A principios de febrero de 2012 se celebrará el 38º Congreso Federal del PSOE en la ciudad de Sevilla. La reunión tendrá lugar tras la debacle electoral del pasado 20-N, que ha llevado al PSOE a perder el 40% de los votos obtenidos en 2008 y ver mermada su representación parlamentaria a niveles históricos. A pesar de este terremoto, la mayoría de la dirección parece mirar para otro lado: el debate de cara al Congreso, carente de autocrítica y de ningún signo de rectificación, se ha centrado en quién ocupará la secretaria general y en reiteradas declaraciones de los máximos líderes del partido a favor de colaborar en los “asuntos de Estado” con el gobierno de Rajoy. La crisis interna del PSOE no se manifiesta tanto en las cumbres del aparato como en el descontento y la crítica que recorre numerosas agrupaciones del partido. Para dar voz a estos sectores, desde El Militante entrevistamos a dos veteranos socialistas, Pepe Martín y Miguel Manzanares, que en la actualidad son coordinadores de la corriente Izquierda Socialista de Málaga y Andalucía respectivamente. Junto con otros compañeros han elaborado un documento político aprobado en la última asamblea general de IS-Andalucía, en el que defienden la necesidad de un giro amplio y profundo a la izquierda y la defensa de un auténtico programa socialista. El documento lo puedes descargar en el blog de Izquierda Socialista de Málaga (izquierdasocialistamalaga.blogspot.com).
El Militante.— ¿Cuál creéis que son los factores fundamentales que explican el hundimiento electoral del partido?
Pepe Martín - Miguel Manzanares.— Las claves de la derrota electoral son diversas; no solo es responsabilidad de la crisis estructural del sistema capitalista, que los estrategas del gobierno fueron incapaces de prever, sino que la detectaron tarde y luego aplicaron medidas antiobreras, claudicando ante las presiones del capital financiero y los grandes poderes económicos mundiales. Las políticas aplicadas han representado un estrepitoso fracaso de la socialdemocracia, cuyo modelo está agotado como se demuestra con su afán de salvar a la banca y el sistema capitalista, como única salida posible, sin querer admitir que existe otra alternativa desde la izquierda: el socialismo.
Otro factor clave de la derrota es que quién acepta la lógica del capitalismo acaba aceptando las contrarreformas sociales. Los trabajadores esperaban medidas socialistas de izquierdas para salir de la crisis, que se hiciera frente al paro y que se luchara contra la pérdida de derechos, y que un gobierno que había sido elegido por once millones de votantes defendiera con firmeza las conquistas del Estado de Bienestar que se dijo se quería construir. No es que el PP haya ganado, es que el Partido le ha facilitado el camino demostrándose que la política gubernamental practicada por la coalición tácita “liberal-socialdemócrata” ha sido un fracaso, provocando una estrepitosa derrota que no tiene parangón en la historia moderna del PSOE: caída de representación parlamentaria hasta los escasos 110 parlamentarios y la retirada de apoyos de más de cuatro millones de votantes.
EM.— Desde la dirección del partido, a través de Zapatero, Bono, Rubalcaba o Marcelino Iglesias se ha insistido en que la política a desarrollar desde la oposición será leal y de colaboración con el PP para sacar a España de la crisis. ¿Que opináis de esta estrategia?
PM - MM.— Nos parece que será un nuevo error. Si la dirección no rompe los vínculos con la derecha, y continúa por el mismo camino marcado en la hoja de ruta de los llamados “mercados” y sus representantes —FMI, Banco Mundial, UE, etc.—, la lógica de esta dinámica les volverá a llevar a respaldar, abiertamente o con la boca pequeña, políticas antisociales como las que está aplicando el PP, que representan un deterioro profundo de las condiciones de vida de los trabajadores. Es más, por este camino, la desautorización que sufrirá el partido será aún mayor. La política de “unidad nacional”, de “consenso en los asuntos de Estado” o del mal menor, sólo ha servido para que la clase obrera retroceda. Los militantes marxistas del PSOE estamos en una línea diametralmente distinta a la de Rubalcaba, y también a la pretendida por Carme Chacón. De lo que se trata no es de estar a favor del “ajuste fiscal”, es decir, de reducir el gasto público para asegurar que se paga puntualmente a la banca los intereses de la deuda, y luego pedir “políticas de crecimiento”, como ha defendido Rubalcaba en el acto de presentación de su candidatura. O simplemente cambiar las formas y apelar a una democracia interna en abstracto, como hace Chacón, mientras que cuando tenía responsabilidades gubernamentales respaldaba la política de recortes sociales sin abrir la boca. Lo que hace falta es un cambio de 180º grados en la política y en la estrategia del partido. Hace falta recuperar el programa del marxismo “defendiéndolo con honradez y firmeza”, como decía Pablo Iglesias. Lo fundamental para los trabajadores es luchar por un giro a la izquierda, romper los pactos con la burguesía y parar a la derecha a través de movilizaciones de masas.
EM.— ¿Cuál es el ambiente en las agrupaciones, que piensan los militantes del partido respecto a lo que ha ocurrido?
PM - MM.— El problema que tenemos para detectar el ambiente en el seno del Partido es la escasa dinámica interna que existe. El debate crítico se está expresando fuera, en las plazas, en las calles, en el 15-M, en la red, en los diversos embriones de corrientes que están surgiendo y en los correos y visitas que recibimos en el blog de nuestra corriente. Las encuestas dicen que Izquierda Socialista es la corriente más valorada por los ciudadanos entre las sensibilidades y propuestas que existen en el seno del partido.
En Málaga no se ha convocado todavía ningún Comité Provincial del partido para debatir las causas de la derrota y empezar a preparar desde abajo las medidas organizativas y democratizadoras adecuadas, algo que hemos planteado desde nuestra corriente e insistiendo en cada Comité, mediante mociones, resoluciones y trípticos, uno de los últimos titulado Falta debate, autocrítica y rectificación. Ahora se ha convocado el Congreso Provincial el 22 de enero, que elegirá los delegados para el Congreso Federal de febrero. Tenemos también las elecciones a la Junta de Andalucía para marzo de 2012. Los cauces para el debate no son los adecuados por las fechas tan apretadas del calendario y además, es imprescindible que se articulen previamente mecanismos para poder debatir a fondo desde las bases, con libertad y amplitud de miras, como explicamos en el documento que hemos elaborado y asumido en la reciente Asamblea de Andalucía de Izquierda Socialista celebrada en Granada.
EM.— Desde Izquierda Socialista de Málaga habéis elaborado un documento político de cara al 38º Congreso ¿Cuáles son sus ejes centrales?
PM - MM.— Efectivamente, nuestra corriente en Málaga si ha estado ágil y hemos abierto el debate desde las bases, elaborando unas propuestas que se han llevado a la Asamblea de Andalucía de IS-PSOE celebrada en Granada el pasado 21 de diciembre, y se han asumido junto con otros dos documentos más, uno de Jerez y otro de Algeciras. Los ejes centrales de este documento, que hemos titulado Propuesta desde la Izquierda para el debate preparatorio del 38º Congreso del PSOE, son: Análisis de la crisis capitalista que es estructural y mundial; situación económica, política y social en el Estado español, donde se explica la ofensiva sin precedentes que está llevando la derecha contra la clase trabajadora y la juventud; propuesta de un programa que ofrece una alternativa socialista que rompa con la dictadura de los mercados, introduciendo la nacionalización y la planificación democrática de los recursos financieros y económicos, para poner las fuerzas productivas al servicio de la ciudadanía y no de los banqueros y especuladores que están saqueando al pueblo. Al final explicamos que no basta solo con plantear un programa, por muy bueno que sea, sino que es fundamental que nos organicemos buscando la unidad para atraer a otras fuerzas de la izquierda, para luchar democráticamente juntos por la transformación socialista de la sociedad, porque bajo el capitalismo no hay futuro para la humanidad.