“No vamos a ceder ni a negociar con cuestiones que consideramos que son irrenunciables. Ante las políticas neoliberales y depredadoras del PP no se puede ceder ni un milímetro”
La Corriente Marxista El Militante participamos activamente en el fortalecimiento de Izquierda Unida, su desarrollo como organización de masas y la convergencia con los movimientos sociales. Ponemos todo nuestro esfuerzo en que este proceso cristalice en una alternativa revolucionaria con un programa socialista que luche por acabar con la pesadilla del capitalismo. A continuación publicamos una entrevista realizada en el mes de agosto a Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida. Consideramos sus opiniones muy interesantes y, aunque compartimos muchas de sus apreciaciones y puntos de vista, no coincidimos con todas ellas. Los lectores de El Militante pueden conocer nuestro punto de vista sobre los temas tratados en nuestros textos editoriales.
El Militante.- El gobierno del PP ha desatado una ofensiva generalizada y profunda contra todas las conquistas de los trabajadores y de la juventud. ¿Cuáles son los objetivos de esta política tan brutal?
Cayo Lara.- El Gobierno del Partido Popular está utilizando esta crisis y la gestión de su salida, que está siendo una auténtica estafa, para desmontar lo que conocíamos como estado del bienestar. Está usando la crisis como excusa, como pretexto para acabar con todos los derechos que tanto esfuerzo le costó conseguir a la clase trabajadora de nuestro país. Se han marcado como objetivo destruir todos los derechos sociales y laborales y acabar con los servicios públicos más básicos y fundamentales como la educación, la sanidad, la vivienda o la dependencia.
Para la derecha, a todos los niveles, la crisis se ha convertido en su oportunidad para laminar a la clase trabajadora y tirar por el sumidero todas esas conquistas y derechos por los que tan duramente luchamos en el pasado. Todos los trabajadores y trabajadoras están siendo las víctimas de estas políticas, pero especialmente los más jóvenes, a los que se está obligando a exiliarse o a precarizarse, sin término medio. Tanto el Gobierno actual como el anterior son corresponsables de la situación actual.
EM.- ¿Cuáles son las principales conclusiones políticas, desde tu punto de vista, que hay que sacar del “caso Bárcenas” y toda la corrupción que envuelve al partido del gobierno?
CL.- Creo que el PP, en el caso Bárcenas, se ha comportado como una verdadera ‘famiglia’. Al principio todos se protegían entre ellos e imperaba la ley del silencio. Ahí están los sucesivos comunicados del PP felicitando al extesorero por su excelente labor en el partido. Sin embargo, cuando esa ley del silencio se rompe y empiezan las fisuras, cuando se rompe la ‘omertá’, es cuando las tornas cambian y el que hasta entonces había sido protegido empieza a ser señalado como delincuente.
En el caso Bárcenas el PP ha mentido, tanto desde el partido como desde el Gobierno. Su máximo responsable, el presidente del Gobierno y del PP, el señor Rajoy, también ha mentido y no tiene ya ninguna credibilidad. El pasado 1 de agosto se lo dijimos en el debate parlamentario. Mariano Rajoy hoy no es creíble, no es garantía de estabilidad, y está condenado socialmente por la mayoría de la sociedad española. No se puede construir el futuro bajo las sospechas de las sombras del pasado. El señor Rajoy debe asumir su responsabilidad.
El caso es de una extraordinaria gravedad. Los 48 millones de euros en las cuentas de Bárcenas supondrían, por poner un ejemplo, que durante 27 años cada día se llevaba un millón de pesetas a las cuentas del extranjero. ¿No se enteró nadie? ¿Nadie lo supo? ¿Cómo es posible que ni el presidente ni los secretarios generales conocieran esas prácticas? ¿Es que no les pedían cuenta los empresarios que entregaban dinero? Si eso era la sisa, señor Rajoy, ¿cuánto era el principal? Esa es una pregunta importante que en el PP tienen que responder.
El caso Bárcenas, junto a los incumplimientos de programa y la estafa electoral, son motivos más que de sobra para exigir la dimisión del Gobierno en pleno y la convocatoria de elecciones generales para que el pueblo español tome la palabra.
EM.- Con el caso Nóos se ha hecho evidente que la corrupción también afecta de lleno a la monarquía y a segmentos importantes del apartado del Estado. ¿Qué opinión te merecen los famosos “errores” cometidos por Hacienda con el DNI de la Infanta? ¿No crees que todo lo que está sucediendo con la monarquía pone en evidencia un claro caso de impunidad? ¿Qué papel político desempeña la institución monárquica y qué posición tiene IU ante ella?
CL.- Los errores cometidos con el DNI de la Infanta no se sostienen. Ni siquiera el ministro Montoro fue capaz de explicarlos en el Parlamento. No es creíble que pueda cometerse un mismo error hasta en 14 ocasiones y por personas distintas, y más aún con un número tan peculiar como el que tienen las personas pertenecientes a la familia real.
Desde la Transición hasta nuestros días la monarquía ha estado muy protegida desde todos los ámbitos y desde diferentes estamentos estatales. Siempre ha tenido ese manto de protección, especialmente desde los grandes medios de comunicación, muy cortesanos con la realeza. Ha sido una protección que, en mi opinión, también ha intentado tapar algunos escándalos que hubieran dañado gravemente la imagen de la Casa Real. Ahora, con el caso Urdangarin, el dique de contención que impedía que se conocieran esos escándalos se ha roto y ha desbordado a la propia Casa Real y a todos aquellos que la protegían.
Izquierda Unida es un movimiento político y social de carácter republicano, por lo que nuestro punto de vista no ha variado. Consideramos que la institución monárquica, tanto en España como en otros puntos del mundo, es una institución caduca, anacrónica, que no tiene sentido en pleno siglo XXI. No es concebible que una familia, por derecho de sangre, tenga garantizados unos privilegios vitalicios. Eso es profundamente antidemocrático. Yo quiero que cualquier ciudadano de este país pueda elegir y ser elegido como Jefe del Estado.
EM.- En los últimos meses los capitalistas y los grandes medios de comunicación han desatado una intensa campaña para favorecer un clima de “unidad nacional”. De hecho, los dirigentes del PSOE han dado pasos concretos en este sentido, suministrando balones de oxígeno al gobierno justo en el momento de más debilidad del PP. De forma muy acertada bajo nuestro punto de vista IU ha rechazado los pactos con el PP. ¿Qué opinas de la política de “oposición” al gobierno del PP que está haciendo el PSOE?
CL.- Creo que es el PSOE el que tendrá que rendir cuentas ante sus afiliados y todos aquellos que depositaron su confianza en ellos en las últimas elecciones.
Desde nuestro punto de vista, en la labor de oposición a un Ejecutivo como el del Partido Popular no caben medias tintas. Ahora mismo, el PP es el responsable de una política que está dañando enormemente a la clase trabajadora y al país en su conjunto. Y en nuestro papel como oposición no vamos a ceder ni a negociar con cuestiones que consideramos que son irrenunciables, como por ejemplo la defensa de los derechos de los trabajadores y de los servicios públicos que consideramos fundamentales.
Desde IU pensamos que ante las políticas neoliberales y depredadoras del PP no se puede ceder ni un milímetro. Tenemos clara nuestra hoja de ruta y vamos a continuar haciendo una oposición firme a este Gobierno, tanto en la calle como en las instituciones.
EM.- A nuestro juicio, las direcciones sindicales son un factor de primer orden en la situación política. El 22 de julio Ignacio Fernández Toxo dijo que prefería “creer al presidente del gobierno, antes que a una persona que está en la cárcel”. También dijo que no quería hablar aún de dimisiones o elecciones anticipadas (ver: http://www.europapress.es/nacional/noticia-toxo-prefiere-creer-rajoy-antes-barcenas-20130722134044.html). Paradójicamente, los dos máximos dirigentes de los dos sindicatos más importantes del país, en el contexto de la mayor ofensiva emprendida contra la clase obrera en las últimas décadas, y ante un PP implicado hasta las cejas en la corrupción, no han pedido siquiera la dimisión del gobierno. ¿No crees que los dirigentes sindicales deberían cambiar su actual orientación e impulsar activamente la movilización para forzar la dimisión del gobierno?
CL.- Yo creo que hay motivos más que suficientes para exigir la dimisión del actual Gobierno y la convocatoria de elecciones generales para darle la voz al pueblo. Nosotros lo hemos tenido muy claro y a medida que se ha ido desarrollando el caso Bárcenas, con los nuevos datos que hemos conocido en los últimos meses, las razones para pedir esa dimisión no han hecho más que aumentar. El fraude electoral de presentarse con un programa y aplicar otro distinto, las diferentes mentiras que contaron en la campaña electoral para engañar a la ciudadanía, ya eran elementos importantes a considerar. Pero las revelaciones del caso Bárcenas y la Gürtel no han hecho más que darnos aún más la razón, ya que supuestamente el PP habría competido dopado y con ventaja con fondos presuntamente irregulares. Estaríamos hablando de una presunta financiación irregular del partido que soporta al Gobierno, un hecho de una gravedad absoluta.
Nosotros siempre hemos sido respetuosos con las decisiones tomadas por los sindicatos en el marco de su autonomía. Si deben cambiar su actual orientación o no es algo que les corresponde solo a ellos y a sus afiliados y afiliadas. Pero lo que sí tenemos claro es que nuestro país necesita unos sindicatos de clase fuertes, capaces de defender los derechos laborales de los trabajadores ante las políticas neoliberales del Gobierno, y más aún en un período como el actual en el que desde la derecha, sobre todo mediática, se dedican a atacar a los sindicatos en un intento de destruir el sindicalismo en su conjunto.
EM.- En el tiempo en que el PP lleva en el gobierno se ha producido una fortísima contestación social (marcha verde, marcha blanca, minería, dos huelgas generales, lucha contra los desahucios, etc…) con sus política. Además, el PP ha perdido una parte muy sustancial del apoyo electoral que obtuvo en noviembre de 2011. En este clima de indignación generalizada contra los recortes, las contrarreformas y de inyección masiva de dinero a la banca ha saltado el caso Bárcenas. En nuestra opinión estamos ante un gobierno muy débil y totalmente desacreditado, y se dan condiciones objetivas muy favorables para poder tumbarlo, por más que el PP se empeñe en continuar con su política de ataques agotando la legislatura. Si el gobierno del PP se sostiene no es por ni por su apoyo social, ni por la falta de ganas de luchar de la gran mayoría de trabajadores y de jóvenes. En nuestra opinión, el factor fundamental es la tibieza de los dirigentes del PSOE y de los sindicatos. Y en la actitud de estos dirigentes pesa decisivamente su falta de alternativa a la crisis capitalista y el temor a las consecuencias políticas de una caída del gobierno del PP por un movimiento masivo de los trabajadores y de la juventud, que evidentemente no aceptarían una política de recortes “light”. ¿Qué opinas de este análisis?
CL.- Es cierto que la indignación de la sociedad ha ido a más, y que será cada vez mayor, habida cuenta de que el PP no piensa modificar sus políticas, como se han cansado de repetir. Las movilizaciones han sido muy importantes y esperemos que lo sean aún más en el futuro. Sin embargo, una mayoría absoluta no se derriba de la noche a la mañana. No hace ni dos años que fueron las elecciones y es verdad que el apoyo electoral del Gobierno ha sufrido un gran descenso. No cabe ninguna duda de que al actual Ejecutivo de Rajoy no le queda ninguna credibilidad. Sin embargo, hay que ser conscientes, porque si no nos estaríamos engañando a nosotros mismos, de que el PP conserva aún muchos apoyos. De hecho, en todas las encuestas realizadas siempre aparece como el partido más votado, y es algo que no debe olvidársenos si queremos realizar un análisis de la actual situación. Tenemos que tener los pies en el suelo y saber que el terreno que pisamos no es todo lo firme que nos gustaría.
Es posible que la situación sea la que es, entre otras cosas, por la falta de alternativas en el principal partido de la oposición. Pero nosotros no pensamos que la salida al actual estado de cosas vaya a venir desde el bipartidismo. Los que han sido parte del problema, muy difícilmente podrán ser parte de la solución. Hacen falta cambios muy profundos, devolver a los ciudadanos todo aquello que se les ha quitado, e intentar avanzar más para lograr mayores cotas de democracia.
Por eso es tan importante que desde la izquierda social y política se sigan impulsando las movilizaciones y la lucha por defender los derechos de la clase trabajadora. En ese sentido, el papel de movimientos como PAH es un buen reflejo de todo lo que se puede hacer desde la sociedad. Hay que seguir en la protesta y en la propuesta, para que cada vez más gente confíe en nosotros y poder cambiar las cosas, pero aún queda mucho camino por andar y no debemos pensar que ya está casi todo hecho y que lo tenemos al alcance de la mano.
EM.- Izquierda Unida sí está exigiendo claramente la dimisión del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas, lo que nos parece totalmente acertado.
¿Cuáles son los ejes de la campaña de IU exigiendo la dimisión del gobierno? ¿En relación con la pregunta anterior, no creéis que sería importante para la campaña hacer un llamamiento a los dirigentes sindicales a participar en la campaña y que convocaran una nueva huelga general?
CL.- Nosotros queremos converger con todos aquellos movimientos sociales, políticos y sindicales que se sitúan frente a las políticas de este Gobierno. Y es en esa dirección en la que vamos a continuar, intentando confluir con todos aquellos que pelean contra los recortes y contra la pobreza, que quieren más democracia y más transparencia, que luchan por defender los servicios públicos y los derechos de los trabajadores. Ahí están las mareas de todos los colores, las organizaciones que defienden el derecho a la vivienda, los sindicatos, etc.
En cuanto a la huelga general, como sabéis, es algo que compete a las organizaciones sindicales. IU apoyó y participó activamente en las dos anteriores, y volveremos a estar al pie del cañón en la próxima.
EM.- Ante unas eventuales elecciones anticipadas, ¿cuál sería el objetivo de IU, tanto en lo que respeta a los resultados como a las características de un gobierno de izquierdas?
CL.- Nosotros trabajamos para que cada vez haya más gente que confíe en Izquierda Unida. Hemos demostrado que somos una fuerza política útil, tanto en la oposición, como en aquellas instituciones en las que gobernamos, ya sean ayuntamientos o comunidades como Andalucía, donde el papel de nuestra organización está siendo crucial, tal y como lo ha demostrado el decreto antidesahucios que tanto miedo ha despertado en las oligarquías financieras de nuestro país, como la ley que ha permitido que los niños y niñas más desfavorecidos puedan tener tres comidas diarias en Andalucía.
Esperamos mejorar los últimos resultados y en ser determinantes para que la política vuelva a mirar a los ciudadanos y sirva para solucionar sus problemas y realizar cambios importantes que son necesarios en nuestro país.
EM.- Izquierda Unida está promoviendo un Bloque Político y Social de izquierdas, que El Militante apoya y está participando. ¿Qué objetivos se propone IU con este Bloque?
CL.- Tal y como aprobamos en la última Asamblea Federal de IU el pasado mes de diciembre, consideramos que es el momento de conformar un Bloque Social y Político a través de un proceso de acumulación de fuerzas, que nos permita configurar una nueva mayoría social. Tal y como recogimos en aquella cita la izquierda debe no sólo hablar de otra política sino, sobre todo, practicar otra política. Demostrar que existe una alternativa real que se configura como opción de gobierno y con capacidad para transformar el sistema, regenerar la vida política e impulsar una salida social a la crisis. Necesitamos una auténtica regeneración democrática, mayor justicia social y la defensa del sector público y de los servicios públicos.
EM.- El gran apoyo que está teniendo Syriza en Grecia y del Frente de Izquierdas en Francia son claros indicativos de que un sector cada vez más importante de la sociedad está buscando una alternativa al capitalismo. ¿Qué balance haces de las dos experiencias mencionadas y qué implicaciones pueden tener para IU en el Estado español?
CL.- Hace dos o tres meses tuvimos un encuentro con los máximos responsables de ambas formaciones, Alexis Tsipras y Jean Luc Melenchon, y organizamos algunos actos públicos para que también se escucharan en nuestro país las experiencias de esos movimientos, parecidos al nuestro, pero en otros estados. El balance fue muy positivo y nos permitió reforzar nuestros lazos y nuestro trabajo en común para cambiar esta Europa del capital y forjar la verdadera Europa de los pueblos y de los trabajadores.
En estos encuentros pudimos observar que, a pesar de las características propias de cada país, los problemas y dificultades a los que se enfrentan son similares a los nuestros. La crisis está siendo utilizada, tanto en Francia como en Grecia fundamentalmente y con mayor gravedad, como una excusa para desmontar y acabar con los derechos de los trabajadores. Llegamos a la conclusión de que nuestras organizaciones, y otras semejantes en otros países, deben formar un frente común para intentar frenar la política neoliberal impuesta desde Alemania y cambiar hacia otra Europa más social.
EM.- El argumento de última instancia de los ideólogos del capitalismo es decir que no existe ninguna alternativa a su sistema. ¿Qué alternativa tiene IU a la crisis capitalista? ¿Qué solución defiende ante el problema del paro masivo y el trasvase brutal de dinero público hacia la banca por la deuda pública (además de por las ayudas directas)?
CL.- Claro que hay alternativas, pero muchos se empeñan en seguir con ese “mantra” de que no hay otra salida o de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Es todo falso y un pretexto para seguir dinamitando nuestros derechos y nuestros servicios públicos. Siguen mintiendo y estafando a los ciudadanos.
Dese IU hemos realizado numerosas propuestas para enfrentar lo que consideramos que es el principal problema en España: el paro. Todas ellas han sido rechazadas por el PP, incluso nuestra iniciativa de impulsar un pleno monográfico sobre el empleo en el Parlamento, para debatir sobre las propuestas de unos grupos y otros para abordar este problema.
Nuestra propuesta para luchar contra el paro está condensada en nuestro Plan de Empleo 2013-2015. El objetivo principal para IU es la creación de empleo, por encima de cualquier otra cosa, y por tanto, del déficit y la deuda. Hay que salvar a las personas y no a los bancos. España tiene 7,5 puntos de contribución fiscal menos que la media de la UE, tiene mucho más fraude fiscal (80.000 millones anuales según los técnicos de Hacienda, el 60% de ese fraude es de las grandes empresas y familias, 34 de las 35 empresas del IBEX operan en paraísos fiscales y hay un 23% de economía sumergida). Es decir, existen recursos más que suficientes para crear empleo y combatir el fraude.
Las políticas que impone la “troika” son una estafa que lleva al desastre social y económico. Es necesario cambiar el modelo productivo actual, basado en el ladrillo y el turismo. Tenemos que estimular la economía productiva y aumentar el consumo y la inversión. Proponemos reducir el paro a la media de la UE, es decir en el entorno del 12%, en el plazo de tres años. Por tanto, estamos planteando una reducción de 3,4 millones de parados, que han de ser fruto de políticas de creación de empleo y afloramiento de la economía sumergida. Para ello, hay que financiar esas políticas con una contribución fiscal equivalente a la media de la UE y con una reducción del fraude fiscal y la economía sumergida hasta las cifras medias de la UE.
También deben derogarse las reformas laborales, debe acordarse un Plan Integral de Apoyo a la Pequeña Empresa y otro complementario de Desarrollo de la Economía Cooperativa y Social. Y mientras esto se hace, hay que poner en marcha Plan de Urgencia contra la Pobreza y en favor de la Cohesión Social. Debe iniciarse un gran debate social para construir un Nuevo Modelo Productivo, generador de empleo digno y de calidad, basado en un desarrollo sostenible, en la producción nacional y en el mercado interno. Son muchas medidas y no cabrían aquí, pero lo que sí que tenemos claro es que un Gobierno, del color que sea, jamás debe renunciar a crear empleo, tal y como ha hecho el actual.
Hay que llevar esperanza a los ciudadanos y demostrarles que sí hay alternativa y que sí se pueden hacer las cosas de otra manera, defendiendo sus derechos y su dignidad.