La sanidad pública no se vende se defiende
Entrevista con C. Vicente, enfermera del hospital Gregorio Marañón y miembro del comité de empresa por CCOO
Las recientes medidas anunciadas desde el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) para el IMSALUD han puesto en pie de guerra a toda la sanidad madrileña: Hospitales, centros de especialidades y atención primaria; celadores, personal de cocina y lencería, administrativos, auxiliares, personal de enfermería y facultativos, que junto a los usuarios salieron masivamente a la calle el pasado 18 de noviembre.
La huelga convocada en la sanidad pública madrileña, por todos los sindicados con representación en la mesa sectorial, para los días 26 y 27 de noviembre está siendo un rotundo éxito, que se repetirá sin duda el 4 y 5 de diciembre. Este grado de unidad de acción es un paso adelante y pone de manifiesto que sólo con la lucha unificada desde un punto de vista de clase se puede hacer frente a estos ataques.
Pero esta ofensiva contra la sanidad pública se enmarca en las políticas de recorte del conjunto del gasto social: educación, justicia, servicios a la ciudadanía, atención a los mayores y discapacitados, transporte público… que junto con el aumento del paro y la reducción de salarios en el sector público y en las empresas privadas están provocando un empobrecimiento acelerado de la mayoría de la población en Madrid, en el conjunto del Estado y en toda Europa. Mientras, ingentes cantidades de recursos son destinados a mantener los beneficios de banqueros y grandes capitalistas. Por ello echar atrás los recortes en la sanidad pública pasa por echar atrás todos los recortes sociales y al gobierno del PP a nivel estatal y en la CAM. Para ello es necesario la lucha unificada, la coordinación de todos los sectores y sindicatos (fundamentalmente los de mayor representatividad CCOO y UGT) como están haciendo también los Comités de Empresa de Metro y EMT para convocar una huelga de todo el sector público.
En estos momentos se están realizando encierros de personal en hospitales y centros de atención primaria, hay constituidos grupos de trabajo que agrupan a todas las categorías del personal sanitario. Esto demuestra la disposición a la lucha. Un paso adelante importante sería convocar asambleas en los hospitales por parte de los encierros, grupos de trabajo, Secciones Sindicales y Juntas de Personal los días de huelga convocado también a todo los servicios públicos de las distintas zonas: colegios, institutos, centros de mayores, centros de administración del estado, cocheras de Metro y EMT, parques de bomberos, parques de limpieza viaria… donde se pueda debatir las medidas a adoptar y se emplace a las direcciones sindicales de CCOO y UGT a convocar una nueva Huelga General de 48 horas con un objetivo muy concreto: Derribar al gobiernos por los ataques a las condiciones de vida de los trabajadores y la inmensa mayoría de la población.
Entrevistamos a C. Vicente, enfermera del hospital Gregorio Marañón y miembro del Comité de Empresa por CCOO, que junto a otros miembros del Comité y trabajadores han estado encerrados en el Aula Magna del Pabellón de docente del hospital.
El Militante.- ¿Desde cuándo mantenéis el encierro?
C. Vicente.- Hace 15 días. Desde aquí hacemos asambleas, abiertas a todos los trabajadores y usuarios, y se decide entre todos las acciones a realizar: repartimos las tareas, hacemos pancartas, buzoneamos el barrio con propaganda… y todo tipo de actividades de protesta por el hospital y el barrio. Los compañeros que no pueden participar en el encierro nos ayudan en las tareas, nos traen comida y nos dan ánimos.
EM.- ¿Qué seguimiento está teniendo la huelga?
CV.- El paro es total, sólo se están respetando los servicios mínimos. La unidad de acción de todos los sindicatos está siendo un elemento muy positivo en esta jornada de huelga. En el Gregorio Marañón siempre hemos tenido un comité de empresa muy unido por encima de las diferencias entre los sindicatos de clase y los sindicatos profesionales, huimos de ser sectarios tratando de aglutinar el máximo de gente. No tengo información de otros hospitales pero creo que será también masiva la participación en la huelga.
EM.- ¿Qué opinas de la necesidad de unificar la lucha de todo el sector público?
CV.- No puede ser de otra manera. De hecho nosotros hemos tenido contacto y reuniones de trabajo desde junio con las Juntas de Personal del hospital Santa Cristina y del Centro de salud de Retiro y con los Comités de Empresa de la Residencia de mayores “La Paz”, de la Consejería de Servicios Sociales, de la Casa de la Moneda y RTVE, aunque estos dejaron de participar por problemas de calendario. Venimos realizando manifestaciones diarias todas las mañanas y tardes por el barrio, incluso alguna nocturna con velas a las tres de la madrugada. Actualmente, estamos manteniendo las concentraciones de la mañana y, en algunas ocasiones, la concentración se desplaza al hospital de Santa Cristina para dar ánimos a los allí encerrados. También coincidimos en alguna acción con los compañeros de Metro y EMT y con la Asociación de Vecinos del Barrio. Esto nos ayudó mucho de cara a la huelga general del 14 de noviembre por ejemplo para buzonear el barrio con propaganda.
EM.- Nosotros defendemos la necesidad de continuar la lucha hasta derribar al Gobierno y que la siguiente acción debe ser una Huelga General de 48 horas. ¿Lo ves viable?
CV.- Por supuesto que estoy de acuerdo, el ataque a los derechos de los trabajadores se lo merece. El problema es que ahora hay mucha gente que se lo pensaría, date cuenta que tenemos dos huelgas sectoriales de 48 horas, hoy 26 de noviembre y mañana 27 y el 4 y 5 de diciembre y son muchos días de descuento por las huelgas, además de que no cobraremos la paga extra de diciembre. Por eso hay que prepararla bien, con tiempo y dándola una finalidad concreta. Yo siempre digo que lo que nos están quitando son los “intereses” del “capital” que supuso la lucha de los trabajadores de décadas anteriores, si dejamos de luchar es como si retirásemos ese “capital” y nos arrebatarían todos los “intereses”, dejaríamos de percibirlos.
Por otro lado esta crisis está dejando al desnudo la auténtica esencia del capitalismo y concienciando cada vez a más gente de la necesidad de luchar. Hay que empezar a cuestionar este sistema que nos lleva a la catástrofe y empezar a lanzar la idea de nacionalizar la banca, no sólo las pérdidas, que es lo que están haciendo ahora, sino todo el capital para planificar la economía en función de las necesidades reales de la gente. No solamente hay que acabar con este gobierno, hay que acabar con el sistema capitalista.