Afiliados al Sindicato de Estudiantes y de El Militante se reunieron con el comité de Empresa de Vitrasa (CCOO, CIG, UGT) el pasado 6 de diciembre, cuando los trabajadores estaban en huelga. Sus palabras de apoyo a la huelga fueron recibidas con aplausos por parte del comité.
Los trabajadores de Vitrasa fueron a la huelga por un convenio digno, exigiendo una pequeña subida salarial, dos días de descanso a la semana, tiempo de descanso en los turnos y 30 días naturales de vacaciones. Tras tres días de huelga decidieron emprender una huelga indefinida. Finalmente, tras 13 días de huelga la empresa cedió a la mayoría de sus reivindicaciones y los trabajadores ratificaron en asamblea el acuerdo alcanzado. A continuación publicamos un pequeño reportaje de la conversación mantenida con los compañeros del comité de empresa, en medio del conflicto
Los compañeros del comité empiezan por desmontar las mentiras de la empresa respecto a sus supuestos problemas económicos: “La empresa lleva teniendo unos beneficios de unos 4 millones de euros anuales, desde 2008 hasta 2011”. “Muy mal lo deben haber hecho para haber tenido pérdidas en 2012. Es mentira”, señalan. Los trabajadores nos explican también que el ayuntamiento de Vigo entrega cada año 12 millones de euros de subvención a la empresa. “Eso equivale a que cada vigués, antes de subir al autobús, ya le esté regalando 37 euros al año a la empresa”, denuncian. Y este año han vuelto a solicitar al ayuntamiento un nuevo aumento del precio de los billetes, “a pesar de tratarse de uno de los transportes más caros de todo el Estado español”
La empresa juega con los servicios mínimos
Otro aspecto que indigna especialmente a los trabajadores es todo lo relacionado con los servicios mínimos impuestos en esta huelga. Estos son del 40% en hora punta, lo que es completamente abusivo. Pero teniendo en cuenta la franja horaria estipulada “prácticamente todo el día para ellos es hora punta”, nos dicen. “Y se están incumpliendo, porque funcionan más autobuses de lo establecido”. Ellos han presentado denuncia ante el concello, la Xunta y la subdelegación de gobierno “aportando toda la documentación, fotos, billetes…” y a día de hoy no han obtenido ninguna contestación. Además, la empresa ha jugado con el número de autobuses concentrándolos en las líneas que les interesa. “No se está dando servicio a las líneas que no les dan dinero”, en cambio “la línea 11 tiene un 100% de servicio todo el día, mientras que otras –la periferia de Vigo, la universidad, los autobuses de minusválidos- tienen el 0%”.
Una importante victoria
El 12 de diciembre concluyó la huelga. El preacuerdo, aprobado por los trabajadores en asamblea, fija una paga de 300 euros lineales y consolidables en 2012 y de 250 en 2013. La jornada laboral anual aumenta en 20 horas, pero se consiguen los dos días de descanso semanal en rotación de 5 semanas y los 30 días naturales de vacaciones y se consigue a ultraactividad del convenio (seguirá en vigor hasta la aprobación del siguiente) rompiendo con la reforma laboral del gobierno en este punto.
Esta victoria es especialmente importante en un contexto de depresión económica como el actual y demuestra que aun en las condiciones más desventajosas para los trabajadores se pueden conseguir mejoras a través de una lucha decidida –incluyendo la huelga indefinida- como la que han protagonizado los trabajadores y trabajadoras de Vitrasa.
