El Partido Popular, queriéndonos hacer comulgar con ruedas de molino, insiste en que la crisis ya ha pasado a la vez que niega los efectos letales que sus políticas están teniendo en las condiciones de vida de los trabajadores y la juventud.
La indignación, la rabia y el rechazo de todos aquellos que padecemos las políticas criminales que fomentan los desahucios, el paro, la marginalidad y hasta la muerte, como vemos con el incremento exponencial del número de suicidios en el Estado español o la reciente muerte por hambre de dos ancianos en las Palmas de Gran Canaria, volverán a ocupar las calles el próximo sábado 21 de marzo.
El 21-M será un nuevo grito contra el pago de la deuda, por la defensa de los servicios públicos, por un salario y un trabajo dignos y con derechos, contra la precariedad laboral y social, por un futuro digno para la juventud, contra las reformas laborales, contra la represión y contra la ley Mordaza, por el derecho a una vivienda digna y en contra del corte de los servicios esenciales de luz, agua y gas. Pero sobre todo una reivindicación de la movilización es echar del gobierno a esta pandilla de criminales y corruptos. Con esta nueva cita de las Marchas de la Dignidad, que se han convertido en un símbolo y un referente para todos los que luchamos por un futuro digno, volveremos a demostrar que la lucha es el único camino y que ¡sí se puede!