Conseguir una plaza pública en la Formación Profesional es misión imposible. El curso escolar ha comenzado de forma caótica, con horas de espera en colas kilométricas, familias durmiendo en la calle para conseguir matricular a sus hijos e hijas en una FP de Grado Medio y decenas de miles de estudiantes que se han quedado sin la posibilidad de estudiar este año.
En un momento en el que la demanda de la FP ha crecido un 20% –en este último curso hemos sido 83.000 alumnos más los que hemos solicitado plaza que el anterior–, la patronal de la privada-concertada y grandes fondos de inversión están viendo una grandísima oportunidad para seguir mercantilizando nuestra educación. Y para ello, cuentan con la complicidad del Ministerio de Educación.
¿Dónde están las plazas que prometía el Ministerio?
Las cifras no mienten. El 55% de solicitantes no consigue plaza en la educación pública en la Comunidad de Madrid (17.900 estudiantes); en Catalunya son casi 25.000, en Canarias 15.590, 4.000 en Alicante, otros 4.000 en Aragón, en Guadalajara el 40% de alumnos se queda fuera… El panorama se repite CCAA tras CCAA y ciudad tras ciudad.
Cuando el Ministerio de Educación presentó la nueva Ley de Formación Profesional, desde el Sindicato de Estudiantes denunciamos que la nueva legislación no sólo no conseguiría “modernizar la FP” –supuestamente el objetivo que se persigue– ni terminar con sus problemas estructurales, sino que, además, las empresas tendrían todavía más poder en la educación pública. Es más, en una reunión que mantuvimos con Clara Sanz, la secretaria general de Formación Profesional del Ministerio, cuando señalamos nuestra oposición frontal a la Ley, se nos dijo que no nos preocupáramos, y que gracias a los fondos europeos habría plazas y recursos más que suficientes.
Ni dos meses después, se está confirmando punto por punto todo que señalamos: no hay plazas, faltan miles de profesores, no se han creado los grupos necesarios para evitar la masificación descontrolada que vive la FP, y las tasas –que se han multiplicado por dos en menos de cuatro años– lejos de disminuir, continúan aumentando.
¿La solución que nos da el Ministerio? Ninguna. Esperar a ver si tenemos suerte en las segundas y terceras opciones.
La privada-concertada y los fondos de inversión se forran
Mientras tanto, la realidad que vive la Formación Profesional privada es la opuesta: las políticas del Gobierno están empujando a decenas de miles de jóvenes hacia la educación privada –donde un año académico puede alcanzar los 4.000, 5.000 e incluso 10.000 euros–.
En la FP de Grado Medio, los estudiantes que acuden a un centro privado son hoy un 25,7% más que hace ocho años. El número de estudiantes que cursan una FP Superior privada ha crecido un 57% frente al 18,7% de la pública. Y lo mismo sucede en la FP Básica: un 27,4% más de alumnado privado. Sin ir más lejos, mientras los centros de FP se caen a trozos, en Madrid se ha abierto un nuevo centro privado que ofertará 16 ciclos en un espacio de 4.000 metros cuadrados. La concertada, por supuesto, también tiene mucho que agradecer: cada año reciben 550 millones en subvenciones públicas.
Parece ser que el Ministerio de Educación no solo ha descartado por completo revertir el colapso mayúsculo que vive la escuela pública, sino que ha dejado claro que está más que dispuesto a permitir que la privada y la concertada sigan haciendo crecer su negocio y a seguir financiándolo con dinero público. Y por eso, ya hay quienes están cogiendo con las dos manos la gran oportunidad empresarial que la nueva ley de FP significa.
Los fondos de inversión de capital riesgo –los que buscan hacer el máximo dinero en el menos tiempo posible– se han volcado con la FP. En 2018, el fondo Queka Real Partners adquirió el 51% de la empresa Medac, una red de 30 centros de FP y 18.000 alumnos, por 15 millones de euros. Ahora, el fondo estadounidense KKR ha comprado la compañía entera por 200 millones. Este mismo fondo –que en 2020 facturó 4,88 mil millones de dólares– el año pasado compró MasterD, líder en formación de oposiciones y FP, y hace unos meses se hizo con el ITEP (Instituto Técnico de Estudios Profesionales), quedándose así con la formación de cerca de 94.000 estudiantes. Para los capitalistas, un negocio redondo. Para la comunidad educativa, un robo a mano armada de nuestra educación y futuro.
Por una FP pública, gratuita y de calidad. ¡Fuera las empresas de nuestra educación!
Los y las estudiantes, profesores y familias, hemos visto con nuestros propios ojos una vez más el desprecio del Ministerio de Educación ante las necesidades de la Formación Profesional. La juventud le preguntamos a este Gobierno: ¿qué estáis haciendo por nosotros? Una tasa de paro juvenil del 38%, precariedad laboral, las enfermedades mentales disparadas, la educación pública destruida, nos criminalizáis día sí día también… Basta ya. Queremos estudiar en una FP gratuita y digna. Queremos plazas. Queremos que las prácticas sean obligatoriamente remuneradas. Queremos un futuro laboral digno.
Desde el Sindicato de Estudiantes animamos a todos los y las estudiantes de la Formación Profesional a poneros en contacto con nosotros, a organizar asambleas en cada centro de estudio, tablas reivindicativas con las necesidades del centro, reuniones de no admitidos… para organizar una respuesta organizada, colectiva y contundente. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los empresarios destruyen la Formación Profesional y el Gobierno lo permite y lo fomenta. Ahora y siempre, la lucha es el camino.
¡Únete al Sindicato de Estudiantes! ¡Nos quieren precarios y nos tendrán organizados!