Con el argumento de mejorar la calidad de la enseñanza y potenciar la “excelencia”, el Ministerio de Educación ha llevado a cabo toda una serie de medidas que, como todos estamos comprobando, buscan únicamente terminar con la educación pública tal y como la hemos conocido hasta ahora. En poco más de dos años han recortado más de 6.000 millones de euros a la educación pública, han despedido a más de 30.000 profesores, han aumentado el número de alumnos por aula, han incrementado brutalmente las tasas universitarias a niveles prohibitivos para la mayoría de las familias... Todas las medidas llevan implícito un plan de fondo: evitar que los estudiantes de familias más humildes permanezcamos en el sistema educativo más allá de los 16 años, y mucho menos acceder a la educación superior, cerrándonos las puertas de la Universidad y convirtiendo así el derecho a la educación de calidad en un privilegio al alcance de unos pocos.
En toda esta ofensiva contra los más desfavorecidos el ministro Wert ha actuado con especial saña contra los estudiantes que reciben una beca para poder estudiar. Ha intentado engañar al conjunto de la población diciendo que este año sería récord en presupuesto para becas, pero además ha tratado de presentar a los estudiantes becados como vagos, despreocupados y vividores que no merecen esas ayudas. Con esa argumentación ha impuesto un nuevo modelo, con nuevos requisitos y exigencias más duras a los que menos tienen para poder obtener los recursos necesarios para estudiar. Justificaron todas estas medidas diciendo que las tomaban para asegurar la excelencia del sistema universitario y para ayudar a los estudiantes con menos recursos; sin embargo nueve meses después de todas estas declaraciones, la realidad ha demostrado cómo las medidas del Gobierno persiguen justo lo contrario.
En este año, el Ministerio de Educación está colocando en una situación límite a miles de estudiantes que dependen completamente de estas ayudas para poder continuar sus estudios. Los hechos concretos son que desde el primer momento no han dejado de cometerse abusos e irregularidades por parte de la administración: empezando por denegar becas a estudiantes que cumplían todos los requisitos, siguiendo por un retraso en la resolución de la beca sin precedentes, continuando por una reducción salvaje de la cuantía a asignar a los jóvenes con más dificultades, y terminando —a un mes del fin de curso— por no pagar ni un solo euro a miles de estudiantes a los que se ha concedido la beca y que se encuentran sin ninguna ayuda económica con la que subsistir.
En esta misma línea, lo que ya era una previsión muy probable se ha convertido en una realidad: al comenzar a revelar la famosa “parte variable” de las becas que iba a “garantizar la igualdad de oportunidades”, nos hemos encontrado con que los estudiantes con menos recursos han sufrido una bajada impresionante en las ayudas con respecto al año anterior: bajadas de mil y dos mil euros a estudiantes con familias en las que todos sus miembros están desempleados por ejemplo o bajadas drásticas a cantidades que ya de por sí no eran suficientes para cubrir los gastos de un estudiante que tuviera que irse a estudiar. Fruto de esto se da la situación de que estudiantes que incluso han recibido su beca, tendrán que dejar de estudiar en los próximos meses por motivos puramente económicos.
Desde la Plataforma de Afectados por las Becas y el Sindicato de Estudiantes queremos denunciar esta terrible situación, que está llevando al abismo a miles de estudiantes que están siendo expulsados de la Universidad por haber cometido el terrible delito de no tener dinero.
Exigimos que ningún estudiante sea expulsado económicamente de la Universidad y que se lleve a cabo un plan de emergencia en la educación pública para garantizar que el dinero público se emplea para que todos los estudiantes que necesiten una beca para estudiar la puedan tener, que sean becas dignas y que lleguen a tiempo.
No nos vale el argumento de que no hay dinero para cuestiones tan básicas como la educación o la sanidad públicas, cuando a diario vemos como sí que hay dinero para salvar bancos, pagar amnistías fiscales a los grandes defraudadores, o rescatar autopistas privadas. El presupuesto real de becas para todos los estudiantes universitarios es, aproximadamente un 20% del dinero que se utilizará para rescatar a las mencionadas autopistas privadas. ¡Claro que hay dinero!
Ante la insostenible situación a la que las políticas del Ministerio de Educación nos están llevando, desde la Plataforma de Afectados por las Becas y el Sindicato de Estudiantes llamamos a todos los estudiantes, a los afectados en primera persona pero también a todos los demás, a las familias, y a los trabajadores en general, a acudir a la concentración de protesta que realizaremos el próximo 29 de abril a las 18.30 horas frente al Ministerio de Educación.
¡Ningún estudiante expulsado de la Universidad por no tener dinero!
¡Queremos nuestras becas ya!
¡Por un sistema de becas transparente, justo y efectivo!
¡Queremos becas suficientes, dignas y a tiempo!
¡No al tasazo universitario!
¡La educación es un derecho no un negocio!
