Este año se celebraron elecciones sindicales en la empresa Pizza Móvil de la provincia de A Coruña. La CIG obtuvo dos delegados. Uno de ellos es Manu A.C., compañero de la Corriente Marxista El Militante. Esta es la hoja que los dos delegados elaboraron y repartieron entre los trabajadores de la provincia, informando sobre su posición ante el cierre de un local.

El pasado 3 de mayo de 2012 el comité de empresa de Pizza Móvil en la provincia de A Coruña  firmó, con los votos en contra de los dos delegados de la CIG, un acuerdo con la empresa en la que se da el visto bueno al ERE presentado a finales del mes de marzo y que, entre otras cosas, lleva consigo el cierre del local 42 en la ciudad de A Coruña y el despido de 11 personas de dicho local (aunque 4 van a ser reubicadas en otros locales de la ciudad después de las negociaciones con la empresa).
A la vista de lo acontecido, desde la CIG queremos trasladar al conjunto del plantel de Pizza Móvil nuestra opinión con respecto a estas negociaciones y a sus resultados finales. En primer lugar, nosotros pensamos que un principio básico del sindicalismo de clase (del que defiende hasta las últimas consecuencias los intereses obreros frente a los intereses empresariales) es no avalar ni firmar ningún tipo de despido, puesto que fuimos elegidos justo para defender y hacer valer los intereses de quienes trabajamos y creamos riqueza en la empresa frente a los ataques que Pizza Móvil pueda lanzar aprovechando, además, la situación de profunda crisis económica que atraviesa el sistema capitalista.
Los compañeros de la CIG propusimos en todas las reuniones, tanto con la empresa como dentro del comité de empresa, la realización de asambleas informativas y decisorias para que el conjunto de los trabajadores de Pizza Móvil pudiera decidir colectivamente las medidas que se deberían llevar a cabo. Lamentablemente, no pudimos convencer a las compañeras y compañeros de CCOO y UGT de la corrección de estas propuestas y de su utilidad a la hora de conseguir darle la vuelta al ataque lanzado por la empresa. Se aprobó hacer un referéndum individual exclusivamente con la gente afectada con los votos en contra de los compañeros delegados de la CIG.
Para nosotros, el despido colectivo y el cierre del local 42 de A Coruña no era un asunto que afectara sólo a las personas despedidas que trabajan en ese local o incluso en el resto de locales de la ciudad. Tenemos el convencimiento de que el cierre del local 42 y el despido colectivo es una agresión al conjunto de los trabajadores de toda la provincia. Pensamos, asimismo, que dar una respuesta contundente es totalmente necesario, ya que hoy fue el local 42, pero mañana puede ser cualquier otro local que esté abierto ahora mismo. La empresa no va a pensar más que en sus intereses, sin importarle lo más mínimo nuestras necesidades. De hecho, si en algo hubo unanimidad en el Comité fue en caracterizar el cierre de dicho local como no justificado. Teníamos que haber sido coherentes con ese planteamiento: si no está justificado no se puede permitir ni el cierre ni los despidos.
Desde la CIG queremos hacer un llamamiento al resto de compañeras y compañeros del comité de empresa a reflexionar sobre el método que seguimos (y asumimos nuestra parte de culpa) en este proceso negociador para no volverlo a repetir. Cometeríamos un error si pensáramos que es un éxito que se haya podido reubicar a cuatro personas y pasar de 20 a 27 días de indemnización por año trabajado, pues el montante final no va a suponer ni 100 euros de diferencia.
De haber habido por parte del comité de empresa una alternativa firme y combativa al despido, es más que probable que en el referéndum que se le hizo individualmente a la gente afectada sobre si aceptaba o rechazaba la oferta empresarial (4 reubicaciones y 27 días de indemnización) esta oferta hubiese sido rechazada. Por desgracia, no se pudo ni llegar a plantear esa alternativa.
En definitiva, desde la CIG creemos firmemente en la necesidad de realizar asambleas periódicas con las compañeras y compañeros que no están en el Comité para contar con su voz y para crear una dinámica de participación que nos ayude de cara a futuros ataques a levantar una respuesta contundente. Todos los sindicatos llevábamos en nuestro programa electoral el fomento de la participación de todo el personal y pensamos que es una cuestión que depende exclusivamente de nosotros llevarla a cabo y que será muy beneficiosa a la hora de poder adoptar firmemente una posición de fuerza ante los ataques de la empresa.

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