El pasado jueves 26 de enero en torno a 80 vecinos de Villaverde del Río nos reunimos en la ya tercera asamblea de la vivienda. Desde el pasado mes de octubre, jóvenes y trabajadores de nuestro municipio, con el ayuntamiento a la cabeza, nos hemos organizado en torno a una asamblea de demandantes de vivienda con la intención de discutir y decidir como luchar para garantizar nuestro derecho a una vivienda digna.
En dicha región, Santiago Jiménez, alcalde del pueblo de Izquierda Unida y veterano militante de la CMR, denunció la situación desesperada a la que se ven sometidas muchas familias obreras debido a los desahucios y la asfixia económica de hipotecas impagables provocada por las grandes constructoras y los bancos, en un momento en que éstos últimos tienen 3.200.000 viviendas en stock y reciben cuantiosas ayudas publicas.Santiago, también señaló a las fuerzas políticas, especialmente las de izquierdas, que rompiendo con los intereses de su base social han mantenido una política en beneficio de las constructoras y las promotoras durante años desde ayuntamientos u otras administraciones. Esta colaboración con los empresarios de la construcción ha generado en centenares de pueblos una situación similar a la de Villaverde: mientras cientos de familias se encuentran sin vivienda y arruinadas, los empresarios del sector cuentan las abundantes ganancias obtenidas de la explotación de los trabajadores, la cesión de dinero público a través de subvenciones y el regalo de suelo municipal.
Santiago defendió la alternativa del programa que desde IU hemos defendido durante años mientras estábamos en la oposición y, ahora, desde la alcaldía: la reactivación de la construcción de una estructura de 58 pisos que una promotora ha dejado inconclusa a través de la expropiación. Exigió la intervención de la Junta de Andalucía para concluir las obras a través de gestión municipal. A su vez, propuso que el reparto del trabajo que dicha obra generará se realice y controle a través de asambleas de trabajadores, paliando así una buena parte del desempleo que hoy azota el municipio. El reparto de las futuras viviendas se produciría también de forma democrática y bajo el control de las familias trabajadoras a través asambleas públicas donde participen todas las personas demandantes de viviendas.
Por último, se explicó que la única manera de poder llevar a cabo este programa es en base a la lucha y la organización del conjunto de la clase obrera; finalizando con un llamamiento para crear un comité de ocupación de la estructura de pisos sin acabar que lleve a cabo la ocupación y la extensión de la lucha.
Durante el debate en la asamblea, en la que contamos con la presencia del 15-M e IU de la Rinconada, diferentes trabajadores destacaron la necesidad de la solidaridad a través de la organización del conjunto de la clase obrera para poder acabar con toda la avalancha de ataques a los que se está sometiendo a las familias trabajadoras. Y, también, en la necesidad de que la solidaridad con esta lucha se extienda al mayor número de pueblos y ciudades para generar la presión necesaria que obligue al gobierno autonómico a asumir las reivindicaciones de los jóvenes y trabajadores en materia de vivienda, así como prevenir cualquier intento de desalojo y represión. Tras la asamblea en torno a 50 vecinos se apuntaron al comité para la ocupación de la estructura y comenzar la lucha por la expropiación.
