El pasado 25 de septiembre la policía nacional cargó indiscriminadamente en la Estación de Atocha, después de la concentración convocada frente al Congreso de los Diputados. Las imágenes de la represión policial son dantescas. En concreto, la entrada de los antidisturbios en Atocha golpeando a todo aquel que estuviera delante recuerda los peores tiempos de la dictadura franquista. En Atocha se encontraba Jesús Rocha (en la foto), concejal de IU del Ayuntamiento de Fontanar (Guadalajara).
El Militante.— ¿Cómo discurrió la concentración en la Plaza de Neptuno?
Jesús Rocha.— Como se pudo ver en las imágenes de televisión la manifestación fue tranquila hasta que comenzó a haber cargas de la Policía. A nosotros, que pasábamos por la parte de atrás de la concentración, casi nos aplastan contra la pared. Nosotros nos fuimos hacia Atocha, aunque era muy complicado porque había policías que iban por el Paseo del Prado hacia allí y otros que iban en dirección contraria. En ese momento mucha gente corría y era complicado salir de allí. Finalmente llegamos a Atocha y bajamos al andén a esperar el tren para volver a Guadalajara.
EM.— ¿Qué ocurrió en la Estación de Atocha?
JR.— Se empezó a escuchar disparos y comenzó a bajar a los andenes gente corriendo y detrás bajaron los antidisturbios con sus uniformes de Robocop, iban en grupos de seis o siete y junto a ellos iban también los guardias de seguridad, también repartiendo golpes indiscriminadamente. Nosotros estábamos sentados en el banco y de repente un policía me dio un puñetazo en la cara y yo me puse a gritar “vergüenza, vergüenza, vergüenza”, y llegó otro grupo de policías y siguieron golpeándome. En ese momento yo seguía gritando “vergüenza” intentando llamar la atención para que me dejaran de golpear.
El 25-S los antidisturbios estaban descontrolados, evidentemente los principales responsables son los cargos del PP que estaban al mando y que fueron los que decidieron que la policía fuera a saco. Desde luego esta actuación y especialmente el hecho de entrar en la estación de Atocha es algo que no se puede hacer, porque podían haber provocado una desgracia mayor, que alguien se cayera a las vías o incluso que cualquiera que bajara del tren recibiera algún pelotazo. Hay un refrán que dice “de padres gatos, hijos mininos”, muchos cargos del PP son hijos de cargos políticos de la dictadura franquista y evidentemente ciertas actuaciones recuerdan aquellos tiempos.
EM.— ¿Cuál crees que es la manera de luchar contra la represión?
JR.— Yo no sé mucho de estrategia, pero creo que la policía detenga a unos cuantos para intentar frenar el movimiento no va a evitar que la gente siga protestando contra los recortes. La forma de responder no es con más violencia, que lo único que sirve es para dar una justificación al PP para seguir con la represión. En este caso la actuación policial fue una sinrazón y la razón siempre se tiene que imponer.
EM.— ¿Quieres añadir algo más?
JR.— El PP quiere dar la imagen de que con dureza se arreglan las cosas, que es necesario mano firme para acabar con los problemas. Pero, el problema es que estando en 2012, con todos los medios digitales existentes, una actuación como la del 25-S queda grabada. Antes no había testigos de estas actuaciones, pero hoy en día no se puede evitar que estas cosas se graben, que es ya lo que faltaba. Con la política del PP en este sentido vamos a llegar a la situación de la novela de Orwell 1984, en la que hay un control absoluto de la población. El 25-S se repartieron palos a todo el mundo como fue mi caso, estar sentado en un banco fue motivo suficiente para que me golpearan.