El hundimiento de la derecha es una nueva prueba, esta vez en las urnas, de que el Partido Popular está en minoría absoluta y que su política provoca el más amplio rechazo. En Madrid, uno de los epicentros de la movilización social, el PP pierde más de medio millón de votos, mientras en Valencia, territorio que ha sufrido duramente su política reaccionaria y sus corruptelas, pierde casi la mitad. El tremendo retroceso de la derecha es la consecuencia directa de las reformas laborales, los recortes en sanidad y educación, de leyes tan reaccionarias como la LOMCE o la reforma de la Ley del Aborto, que han dejado claro que el PP es el partido de Botín, de Florentino Pérez, de los responsables de la crisis, de los grandes empresarios y banqueros que condenan a la mayoría de la sociedad al paro y la precariedad, que privatizan nuestra sanidad y nuestra educación pública, que nos desahucian, y a los que les gustaría devolvernos a las cavernas del franquismo. Y la población, los trabajadores y la juventud les hemos mandado un mensaje muy claro: ¡Tenéis que iros ya!

Estas elecciones también han arrojado otra gran lección. Los que sufrimos esta crisis, los que tenemos enormes dificultades para llegar a fin de mes, los que no podemos estudiar en la universidad porque no podemos pagar sus matriculas abusivas, los que nos pudrimos en el paro, los que sufrimos la represión … todos los jóvenes a los que nos insultan ofreciéndonos como futuro el desempleo, el exilio económico o los trabajos miserables, todos nosotros, que somos una mayoría creciente e indignada, no nos sentimos identificados con un partido que alberga en su seno a individuos que después de ser ministros son premiados con sillones en los consejos de administración de esos mismos bancos, de esas mismas eléctricas, de esas mismas multinacionales, que nos explotan y nos oprimen. Nosotros también decimos un gran ¡NO! a la dirección del PSOE que, tanto en el gobierno como en la oposición, ha estado avalando políticas a favor de los capitalistas, que ha aprobado duros recortes sociales y que ha asfaltado el camino para que Rajoy llegara a La Moncloa.

La crisis de la socialdemocracia, consecuencia de su claudicación ante la lógica del capitalismo, de su defensa de las “Políticas de Estado” en todo aquello que sirve para mantener los beneficios sacrosantos de los banqueros y los especuladores, y de su boicot a la lucha social, no se resolverá con gestos cosméticos y cambios artificiales. Mientras la dirección del PSOE continúe con su actitud sumisa hacia los grandes poderes financieros, hacia los que dictan las leyes y las normas en su exclusivo y obsceno beneficio, no hará más que cosechar nuevos fracasos.

El fuerte avance de IU y la gran irrupción de Podemos muestra que hay fuerza para derrotar al PP y para levantar una alternativa de izquierdas de verdad

Lo más destacado de estas elecciones ha sido el tremendo giro a la izquierda. Los votos de Izquierda Unida y Podemos han aumentado hasta representar un 18 % del total. Desde el Sindicato de Estudiantes llamamos en las pasadas elecciones a votar a Izquierda Unida y a que esta defendiera una política revolucionaria y anticapitalista. Izquierda Unida ha triplicado sus resultados alcanzando el millón y medio de votos y pasando de dos eurodiputados a seis. Junto a IU, Podemos ha irrumpido con una gran fuerza consiguiendo 1.200.000 votos y cinco eurodiputados. Desde el Sindicato de Estudiantes felicitamos a los compañeros de Izquierda Unida y Podemos que, sin duda, han captado el apoyo de una parte muy amplia de la juventud y la clase obrera que lucha contra los ataques de la derecha, contra los recortes, y contra el capitalismo.

Estos resultados también son un varapalo para la política de la dirección de CCOO y UGT, que apenas hace dos meses se reunían a través de sus secretarios generales con Mariano Rajoy para concluir que es necesario volver a la política de los grandes pactos. Es evidente que Méndez y Toxo no representan, ni de lejos, el sentir mayoritario de millones de trabajadores y jóvenes que sí estamos por la movilización contundente y no por pactos sociales que sólo han cosechado retrocesos.

Tras este gran resultado electoral de la izquierda que lucha, desde el Sindicato de Estudiantes pensamos que sí se puede derrotar a la derecha, y que el camino para lograrlo es levantar un gran FRENTE DE IZQUIERDAS, que integre a Izquierda Unida, a Podemos y al resto de las formaciones y colectivos de la izquierda y de los movimientos sociales. Una unidad de la izquierda, no para disolvernos en los mecanismos de esas instituciones que están completamente alejadas de nuestros intereses, sino para representar a la mayoría explotada y defender un programa en su beneficio. Un programa que ponga fin a los desahucios; que garantice el derecho a la vivienda expropiando los millones de casas que los bancos han robado y poniéndolas en alquiler social; que garantice una educación pública, desde la escuela infantil hasta la universidad, gratuita, de calidad, democrática y laica (empezando por derogar la LOMCE); que haga realidad la sanidad pública de calidad y para todos, sin excluir a nadie, sin dejar en la cuenta a nuestros hermanos de clase inmigrantes; que tumbe inmediatamente las reformas laborales que se han aprobado, que prohíba las ETT’s, que reduzca la jornada laboral a 35 horas sin reducción salarial, que garantice un subsidio indefinido para los desempleados, que reduzca la edad de jubilación a los 60 años y que plantee, con convicción, que es necesario nacionalizar de la banca bajo control de los trabajadores para dedicar esos recursos a combatir el paro y elevar el bienestar de la mayoría.

Sólo con la lucha, con la movilización, confiando en nosotros mismos, defenderemos nuestros derechos y conquistaremos una vida que merezca la pena. Desde el Sindicato de Estudiantes nos comprometemos a contribuir con todas nuestras fuerzas a la revolución social que tanto necesitamos. Y lo haremos como lo hemos hecho hasta el momento: luchando por una enseñanza pública, gratuita, democrática y laica, desde el primer día de curso el próximo septiembre, impulsando nuevas movilizaciones, más masivas, más extensas, y más contundentes.

¡Obreros y estudiantes unidos y adelante!
¡Sí se puede!