En un documento bajo el título “medidas alternativas propuestas para minimizar el número de amortizaciones de puestos de trabajo”, el equipo de gobierno de Parla (PSOE+IU), pretenden ajustar el presupuesto municipal ante la alarmante situación económica que soporta el Ayuntamiento.

Para ello plantean despedir a trabajadores indefinidos no fijos y personal interino tanto laboral como funcionario.

El Alcalde ha presentado este hecho como algo “doloroso” y para el que pide “comprensión”. No cabe duda que todos “comprendemos” la situación a la que se enfrentan los Ayuntamientos, son los que  soportan las demandas de miles de vecinos acuciados por sus penurias económicas y familiares, y que acuden a su Ayuntamiento pidiendo ayudas y soluciones.

Siendo ésta mala el acuerdo Zapatero-Rajoy para reformar la Constitución no ayuda. El texto definitivo dice literalmente que “las entidades locales deberán presentar equilibrio presupuestario”, esto es, si a finales de año se produce un desfase, algo normal, entre ingresos y gastos el Ayuntamiento debe ejecutar recortes extraordinarios para conseguir el “equilibrio” ya que los únicos que son fijos en pago son los créditos de los bancos.

Ciertamente eso es así, pero los dispendios de la época del crecimiento urbanístico han pasado y  después de la bacanal queda una ciudad enorme (130.000 habitantes) con unos ingresos de una ciudad de no más de 80.000. Eso acarreará un déficit estructural permanente que mucho tememos que nos llevará  a nuevos ajustes laborales. La espiral no parece tener fin.

LA DEBILIDAD DEL FACTOR POLÍTICO DE LA SITUACIÓN.

Aunque el equipo de gobierno apostó por este ajuste una cosa es hablar y otra pasar a los hechos. La determinación de la plantilla para luchar ha hecho que la cohesión de la coalición PSOE-IU se rompa.

Tanto desde los responsables provinciales como locales de IU han dejado claro que no apoyarán los despidos y que abandonarán el pacto si ello se produce.

Por otro lado la crisis abierta entre Tomás Gómez, anterior alcalde, y José María Fraile, el actual, aportaría a la situación más inestabilidad. Ello puede acarrear al Grupo Municipal Socialista que algunos concejales expresen su disensión y no se atrevan a apoyar los ajustes. ¿Qué pasaría?

Las posibilidades son pocas dado que si IU rompe el pacto de gobierno con el PSOE, el PSOE tendría que asumir en solitario el desgaste de los despidos y  nadie sabe a la hora actual que efectos tendría en toda la organización tanto a nivel local como provincial.

¿Podría buscar el PSOE el apoyo del PP? En este momento la derecha en Parla no tiene prisa ninguna y espera que los reformistas se frían en la salsa de la crisis que la gestión de anteriores equipos de gobierno ha ocasionado. Otra cosa sería después de la elecciones generales.

Esto deja en manos de los órganos de representación de los trabajadores del Ayuntamiento la solución de los problemas de la institución. Plantar cara al equipo de Gobierno con resolución traería consigo que la coalición PSOE+IU se desmorone como un castillo de naipes y llenaría de dudas al PSOE.

Por tanto, hoy más que nunca se debería poner encima de la mesa otras alternativas realmente socialistas. Empezando por extender las luchas al resto de la administración local y autonómica (en la que se ha declarado la intención de despedir 16.000 trabajadores). ¡Que sean los banqueros los que paguen la crisis! Más de 10.000 millones de euros para “reordenar” las cajas de ahorro al mismo tiempo que los ayuntamientos están al borde de la quiebra. Antena3 afirmaba que 3 de cada 12 ayuntamientos declarará suspensión de pagos en los próximos doce meses.

PARLA UN POLVORÍN SOCIAL.

Los datos de actos delictivos en Parla han aumentado de manera exponencial, el paro registrado asciende a 15.000 personas (el 26% de tasa de paro). Los dramas familiares de todo tipo están a la orden del día.

Este no es un buen momento para los ajustes, eliminando servicios y despidiendo trabajadores de la institución que los presta. El Alcalde del PSOE tuvo que optar, como dijo él mismo, entre pagar a las empresas o a los trabajadores, y ha elegido. Su intención es pagar las deudas millonarias que tiene con empresas por el ¡80% de los servicios que están privatizados!. Zapatero hizo igual y que no se puede estar con todos al mismo tiempo.

Pero sobre todo, el acudir a los despidos teniendo en cuenta la situación social de Parla representa UNA AUTENTICA DIMISION POR PARTE DEL ALCALDE Y SUS CONCEJALES POR LUCHAR CONTRA LA POBREZA Y EL DESAMPARO QUE SUFREN MILES DE VECINOS DE SU CIUDAD.

Un Ayuntamiento gobernado por socialistas e Izquierda Unida debe defender a capa y espada los servicios públicos. Debe reivindicar planes de empleo para los parados en obras que cubran necesidades sociales (reparación de colegios, instalaciones deportivas, mobiliario urbano, etc), y exigir que al igual que el gobierno de Zapatero o Esperanza Aguirre ceden enormes recursos económicos públicos para el sector privado, deben de poner a disposición de los Ayuntamientos la necesaria financiación para todos estos planes.

El martes 13 de octubre se va a producir una manifestación en Parla para protestar por ésta situación. La manifestación de ese día debe ser aprovechada para aglutinar a todos los sectores en lucha ( educación, bomberos, contratas municipales en manos privadas), en el marco del ajuste y brutal ataque que la derecha y la socialdemocracia están infringiendo a los servicios públicos.

Nada está cerrado, ni siquiera que los sindicatos firmen o avalen un acuerdo donde se despida a trabajadores con bajas “no traumáticas” y asumiendo “sacrificios” que indudablemente llevarían a la práctica a asumir la dulcificación de la intención inicial del Ayuntamiento. Asumir “el mal menor”.

Sin embargo ésta no es la situación anímica de la plantilla y no sabemos que va a pasar. Parla es la punta de lanza de los ataques a nivel de Ayuntamientos que se va a producir, pero también el ariete de la resistencia que los plantillas van a presentar.

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