El Militante.— ¿Cómo surge vuestro colectivo y qué estáis reivindicando?
Pepe Cortés.— Nuestro colectivo nace en el mes de mayo del año pasado y surgió por la poca carga de trabajo que tenemos en la Bahía.
EM.— Los trabajadores de Ditecsa están en huelga indefinida. ¿Cuáles crees que son los objetivos de Ditecsa y Navantia? ¿Ves necesaria una huelga en el naval y en toda la Bahía?
PC.— Ahora mismo debería de pronunciarse el comité en extender la huelga indefinida ya que este es el arma que tenemos los trabajadores. Es lo que más le duele a los empresarios y al Estado. Porque cuando tú paralizas un centro de trabajo tan grande como es Dragados, Construcciones Aeronáuticas o Navantia eso le hace mucho daño. Lo que no tenemos que hacer es entrar en la trampa de que nos digan que Ditecsa es un grupo minoritario el que la secunda, que se den cuenta de que cuantos más seamos mejor saldrá esto.
EM.— ¿Crees que aceptar ERTEs, rebajas salariales, despidos y prejubilaciones es una alternativa a los EREs?
PC.— De eso ni hablar, aquí no tenemos que aceptar nada de eso. Sólo sirve para quitar a trabajadores de en medio para después dejar las instalaciones de Navantia a cero de personal, y que así sea más fácil luego para los empresarios vender las instalaciones para que puedan hacer uso de estas alquilando esos diques, como ya han hecho antes.
EM.— Como militante de CCOO y uno de los participantes y organizadores de las marchas del 22-M, ¿qué opinión te merece la reunión que mantuvo Toxo con el gobierno del PP y con la patronal días antes?
PC.— Eso es para mí hacer una reunión a oscuras, a espaldas de los afiliados. Yo, como afiliado a CCOO, no he visto la presencia de los dirigentes de CCOO desde la marcha de Córdoba que hicimos caminando hasta Madrid.
EM.— ¿Piensas que la actitud de negociar el mal menor por parte de los dirigentes de CCOO y UGT representa el sentir mayoritario de los afiliados?
PC.— Yo creo que no. Lo mismo que yo que estoy muy enfadado con los dirigentes de los sindicatos habrá muchos afiliados que estén en mi misma situación. Yo, por ejemplo, estoy desempleado y no puedo pertenecer a un comité de empresa porque al estar desempleado no se te puede escoger. Sólo pueden ir a los comités federales y comités provinciales los que están en un puesto de trabajo fijo. Si tenemos aquí en Cádiz un 45% de paro ¿dónde están los afiliados verdaderamente? ¿En las empresas que llevan ya fijos muchos años? Porque los que estamos desempleados no tenemos derecho a representar nada dentro de CCOO y estamos luchando en la calle.
EM.— ¿Ves necesario que CCOO y UGT convoquen una huelga general?
PC.— Ya tardan, no sé a qué esperan, porque el país se está muriendo de hambre. Aquí, en la plaza San Juan de Dios (Cádiz) estáis viendo que hay todos los días un grupo de personas que están desempleadas y que están denunciando el paro que tenemos, inclusive con manifestaciones y concentraciones que están legalizadas por subdelegación. Se les echa a la policía local encima, pidiéndoles los DNI para denunciarlos y multarlos. Estos sindicatos que son, digamos, agentes sociales que nos representan, ¿por qué no intervienen aquí también? Si son trabajadores, aunque no estén afiliados pero son trabajadores, ¿no les duele? ¿No les duelen estos compañeros? ¿A qué esperan? Porque estos señores no están afiliados ¿no merecen el mismo respeto? Hay que ganarse a la gente en la calle para que mañana puedan estar afiliados con nosotros.
EM.— ¿Cómo crees que debería estar organizada esta huelga general, piensas que debería de tener continuidad?
PC.— Claro, por supuesto. Para que esta huelga sea una huelga en condiciones yo propondría que fuera al menos de una semana, una huelga general de una semana, que es lo que le dolería al gobierno. Si un día de huelga duele a este gobierno, imagínate una semana. Parar el país una semana empezando por el transporte. Cuando se acaben los alimentos en los supermercados, la gasolina en las gasolineras, paramos el país. Que haya unos servicios mínimos en sanidad, en la que además están despidiendo y recortando. Así que a la huelga general y una semana mínimo, eso es lo que necesita este país para que cambie de una vez y no estemos más a las órdenes de la troika.