En el mediodía del jueves 26 tuvo lugar una reunión del Pacto Antiyihadista en la sede del Ministerio del Interior con el objetivo de formalizar la adhesión al mismo de nuevos partidos —de derechas—. PODEMOS, que ya había anunciado que no se sumaría a este pacto, envió sin embargo a uno de sus principales dirigentes, Rafael Mayoral, a título de observador.

Los gobiernos occidentales, títeres de los capitalistas de sus respectivos países, están haciendo resonar los tambores de guerra. Aprovechando el horror y el sufrimiento que ha provocado la matanza yihadista en París, quieren anestesiar a la población y lanzarse a una guerra de rapiña en Siria, Mali y en cuantos países sea menester. Y al tiempo que bombardean —y causan más muerte de civiles—, de puertas para adentro preparan nuevos recortes en los derechos democráticos, a través de medidas como el Pacto Antiyihadista.

Es completamente inaceptable que los dirigentes de Podemos, en lugar de explicar esto y denunciar al Partido Popular como lo que es, un cómplice del surgimiento del yihadismo, accedan a reunirse dócilmente con él y aseguren que van a estar presentes como invitados en todas las reuniones.

Cuando la tarea prioritaria es expulsar del gobierno al PP, que ha robado millones de euros al gasto social para entregárselo a los banqueros, que ha alterado la legislación laboral para hundir los salarios y arrojar a la pobreza a millones de trabajadores….los dirigentes de Podemos se reúnen con estos señores, les invitan a participar y sumarse al “Consejo de la Paz” y se muestran encantados de ser recibidos y tenidos en cuenta. Es inaudito, pues la diferencia de este proceder al de los partidos de la casta es ninguna

E inaudito también es la mutación de algunos dirigentes, como Rafael Mayoral, quien hace no muchos años era el secretario general de la Juventud Comunista de Madrid y destacaba por su furibundo “antitrotskismo”, acorde con los mandamientos estalinistas. Entonces Mayoral acusaba absurdamente a organizaciones combativas como el Sindicato de Estudiantes de ser topos del PSOE….quién le iba a decir que pocos años después compartiría mesa con el PSOE y… ¡el Ministro del Interior del partido heredero de la dictadura!…mientras que el Sindicato de Estudiantes prepara una huelga contra la guerra imperialista, por cierto. Como explicó Lenin, sectarismo y reformismo son las dos caras de la misma moneda.

La caída en la intención de voto de Podemos está completamente relacionado con su perfil cada vez más institucional y menos rupturista que los dirigentes se empeñan en imponer. Afirmaciones de Pablo Iglesias como "Pensamos que combatir el yihadismo implica defender más que nunca los valores europeos" (¿?) sin denunciar el papel del imperialismo por miedo a ser tachado de radical, le hacen indistinguible de Pedro Sánchez. Y que uno de los principales motivos de crítica que encuentre Mayoral a este pacto, no sea su carácter reaccionario, si no el hecho de que primero se firme y luego se dialogue, cuando que en su opinión primero se debería “dialogar y después acordar" (¡!), tampoco ayuda.

En lugar de intentar aparecer como hombres y mujeres de Estado, en vez de sentirse halagados cuando la reacción los invita a sus salones, los dirigentes de Podemos deberían estar organizando la lucha contra los planes bélicos del PP y el PSOE, reuniendo a los Círculos para discutir el papel del imperialismo y su implicación en el surgimiento del terrorismo yihadista y movilizando a sus militantes en barrios, centros de trabajo y de estudio para desenmascarar a la derecha y aplastarla electoralmente. Para eso surgió precisamente Podemos.

[1] Eldiario.es, 24/11/15

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