Éxito de la huelga general en Andalucía y manifestaciones masivas
[Crónicas de Sevilla - Cádiz y Málaga]
Málaga
Como en otras ciudades, el 29M arrancó en Málaga a las 12 de la noche de una forma muy visible y contundente. Numerosos trabajadores y jóvenes huelguistas, entre los que había miembros de todos los sindicatos convocantes, de organizaciones de izquierdas y del movimiento 15M nos organizamos en piquetes informativos. Los compañeros tanto del Sindicato de Estudiantes como de El Militante participamos activamente. A esta hora en el centro de Málaga, el objetivo fundamental era asegurar que el abuso sistemático y las amenazas de los empresarios de la hostelería a los trabajadores no impedía que ejercieran su derecho a participar en la huelga. Efectivamente, en la misma Plaza de la Merced donde se conformó un piquete de más de 300 personas, la mitad de los bares de copas permanecían abiertos. Muchos de los camareros se apresuraban a cerrar aprovechando la cobertura de la presencia del piquete. Mientras, desde la calle Larios subía también otro numeroso grupo de compañeros. La tónica general fue esta. Cientos de trabajadores de la hostelería, amenazados con el despido, esperaban a los huelguistas para poder cerrar. También muchos trabajadores de las gasolineras, que a la llegada de los piquetes llamaban por teléfono a sus jefes para que desde las cámaras de seguridad pudieran comprobar cómo era inevitable parar el servicio. Cada cierre, era celebrado con aplausos en un ambiente tranquilo y muy animado.
La presencia policial ya a esa hora era totalmente desproporcionada, y muchos de los empresarios permanecían en las puertas de los establecimientos en actitud desafiante junto con la seguridad privada reforzada para la ocasión. Al paso de los piquetes informativos, algunos de los dueños de los bares de copas, acostumbrados al ordeno y mando, provocaban a los compañeros sabiéndose bien protegidos por sus propios matones y también por la policía nacional, que estaba al quite para garantizar que los piquetes no podían acercarse a la puerta de los establecimientos. La situación de los trabajadores de muchos de esos bares es muy complicada. Amenazados con ser despedidos inmediatamente si hacen la huelga, dentro del bar, y sin la posibilidad de explicar esto a los piquetes por la presencia policial. Algunos empresarios incluso reaccionaron violentamente cuando los piquetes intentaron informar a los trabajadores de los motivos de la huelga y su derecho a ejercerla, pero quedaron sorprendidos ante la firmeza de los compañeros, que lejos de amedrentarse se mantuvieron en su posición. Es vergonzoso como la policía nacional reacciono en las primeras dos horas de huelga. Del lado empresarial descaradamente, actuaron como rompehuelgas, empujando, agrediendo, identificando e incluso deteniendo a algunos compañeros de los piquetes. De hecho, sobre la una de la mañana en la misma Plaza de la Merced, un compañero de 15 años afiliado al Sindicato de Estudiantes era detenido sin ninguna justificación. Inmediatamente la policía organizó varias cargas para disolver los piquetes que ya se habían juntado y vendrían dos detenciones mas, todos compañeros jóvenes en un intento de frustrar a la gente más activa, poder sacar la foto que justifique la criminalización de los jóvenes al día siguiente en la prensa y mantener a toda costa una apariencia de normal funcionamiento del importante sector hostelero en Málaga. No lo consiguieron, y la mayoría de bares tuvieron que echar el cierre perdiendo la batalla contra la huelga.
Sobre las dos de la madrugada, con todo el centro cerrado se empezó a organizar la salida hacia los puntos fundamentales que se ponen en funcionamiento de madrugada. Limasa (recogida de basuras), MercaMalaga, el Centro de Transportes de Mercancías de Málaga, el Parque Tecnológico (polígono mas importante de Málaga), el Puerto de Málaga, la Empresa Malagueña de Transportes y otros puntos neurálgicos. La actividad de los piquetes en la mayoría de los sitios fue simbólica, porque el seguimiento de la huelga estaba siendo masivo entre los trabajadores. Dos o tres camiones, los servicios mínimos pactados y poco más. Si se percibía mayor actividad en el Parque Tecnológico. A pesar de que el tráfico en la puerta de entrada era mucho menor que en cualquier otro día, mas trabajadores que en otros sitios entraban en coche o andando. Cuando algunos de los compañeros del piquete les repartimos hojas y les preguntamos si conocían los motivos de la huelga y su derecho a secundarla, nos contaron lo que estaba pasando. Algunas empresas como CATSA, del grupo PRISA, que ofrece servicio de teleoperadores a terceros como Canal Plus, Hacienda o Salud Responde, habían fijado los servicios mínimos en un 75%. Muchos trabajadores habían protestado ante esta conculcación salvaje de sus derechos, pero ninguno de sus representantes sindicales en los comités de empresa había reaccionado para garantizar que pudieran hacer huelga. Muchos de estos trabajadores estaban muy frustrados porque sabían de sobra lo importante que era el éxito de la huelga y sobre todo enfadados, porque no vieron nada justo que algunos miembros del piquete les tomaran por esquiroles, cuando la culpa de no poder participar del paro era precisamente de la inacción de sus representantes sindicales. La fuerte presencia policial garantizaba la jugada: aunque quieras secundar el paro, la empresa te amenaza con el despido, amparándose en los servicios mínimos totalmente abusivos para mantener la actividad a toda costa, la policía garantiza que los trabajadores coaccionados puedan entrar a su puesto de trabajo evitando de forma extremadamente violenta que el piquete pueda bloquear la entrada al polígono, si alguien no llega a trabajo, es señalado como huelguista y despedido. La complicidad del gobierno con las grandes empresas para evitar el éxito de la huelga ha sido total. Y aun así, pese a la represión patronal y policial, una gran parte del Parque Tecnológico permaneció inactivo.
En los grandes hoteles de la Costa del Sol, pese a que muchos de ellos están sufriendo EREs y la contratación de trabajadores eventuales es generalizada, la huelga también tuvo un impacto importante.
La prensa malagueña se ha empleado a fondo para intentar reinventar la realidad. Así han llegado a hacerse eco de las palabras de Felipe Romera, director del Parque Tecnológico, que explicaba que los aparcamientos del polígono, normalmente atestados de coches, estaban totalmente vacios porque todos los trabajadores habían preferido venir andando ese día. Hablan de contenedores quemados y mucha actividad de los piquetes en el CTM para justificar la nula actividad de estos centros, cuando en realidad, a las seis de la mañana todos los compañeros nos habíamos retirado a otros puntos porque allí no había nadie a quien informar, salvo a los seis trabajadores de servicios mínimos que permanecían en su puesto. Cuando el paro es tangible a la vista, no en polígonos industriales lejos del centro urbano, tienen que reconocer que el paro fue mayoritario, como en las obras del Metro donde no trabajó nadie.
Por la mañana, algunos compañeros se desplazaron a la Universidad de Málaga con un camión cargado con megafonía para hacer un llamamiento a la participación en el paro, pero según llegaron, se dieron la vuelta y se fueron. La huelga había dejado todos los edificios vacios y allí no había nada que hacer. Así mismo, los estudiantes tampoco fueron a los institutos. Después de una intensa campaña de propaganda con miles de hojas y carteles y la celebración de decenas de asambleas y reuniones de delegados, no solo los jóvenes hemos secundado el 29M, sino que además multitud de nuevos compañeros han empezado a participar y a organizarse en el Sindicato de Estudiantes para poder intervenir directamente en la convocatoria de nuevas movilizaciones.
A las 9 de la mañana, la cita de los piquetes era de nuevo en la ciudad. A la llegada a la Estación de Tren María Zambrano, un numeroso piquete volcó su solidaridad con las compañeras de la limpieza de la estación, acampadas en la puerta y que llevan en huelga ya más de 80 días frente al abuso de la empresa EULEN, que no quiere pagarlas todo su salario ni aplicar el convenio en materia de descansos y otros derechos. En esta estación, convertida en centro comercial la situación que nos encontramos fue muy parecida a los bares de copas del centro en la madrugada. Fuerte presencia policial, mucha seguridad privada y trabajadores coaccionados por los dueños de las tiendas y cafeterías. Incluso llegamos a comprobar cómo en algunos establecimientos, se había contratado por un día y en negro a esquiroles para cubrir la ausencia de trabajadores huelguistas, algo totalmente ilegal. Ante esta situación, la policía nacional trató de impedir que los compañeros del piquete siguieran indagando, y decidió echarlos violentamente. Cada vez que los piquetes han puesto en peligro las maniobras empresariales, la policía ha actuado inmediatamente, utilizando la fuerza, las amenazas o deteniendo a algún compañero para evitar la información y la denuncia de estas situaciones.
Pero por mucho que lo hayan intentado, no lo han conseguido. La huelga estaba siendo un éxito y todos los compañeros lo palpábamos. La información de otras ciudades, a pesar de la represión y los detenidos no dejaba lugar a dudas. Cada vez que a través de las redes sociales, la prensa online o las llamadas de los compañeros de otros piquetes nos hacían llegar noticias del seguimiento, éxito de los piquetes y paralización de sectores enteros de la producción y la economía el ánimo y la alegría se apoderaban de todos. Evidentemente, estábamos ganando la batalla del 29M, millones de trabajadores en todo el Estado estaban haciendo lo mismo que nosotros en Málaga, luchar por nuestros derechos frente a los mercados, los banqueros, los empresarios y su gobierno.
Eso quedaría definitivamente claro a las 12 de la mañana, hora en la que estaba convocada la manifestación por CCOO y UGT, y a la que se habían unido prácticamente todas las organizaciones y colectivos de la ciudad. Ya a las 11 de la mañana la gente abarrotaba la Alameda de Colón, lugar de comienzo. Cuando se acercaban las 12, ya eran miles de personas llenando también Muelle Heredia. La afluencia de participantes iba llenando el recorrido hasta la Alameda Principal sin que ninguno de los manifestantes pudiera avanzar ni un centímetro. La cabecera tuvo que ponerse por fin cientos de metros más adelantada de lo planificado en principio y de hecho, cuando sobre las dos de la tarde la cabecera llegaba al final del recorrido la cola aun no había salido de la misma Alameda de Colón. Los compañeros mas veteranos comparaban la asistencia con la manifestación de la Huelga General del 14 de Diciembre de 1988. Es difícil calcular cuanta gente había. En principio, se habló de cincuenta mil. Pocos. Entre setenta y ochenta mil sería más ajustado a la realidad. En una ciudad con seiscientos mil habitantes eso es mucha gente. La policía ha dado el dato de 9.000 asistentes. Estamos hablando de que uno de cada diez malagueños estaba presente, la policía debe pensar o que somos tontos, o que somos ciegos. En todo caso solo han conseguido hacer el ridículo como durante la noche frente a los piquetes. El ambiente era explosivo. Qué alegría es comprobar que no estás solo, que hay fuerza para cambiar las cosas y para frenar los ataques contra nuestras condiciones de vida. La gente buscaba panfletos, estaba sedienta de ideas, de propuestas para continuar la lucha, de alternativas ante el horror de la reforma laboral, los recortes y los ataques. Solamente los compañeros del Sindicato de Estudiantes repartimos 6000 en cuestión de media hora. Que lastima que la dirección de CCOO y UGT volviera a desperdiciar una oportunidad como esta para tomar fuerza, explicar un calendario de lucha contundente, organizar a los trabajadores de cara a futuras convocatorias y a canalizar toda esa energía que la clase trabajadora estaba demostrando. Se limitaron a dar un pequeño discurso a los primeros en llegar al final del recorrido y se fueron. Un nutrido grupo de personas, se volvieron a organizar y salieron de la manifestación de nuevo formando un piquete de casi mil personas que recorrió varias calles hasta llegar de nuevo a la Plaza de la Merced. La actividad de los piquetes no paró hasta entrada la noche.
En Málaga, como en otras zonas del Estado español se ha demostrado la fuerza de la clase obrera en la lucha. De nuevo, y superando todos los obstáculos ha quedado claro que sin el permiso de los trabajadores, nada funciona en esta sociedad. Esta fuerza colosal puede tumbar cualquier ataque, y desde luego esta reforma laboral. Hoy más que nunca y después de esta demostración de fuerza, hay que continuar la lucha. ¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS!
Sevilla y Cádiz
La movilización en Sevilla, al igual que en el resto del Estado español ha sido un rotundo éxito. Los jóvenes, junto a los trabajadores, han participado activamente en los piquetes, garantizando el derecho a huelga. En el sector industrial ha habido un 100% de paro y en los transportes un 80%. Mercasevilla ha paralizado completamente la producción, al igual que Lipassam, donde tan sólo han funcionado los servicios mínimos. En cuanto a Canal Sur, a partir de las 24 horas ha dejado de emitir en directo y ha parado un 96% de la plantilla.
Los marxistas de El Militante estuvimos presentes en los piquetes de Mercasevilla desde las 11 de la noche, donde tan sólo entraron camiones frigoríficos para que no se descongelasen. Una vez dentro el comité de empresa convenció a los camiones para que no se descargase nada. También estuvimos presentes en el piquete en Tussam de las 5 de la mañana, donde tan sólo salieron autobuses con el cartel de servicios mínimos. Por último, participamos también en los piquetes en la Universidad de Sevilla, en Rectorado y la Facultad de Comunicación. En esta última a pesar de que se introdujo dentro de la facultad a las compañeras de la subcontrata de limpieza, gracias al piquete pudimos garantizar su derecho a huelga y finalmente conseguimos que pudieran salir y cerrar al 100% la facultad.
También participamos en los piquetes en Villaverde, donde el cierre fue total, y en los pueblos cercanos en el Mercadona y la fábrica de aceite de Brenes. También en San Jerónimo, paralizando un vivero y garantizando el derecho a huelga de los trabajadores coaccionados por la empresa.
La manifestación en Sevilla ha sido histórica, más de 100.000 jóvenes y trabajadores hemos tomado las calles demostrando que tenemos fuerza para parar los ataques. Los marxistas de El Militante participamos vendiendo la prensa obrera. No han faltado consignas planteando la continuidad de la lucha después del 29M y la determinación de permanecer en las calles hasta echar abajo todos los recortes del PP.
En Cádiz, la huelga fue también un éxito con un paro del 85% en la provincia. Los compañeros de El Militante del comité de empresa de SDS, participamos en el piquete del polígono Tecnobahía que cerró por completo. Después estuvimos apoyando el piquete en el Carrefour del Puerto de Santa María, garantizando el derecho a huelga de los trabajadores frente a la coacción patronal.
La manifestación en Cádiz fue de 30.000 personas. De nuevo se demostró la disposición a la lucha y la gran fuerza que existe para detener los ataques.
