En el periódico de julio-agosto informábamos del amplio seguimiento por parte de los trabajadores del Metal asturiano de las dos jornadas de huelga convocadas en el mes de junio, para desbloquear la negociación del convenio colectivo. En aquel número, entrevistamos a Alejandro Viciosa, miembro de la mesa negociadora por CCOO, quien manifestaba su opinión de que, si Femetal no rectificaba sus planteamientos, sería necesario endurecer las movilizaciones más adelante. El éxito de la huelga, en la difícil situación actual, demostró en aquel momento, que por encima del miedo y las presiones empresariales, los trabajadores estaban dispuestos a dar la batalla para obtener un convenio digno.
UGT firma unilateralmente el convenio
Sin embargo, en el mes de septiembre, Femetal, sin considerar ninguna de las reivindicaciones que provocaron la huelga (la tercera paga, la formación de futuros trabajadores, jornada laboral, etc.) ofrece un nuevo “pacto de rentas” con una subida salarial del 1,5% para 2011 y del 2,5% para 2012, también muy alejado del que reclamaban los sindicatos. Pero en esta ocasión, la propuesta de la patronal, obtiene el visto bueno de los representantes de UGT en la mesa negociadora, que lo someten a votación entre sus delegados el 28 de septiembre y deciden descolgarse de la convocatoria de huelga prevista en el sector “en tanto la patronal siga negociando para regular los puntos pendientes de una negociación que se viene alargando en más de ocho meses”.
Pero la realidad es que, casi un mes después, y sin que haya habido ninguna intención negociadora por parte de la patronal en el resto de materias, desde la dirección de la UGT se decide firmar definitivamente este convenio, rompiendo de este modo la unidad de acción con CCOO y, a nuestro entender, desoyendo la voluntad mayoritaria de los trabajadores del sector.
Desde estas páginas, siempre hemos defendido la unidad de acción, siempre y cuando sirva para hacer avanzar y fortalecer la lucha de los trabajadores. Sin embargo, en esta ocasión la actitud de la UGT apoyando la oferta de Femetal, es, en el mejor de los casos, un profundo error, que debilita la capacidad de presión de los trabajadores, justo cuando estos habían demostrado su disposición a luchar de forma contundente.
Hay que continuar con la movilización
Al menos así se desprende de las asambleas comarcales llevadas a cabo por CCOO, donde de forma unánime se rechazó la oferta de Femetal. Ante esta situación, desde la Federación de Industria de CCOO de Asturias se ha decidido no sumarse a la firma de este convenio. Tal como declaró el secretario de Acción Sindical de dicha Federación, Damián Manzano: “(…) apelando a la coherencia y al respeto de los trabajadores, no podemos asumir lo que tenemos encima de la mesa”.
No sólo nos parece esta reflexión totalmente acertada, sino que pensamos que desde CCOO, teniendo en cuenta, además, su condición de sindicato mayoritario en el sector, se dan las condiciones para ir más allá, y movilizar a los trabajadores manteniendo la defensa de la plataforma reivindicativa inicial y, por supuesto, la convocatoria de huelga en el sector.
Además de hacer un llamamiento a la UGT para que rectifique su decisión, pensamos que es necesario lanzar un plan de asambleas que debería ampliarse al mayor número de empresas posibles, explicando la postura del sindicato y proponiendo un calendario de movilizaciones para obligar a la patronal a ceder en sus planteamientos.
El hecho de que UGT se haya descolgado, aún siendo una dificultad añadida a la lucha, no puede ser un impedimento para que CCOO siga adelante. Como se señala en la declaración de la Federación de Industria, en relación a este conflicto: “En el contexto social y económico en el que nos encontramos, las organizaciones sindicales tenemos la responsabilidad de actuar con la máxima coherencia. Solo así podremos preservar los derechos de los trabajadores con la garantía de unos mínimos inquebrantables. La Federación de Industria de CCOO de Asturias no asumirá atropellos, ni se plegará a determinadas conveniencias que nada tiene que ver con los intereses y derechos de los trabajadores a los que nos debemos”.