Y pretendían hacerlo con nocturnidad y alevosía, como lo hicieron con la subida de sueldos del señor alcalde y sus concejales, convocando el pleno a las ocho de la mañana el 19 de diciembre, complicando así la asistencia de los vecinos, dándole una vez más la espalda a quienes se supone que representan.
Nada más tener conocimiento de este hecho, los compañeros del Comité de Parados nos pusimos manos a la obra para parar este ataque: repartimos cientos de hojas entre los vecinos exponiendo nuestra oposición tajante a estos planes, convocamos a asistir a dicho pleno y a una asamblea abierta de trabajadores para debatir y decidir las acciones a llevar a cabo si finalmente aprobaban este punto, e hicimos llegar esta información a la prensa provincial y comarcal. Fue tal la presión ejercida por la movilización de los compañeros del Comité en sólo dos días, que una vez en el pleno no se atrevieron a aprobar la ruptura del convenio, posponiéndolo para otro posterior.
Esto demuestra que sí se puede, que sí podemos parar los atropellos, de la misma manera que, fruto de las movilizaciones de todos los vecinos hace unos meses, conseguimos frenar su pretensión de triplicarse el sueldo.

¿Qué supondría la ruptura del convenio?

La trascendencia de la ruptura unilateral de este convenio es muy grande para nuestro pueblo, afectaría a nuestro patrimonio más importante: los montes de Cortes, que serían definitivamente privatizados para beneficio de los de siempre. Este acuerdo con la Junta de Andalucía, que defiende la titularidad y la conservación pública de los montes, es una conquista para los vecinos. El convenio supone:
1. La gestión de los montes la lleva la Junta de Andalucía, es decir, el trabajo técnico y legislativo lo lleva dicha administración sin coste económico para el ayuntamiento. Así, contamos en nuestros montes con servicios públicos y gratuitos para las arcas municipales como son: cortafuegos, servicios de retenes, proyectos de trabajos forestales, arreglo de carriles, de vías de saca, de fuentes…
2. El aprovechamiento de dichos montes es de competencia municipal, es decir, el ayuntamiento tiene la libertad de decidir cómo se gestionan los trabajos.
Precisamente este último aspecto, que en teoría permitiría a todos los vecinos obtener beneficios de la explotación municipal de los montes, es el que hay que lograr que se cumpla correctamente. Desde el Comité siempre hemos defendido que el aprovechamiento y la explotación de los Montes debe ser pública, evitando así que unos cuantos empresarios, pagando jornales miserables a los corcheros, se lleven el beneficio que generan nuestros montes, en lugar de que reviertan en las arcas municipales y, además, favoreciendo el que todos los trabajadores interesados puedan acceder a dichos empleos.

Por la remunicipalización de la saca del corcho

Si el alcalde y sus concejales hubiesen llevado a término sus pretensiones, nuestros montes se convertirían a todos los efectos en una entidad privada, en manos del alcalde de turno y el ayuntamiento tendría que gestionar todo de manera unilateral, es decir, se tendrían que encargar de hacer proyectos, buscar subvenciones, realizar trabajos de cortafuegos, dar el servicio que vienen dando los retenes. Además, todo el capital económico necesario para esto deberá salir del fondo de mejora --que por cierto, no se paga desde hace años-- y del presupuesto del ayuntamiento. En definitiva, ya sabemos lo que esta medida significaría: un negocio fabuloso para unos cuantos empresarios bien conectados con la corporación municipal, contratos sin derechos, bajos salarios y, sobre todo, esquilmar nuestro patrimonio colectivo más importante, los Montes.
Esta corporación, que pretende privatizar nuestros recursos naturales, es la misma que a día de hoy mantiene cerradas todas las infraestructuras municipales, como el hotel, el parador, el camping, la zona recreativa de La Sauceda; los mismos que siguen haciendo del clientelismo en el reparto del trabajo su bandera, que todavía no han explicado en qué condiciones se produjo la venta del corcho de la campaña pasada; los mismos que todavía no han presentado los presupuestos municipales, que continuamente tienen pagos atrasados de las nóminas municipales, y que de manera autoritaria suspendieron de empleo y sueldo a un funcionario municipal; los mismos que ejercen la represión contra aquellos que levantan la voz contra sus atropellos, como en el caso del Comité de Parados con su intención de desalojarnos de nuestro local…
Hemos conseguido una primera victoria. Pero debemos estar atentos por si este ataque se intenta materializar más adelante, para volver a pararlo porque los montes son nuestro presente pero también nuestro futuro. ¡Si quieren crear empleo, que pongan en marcha todas las infraestructuras públicas cerradas, que se remunicipalice la saca del corcho y del resto de aprovechamientos de nuestros montes, que dejen de regalar el dinero de todos a una minoría de empresarios!

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