueba de la enorme simpatía que tiene entre la clase obrera la lucha iniciada el 15-M.
Carabanchel
El sábado 4 de Junio se celebró en la Plaza de Oporto la segunda Asamblea Popular de Carabanchel. Con una asistencia de más de 500 personas y en un ambiente de gran expectación, las distintas comisiones fueron presentando las propuestas con las que se viene trabajando desde la primera asamblea, celebrada el sábado anterior y a la que asistieron en torno a 1.000 personas que decidieron, como primeros pasos, la creación de una comisión laboral con el objetivo de vincular al movimiento obrero con la lucha.
Los vecinos del barrio vamos organizándonos para tratar de dar una respuesta a los problemas que sufrimos diariamente, así como para dar continuidad al maravilloso movimiento que se ha desencadenado desde el 15 de Mayo. A pesar de desatarse una intensa lluvia al comenzar la segunda Asamblea y tras aplazar la misma 1 hora, pudimos comenzar sin que nadie se fuera a casa. Una vez iniciada la reunión, las distintas comisiones presentaron las propuestas discutidas durante la semana, procediéndose a continuación a debatir con agilidad cada una de ellas, así como su aprobación o rechazo.
Una de las propuestas, planteada por la Comisión de Economía y Trabajo, y aprobada por la Asamblea, fue la de convocar la manifestación del 19 de junio contra la Crisis y el Capital, acudiendo a las empresas y polígonos del barrio e implicando a la clase trabajadora en su convocatoria. Esta es la mejor manera de dar continuidad al movimiento, confluyendo todos los barrios de Madrid, y ciudades del Estado, en una nueva gran movilización, demostrando la fuerza que tenemos, a pesar de no contar ya con la simpatía de los medios de comunicación burgueses.
Esta propuesta planteaba a su vez la necesidad de que dicha manifestación, y su convocatoria en empresas y polígonos, sirviera para exigir la convocatoria de una nueva Huelga General como una forma de fortalecer e intensificar la lucha contra los brutales ataques que padecemos.
Un compañero planteó la necesidad de que podamos elegir a las Juntas de Distrito del barrio para poder controlar de verdad a nuestros representantes, y dirigirnos de forma más directa a ellos cuando no actúen en defensa de los intereses de los vecinos.
Por último, otro punto importante que también se planteó fue el de la necesidad de hacer frente a las redadas racistas, algo con lo que convivimos diariamente los vecinos del barrio, que día sí y día también, vemos cómo la policía se sitúa en las bocas del Metro intimidando a los inmigrantes, pidiendo la documentación a todo aquel que les parece por sus rasgos o color de piel. En este sentido, cuando la asamblea ya había finalizado y sólo quedaba allí una parte de los asistentes, un compañero dio la voz de alarma informando de que se estaba produciendo una redada. En ese momento unos 80 compañeros se dirigieron rápidamente a la boca de metro gritando “Ningún ser humano es ilegal”. El efecto de esta acción fue que al llegar al interior del metro, los dos policías que estaban llevando a cabo la redada decidieron irse, dejando en paz a los tres inmigrantes que tenían retenidos.
Leganés
Tras la extensión del movimiento 15-M a los barrios y ciudades de Madrid, la ciudad obrera de Leganés se ha sumado a éste con su propia asamblea que se ha reunido las últimas dos semanas con cerca de unas 800 personas la primera y unas 600 la segunda. La composición claramente de izquierdas de los participantes se vio traducida en intervenciones que fueron desde las reivindicaciones democráticas más básicas, hasta el cuestionamiento del sistema capitalista en su conjunto, pasando por la igualdad entre sexos, entre nativos y extranjeros, y contra la lacra que suponen los desahucios para las familias más humildes.
El trabajo desarrollado por las comisiones en esta última semana ha sido muy intenso, dejando de manifiesto el entusiasmo con el que los participantes están acudiendo a las mismas. La comisión de acción planteó una primera movilización para el jueves 9 de junio en forma de bicicletada que fue aprobada como primer paso para la convocatoria de una gran marcha desde todos los rincones de Madrid que termine frente a las cortes.
Dentro de las comisiones cabe destacar el trabajo desarrollado por la comisión laboral, la encargada de todo lo relacionado con las reivindicaciones de los trabajadores. Esta comisión presentó a la asamblea una tabla reivindicativa con la que trabajar para conseguir no solo democracia real, y la solución a los problemas que padecemos jóvenes y trabajadores, sino que también propuso las herramientas con las que lograr nuestros objetivos. Para eso se planteó la necesidad de luchar por unos sindicatos que realmente representen los intereses de los trabajadores con medidas como la inmediata convocatoria de una nueva huelga general. Estas dos últimas propuestas fueron probablemente las más sentidas en la asamblea.
Por otro lado junto con la comisión de acción trazaron un ambicioso plan de intervención en polígonos, empresas, barrios con el fin de convocar la movilización general del 19-J que sea capaz de trazar el camino hacia una nueva huelga general capaz de parar los ataques que por parte de la patronal se están gestando.
Vallecas
Los pasados sábados 28 de Mayo y 4 de Junio también se celebraron en el barrio de Vallecas las dos primeras asambleas de vecinos surgidas al calor del movimiento 15M.
Este histórico barrio obrero ha sufrido con especial rigor en los últimos años la crisis del sistema capitalista, que se plasma en una tasa de paro cercana al 40% y en un deterioro continuado de sus servicios públicos. Con este escenario de fondo fueron muchos los vecinos que intervinieron en la línea de la necesidad de hacer frente a esta situación desde una perspectiva marcadamente anticapitalista y a partir de un plan de lucha que permita desarrollar un conjunto de propuestas y acciones concretas.
Si bien, con más o menos matices, estas ideas estaban presentes en el sentir mayoritario de la asamblea, lo cierto es que surgieron discusiones sobre la forma en que se debe avanzar y en la manera de organizar el trabajo, producto de las diferentes posturas existentes y de la dificultad para alcanzar un consenso.
Estos debates se dilataron demasiado en el tiempo, produciendo una sensación de parálisis en la asamblea y cierto cansancio entre algunos de los asistentes. Consecuencia de esto fue un descenso en la participación en la segunda de las asambleas, a la que acudieron en torno a las 700 personas, cuando en la primera se había superado ampliamente el millar.
Esta situación refleja la necesidad de aprovechar mejor las asambleas, dotando de más tiempo a la discusión política y dejando en segundo plano los aspectos más formales y de carácter meramente organizativo que hasta ahora han monopolizado la discusión. Es necesario debatir los pasos a dar y las propuestas a defender.
Vallecas es un barrio que siempre ha destacado tanto por su combatividad y su espíritu de lucha como por la fortaleza de su tejido social y vecinal, donde un plan de lucha correcto que aportara respuestas a las necesidades del barrio recibiría sin duda el apoyo entusiasta de los vecinos.
Desde esta perspectiva lo más importante en esta segunda asamblea fue la de conformar una comisión para tratar tanto los problemas del barrio como la situación en general de la clase trabajadora. Es muy importante también que la asamblea de Vallecas, al igual que ya han hecho las de Carabanchel y Leganés, apoye claramente la convocatoria de la manifestación en defensa de la convocatoria de una huelga general que se va a celebrar en Madrid el próximo 19 de Junio.
Aluche
La segunda Asamblea en el barrio de Aluche también se realizó el sábado 4 de Junio. Tras la explosión de participación que supuso la primera asamblea el 28 de mayo en la que más de 1.500 personas se reunieron en la plaza contigua a la junta municipal de La Latina, más de 400 vecinos volvieron a participar en esta segunda convocatoria.
Igual que en otras asambleas de barrio, las que han tenido lugar en Aluche recuperaron el debate de cómo se puede conseguir hacer que el movimiento 15-M se extienda y eche raíces en cada uno de nuestros barrios, más allá de las acciones que se han llevado a cabo hasta ahora.
Así, en esta nueva asamblea volvió a salir a debate si se debía seguir manteniendo la acampada de la plaza de Sol. Tras varias intervenciones la opinión que predominaba era la de levantar la acampada, haciéndose hincapié en que mantenerse en Sol se ha convertido en una distorsión frente a la necesidad que el movimiento tiene de desarrollarse en los barrios. Finalmente se voto abrumadoramente a favor de poner fin a la acampada de Sol, pero en aras del consenso y fruto de que un pequeñísimo grupo voto en contra de irse de Sol, los organizadores decidieron que el sentir de la votación sólo tendría “carácter informativo”.
Un comportamiento similar volvió a repetirse en otro de los puntos: el que trataba sobre la votación de apoyo a la manifestación del 19 de junio. En esta ocasión, en lugar de explicar que hay asambleas que se han sumado al 19 de junio como Rivas, Léganes, Móstoles, etc, que han planteado la necesidad de exigir a UGT y CCOO que convoquen una nueva huelga general con la que romper la colaboración de los dirigentes sindicales con empresarios y banqueros, sólo dijeron que hay “asambleas de trabajadores que apoyan la manifestación del 19 de junio”.
Lejos de generalizar las experiencias y logros que el movimiento 15-M ha conseguido en otras zonas tampoco se explico nada sobre las otras asambleas, así como de la multitudinaria manifestación en Málaga el 27 de mayo, cerrando este puntos sin tan siquiera abrir el turno de palabras.
Otra parte de la asamblea se centro en recoger los problemas del barrio. A través de varias reuniones que abarcaron a toda la asamblea, hubo un debate sobre las necesidades más inmediatas que afectan al barrio de Aluche.
De esta manera, salieron reivindicaciones como la necesidad de aumentar los precarios salarios de los jóvenes, el dar solución al problema de la vivienda (en un barrio en el que como se denuncio en la asamblea, existe un escandaloso plan urbanístico en la zona de Campamento), la situación de falta de recursos en la enseñanza pública, el problema de la falta de plazas hospitalarias, o la discriminación que sufren muchos minusválidos al no estar adaptados los espacios públicos a sus necesidades… y así un largo etcétera.
Para debatir todos estos problemas, se planteó la creación de diferentes comisiones. Como se ve, este tipo de necesidades pone a las claras que resolver los problemas del barrio es algo que va mucho más allá de buscar acciones sólo desde el mismo barrio. Se trata de problemas sociales, que afectan con especial saña a los barrios obreros, y que se agravan según los ataques de los capitalistas se siguen organizando.
Tal como explico una profesora en la asamblea, para dar una respuesta a los dictados del poder financiero hace falta un objetivo concreto que guíe al movimiento. Desde el Sindicato de Estudiantes pensamos que echar por tierra las contrarreformas a través de la movilización de la inmensa mayoría de la sociedad implicando en primera fila al movimiento obrero es una estrategia necesaria. Y que el siguiente paso a dar es una gran movilización a favor de una huelga general. Para mantener vivo el movimiento y darle el impulso necesario hay que definir lo antes posible unos objetivos concretos. Las expectativas que se han creado con la asamblea necesitan, lo antes posible, un horizonte concreto con el que seguir vivas.
Vídeo de la Comisión de Leganés
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