La celebración de la X Asamblea Federal de Izquierda Unida los próximos días 14, 15 y 16 de diciembre se produce en un contexto político y económico muy favorable para el rápido crecimiento de nuestra organización. En los próximos meses IU puede convertirse en un referente para miles de jóvenes y trabajadores que empiezan a buscar una salida revolucionaria a la crisis. La elaboración de un programa político verdaderamente anticapitalista y de transformación social será una de las claves para que esto suceda. Como acertadamente aparece en el texto del programa presentado a debate “la X asamblea se presenta como una oportunidad para dar respuesta al reto de la izquierda en estos momentos claves de la lucha de clases”.
La asamblea provincial de IU en Sevilla
Lamentablemente, los temas fundamentales para una política revolucionaria son abordados en el programa desde una perspectiva reformista que no resuelve ni las contradicciones en que se halla sumido el sistema ni los sacrificios que impone a la clase trabajadora para salvar los beneficios capitalistas. De hecho, y esta ha sido una de las enmiendas presentadas por la asamblea de Villaverde del Río, en el texto se menciona la victoria electoral del Partido Socialista en Francia como una especie de “esperanza de la izquierda transformadora que señala sin duda por donde debemos continuar”. Han bastado unos meses de gobierno del PSF para desmontar esta ilusión y comprobar la realidad de las políticas reformistas aunque sean de “izquierda”. El primer presupuesto presentado por Hollande propone un recorte de 30.000 millones de euros, un aumento del IVA y bonificaciones fiscales para las empresas.
En la asamblea sevillana de IU, la aportación de la delegación de Villaverde se ha centrado en la defensa de un auténtico programa revolucionario y de los métodos de la democracia obrera. Temas centrales como la nacionalización de la banca, la reforma agraria basada en la expropiación de los grandes latifundios, la cuestión del derecho a la vivienda, la política de pactos y la lucha coherente contra los recortes capitalistas... fueron tratados en forma de enmiendas en un congreso al que asistieron 150 representantes de toda la provincia. Hay que decir que todas fueron aprobadas mayoritariamente por los delegados, especialmente por la numerosa representación de la CUT de Gordillo, a pesar de que hubo varias intervenciones “oficiales” en contra.
Por la nacionalización de la banca
La nacionalización de las entidades de crédito en apuros está siendo aceptada por todos los gobiernos capitalistas para socializar las pérdidas y pagar con dinero público las trampas de los bancos —generadas, como se sabe, por dedicarse a la especulación más irresponsable— para una vez saneadas entregárselas de nuevo a los causantes del desastre. El programa de los marxistas nada tiene que ver con esto. Se trata de despojar a los magnates financieros de los medios y del poder por el que controlan el mundo y dedicar estos ingentes recursos a las necesidades reales de la sociedad. La administración del estado, con la participación activa de los trabajadores, puede hacerse cargo con normalidad del sistema crediticio y de inversión. Esto es la nacionalización revolucionaria de la banca.
Sin embargo, la propuesta que con más insistencia aparece en el programa presentado por la dirección de IU para este proceso congresual es la banca pública que funcionaría junto a la banca privada, es decir, que continuaría dejando el poder financiero intacto, en manos de los capitalistas usureros y a los trabajadores en manos y encadenados a éstos. Según la actual dirección, la existencia de una banca pública posibilitaría la reactivación del crédito para las pequeñas y medianas empresas, utilizando para ello fondos que procederían de un impuesto a las transacciones financieras, sacando del trastero de nuevo la famosa tasa Tobin. Hay que decir que esto es del todo irrealizable bajo el capitalismo ¡cómo si los capitalistas no tuvieran uno y mil modos de eludir todas las regulaciones que salen a su paso!, contando además con el concurso de los gobiernos y tribunales de la democracia burguesa que les sirven fielmente.
Las contradicciones fundamentales de la crisis capitalista no pueden resolverse con medidas reformistas tales como la banca pública, incompatibles con la dictadura de los mercados financieros que son los que mandan, los culpables de la crisis y los promotores de las políticas antiobreras. La nacionalización socialista de la banca se presenta como una consigna esencial en la lucha contra la crisis y los poderes del capital.
Política de pactos y lucha contra los recortes
Cuestiones trascendentales para la credibilidad de Izquierda Unida como la política de pactos y la lucha contra los recortes no se trataron en abstracto en la asamblea. Nuestra enmienda centraba el debate sobre el papel de los diputados de IU en los parlamentos, ayuntamientos e instituciones burguesas y los peligros de asimilarse al sistema. La actuación de los diputados de IU en los parlamentos de Extremadura, colaborando con las políticas del PP, y Andalucía, aprobando un plan de ajuste y un presupuesto de recortes, son dos graves precedentes que tienen que ser corregidos por la Asamblea. Lo que está en juego es la coherencia entre el discurso y la práctica política. De nada valdría un programa anticapitalista que llamara a la rebeldía y a la lucha contra los recortes y las políticas del capital si luego, en la escena parlamentaria aceptamos y aplicamos estas políticas.
La enmienda fue votada favorablemente por mayoría y sin duda abrirá un debate en la asamblea andaluza. Un debate que tiene que poner encima de la mesa la necesidad de subordinar cualquier pacto de gobierno a los principios irrenunciables del programa de IU y su intransigente lucha contra los recortes y las políticas más agresivas del capital.
