La Comunidad de Madrid (CAM), gobernada por el PP con el apoyo de Ciudadanos, puso encima de la mesa a finales de febrero el cierre del IES Pérez Galdós, uno de los cinco centros de toda la CAM que oferta un aula especializada en estudiantes con autismo (TEA).
Este cierre es parte de la estrategia del PP y C’s para imponer su modelo educativo. Un modelo que apuesta por desmantelar la educación pública en beneficio de los empresarios de la privada y privada-concertada. Este ataque nos afecta a todos los que no disponemos de centenares de euros para asegurarnos una plaza en los centros concertados y sólo tenemos la escuela pública para garantizar nuestro derecho al estudio. Por ello, decenas de padres y madres, exalumnos, vecinos y estudiantes nos organizamos de manera inmediata para luchar contra el cierre del Galdós. El 14 de marzo convocamos una primera manifestación que recorrió el barrio con más de 600 personas clamando contra este cierre injusto.
Esta movilización, justo después de la huelga general educativa del 9 de marzo, tuvo un gran impacto, demostrando que hay fuerza para echar atrás el cierre. Con ese objetivo dimos un nuevo paso. El Sindicato de Estudiantes convocó el 4 de abril una jornada de paros en todos los institutos del barrio, extendiendo la lucha bajo el lema “Si tocan un centro, los tocan a todos” y explicando que el cierre del Pérez Galdós, o de cualquier instituto público, es un ataque directo a las conquistas sociales arrancadas con la lucha y un paso más en la política educativa franquista del PP. Una política que sólo ofrece migajas a los hijos e hijas de los trabajadores. Tras el paro, que fue secundado mayoritariamente, y una concentración en la que cientos de estudiantes del distrito nos reunimos junto al instituto, por la tarde volvimos a salir más de un millar de personas a la calle, exigiendo a Cristina Cifuentes la paralización de sus planes.
Represión policial salvaje
El resultado fue inmediato. Durante la manifestación, la directora del área territorial de Madrid capital, Belén Aldea, una de las principales responsables del cierre del instituto, dimitió. Sin duda, esta dimisión se ha conseguido gracias a la lucha de toda la comunidad educativa.
Dos días después, el 6 de abril, se celebró una asamblea de padres, madres, alumnos y exalumnos en el centro al finalizar las clases. En ella se presentó una delegación de la Consejería de Educación con el objetivo de tratar de dividir a la comunidad educativa y presionar al AMPA para que abandonara la lucha. La respuesta por parte del AMPA fue contundente: continuar con la movilización hasta echar atrás los planes del PP y permanecer en la asamblea hasta el día siguiente. Ante esta respuesta pacífica y legítima, el PP envió furgones de la Policía Nacional a las puertas del centro educativo y una decena de policías entró al instituto con el objetivo de intimidar y cercenar nuestro derecho democrático de reunión y protesta. Pero la respuesta policial no quedó ahí. Con el objetivo de sacar del centro a los allí presentes cargaron dentro del propio instituto, ejerciendo una violencia totalmente injustificada, agrediendo a una compañera del Sindicato de Estudiantes y deteniendo a un menor de edad. Algo inaudito desde la época franquista que tanto añoran el PP y Cristina Cifuentes. Esta actitud despótica nos reafirma en nuestra defensa del Galdós y de una educación pública de calidad.
El Sindicato de Estudiantes y la comunidad educativa del IES Pérez Galdós hemos entregado 12.000 firmas contra el cierre, convocado un paro en los diez institutos del barrio y hemos salido a la calle a luchar contra el cierre en dos ocasiones en el último mes. E iremos hasta donde haga falta. Sabemos que sólo luchando se puede ganar, y que se pueden defender nuestros derechos mediante la organización y la movilización. No vamos a tolerar que el partido de Cifuentes, Aguirre e Ignacio González nos robe ni un euro más de la enseñanza pública.
¡La lucha es el único camino!