¡Plan de rescate a la enseñanza pública YA!
Apenas unos días después de iniciarse este curso escolar caótico –sin medios suficientes, sin los profesores necesarios y sin poder mantener las medidas de seguridad sanitaria por las elevadas ratios en nuestras aulas–, los datos de contagios, incidencias y cierres de los centros de estudio son la mejor fotografía del desastre mayúsculo que está provocando la inacción de Isabel Celaá y las distintas consejerías de Educación.
En la Comunidad Autónoma Vasca ya hay 2.800 alumnos confinados, en la Comunidad de Madrid 175 aulas han sido puestas en cuarentena, en Catalunya en sólo un día y medio de clase más de 275 profesores y 330 estudiantes confinados y, como denuncian desde USTEC-STEs (IAC) – sindicato mayoritario entre los docentes en Catalunya – es insostenible mantener los centros abiertos en las condiciones en las que se han iniciado el curso. Más de 2.000 monitores de comedores escolares en Andalucía han sido enviados a trabajar sin someterse a ninguna prueba previa. En Extremadura, Murcia, Guadalajara… las incidencias por el Covid19 crecen día a día sumando un total de 400 a nivel estatal. Tal y como denuncia el sindicato de profesores STEs, 117 colegios e institutos y 214 aulas están ya cerradas en todo el Estado.
Estas cifras son la confirmación de todas las advertencias que la comunidad educativa llevamos haciendo desde hace meses al Ministerio de Educación, el resultado de una política educativa totalmente fallida y la confirmación más trágica de la importancia de la huelga estudiantil que decenas de miles de estudiantes iniciamos ayer y secundaremos hoy y mañana. Pero sin duda alguna, el desastre mayúsculo se está produciendo en la Comunidad de Madrid.
Ayer conocíamos que el Gobierno de Díaz Ayuso había ocultado 20.000 contagiados en la última semana. A todas las negligencias del Gobierno de la CAM en la gestión de las residencias y el colapso total de la atención primaria hay que sumar su negligencia con el comienzo de curso: las colas de miles de docentes para realizarse los test serológicos el día antes de empezar el curso –encargados a dedo a una empresa privada– o la campaña de mentiras anunciando la contratación de casi 11.000 docentes –sólo se han concretado apenas 350 y hasta diciembre– o las declaraciones de la presidenta achacando los rebrotes en los barrios obreros del sur de Madrid al “modo de vida de la inmigración” son algunos ejemplos de una lista interminable. A esto además hay que sumar que desde el pasado viernes 11 de septiembre la Dirección General de Salud Pública de la CAM no coge el teléfono a los centros que detectan positivos. Un escándalo inaceptable. Ayuso tiene que dimitir inmediatamente, y hay que echar al PP y Cs del Gobierno de Madrid de la única forma posible: con la movilización más contundente.
Ante el avance descontrolado de la Covid19 que amenaza un cierre en cadena de los institutos y colegios, con la sanidad pública completamente colapsada, con los pediatras y médicos de cabecera alertando de que están al límite, las UCIs de nuevo a sus máximas capacidades… nos preguntamos qué piensa hacer el Gobierno para evitar que se repita la tragedia que vivimos en marzo. ¿Van a pasar a la acción o se quedarán todavía brazos cruzados mientras la comunidad educativa, las familias trabajadoras y la sociedad exigimos medidas?
Desde el Sindicato de Estudiantes hemos sido muy claros desde el principio: este escenario era completamente previsible y evitable pero no se ha tomado ni una sola medida para evitarlo. La única manera de frenar la escalada de contagios en los centros de estudio es con un plan urgente de rescate a la educación pública. Un plan de inversión económico drástico que tiene que empezar por la contratación de 165.000 profesores, la bajada de las ratios a 15 alumnos por aula y por poner fin a todos los desvíos de dinero público a la patronal de la privada-concertada y la Iglesia para destinarlos íntegramente a la escuela pública.
¿Cómo es posible que ante este desastre Isabel Celaá siga afirmando que “el curso está transcurriendo con la normalidad prevista”? Recientemente afirmaba que era “necesario cambiar la enseñanza”. Estamos de acuerdo. ¿Qué va a hacer como ministra de Educación para garantizar esos cambios? Porque de momento sigue poniéndose de perfil y responsabilizando a las CCAA alegando que Educación no tiene competencias. ¿No es acaso el Ministerio de Educación el máximo responsable de las políticas y leyes educativas o el Gobierno central quien establece los presupuestos? ¡Basta ya de tomarnos por tontos! El Ministerio de Educación puede y debe poner en marcha este plan de rescate a la educación pública. Menos dinero a la oligarquía financiera, a la banca o a la industria del automóvil y más a la enseñanza pública, que es una necesidad social imprescindible.
Esta situación no cambiará por arte de magia, al contrario, seguir este camino nos conduce hacia el precipicio. Si el Ministerio de Educación y el Gobierno de coalición no dan un giro de 180º, en unas semanas tendremos un cierre en cascada de los centros de estudio y que volver a la educación online, que tal como demostró la experiencia de los meses de marzo a junio es un completo fraude que sigue profundizando la brecha social y de clase, ya que no llega a miles de estudiantes de familias trabajadoras. Y cuando esto suceda, las ministras y ministros de Unidas Podemos, como miembros de este Gobierno, también serán responsables si no dan un golpe encima de la mesa del Consejo de ministros para poner fin a este abandono a la escuela pública y poner en marcha todas las medidas que desde la comunidad educativa estamos demandando.
Animamos a todas y todos los estudiantes a continuar participando con fuerza en la tercera jornada de huelga, enviando también al correo del SE fotos, vídeos, denuncias de lo que está siendo el comienzo de este curso caótico para dejar constancia de lo que está siendo esta agresión a la educación pública.
La lucha es el camino para defender el derecho a la educación de las y los jóvenes de familias trabajadoras. ¡Únete al Sindicato de Estudiantes!