La aplicación de los Planes de Bolonia continúa demostrando todo lo que argumentábamos los que salimos a la calle contra ellos. A la espectacular subida de tasas de este curso -el precio del crédito aumentó un 23% con el cambio de titulaciones1-, al endurecimiento de la selectividad que será vigente este curso, al importante recorte presupuestario a las universidades públicas en algunas comunidades -como por ejemplo Madrid-, se le unen ahora los nuevos planes que el Ministerio de Educación (MEC) ha puesto encima de la mesa con el documento Reflexiones sobre la mejora de la financiación de las universidades. De llevarse a cabo, supondrá un nuevo salto en los ataques a la universidad pública.
La aplicación de los Planes de Bolonia continúa demostrando todo lo que argumentábamos los que salimos a la calle contra ellos. A la espectacular subida de tasas de este curso -el precio del crédito aumentó un 23% con el cambio de titulaciones1-, al endurecimiento de la selectividad que será vigente este curso, al importante recorte presupuestario a las universidades públicas en algunas comunidades -como por ejemplo Madrid-, se le unen ahora los nuevos planes que el Ministerio de Educación (MEC) ha puesto encima de la mesa con el documento Reflexiones sobre la mejora de la financiación de las universidades. De llevarse a cabo, supondrá un nuevo salto en los ataques a la universidad pública.
Madrid
En primer lugar queremos denunciar el oscurantismo con el que se ha estado elaborando estas propuestas. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, presentó este documento el pasado 20 de enero. Sin embargo, mientras los medios de comunicación tenían en su poder el documento y podían opinar sobre él, la principal organización estudiantil, pese a solicitarlo directamente al MEC, tuvo que enterarse por la prensa de su contenido.
Aumento de las matrículas
La intención del ministerio es incrementar los precios de las matrículas todavía más. Se quiere penalizar las segundas y terceras matrículas. El precio de la segunda matrícula será casi cinco veces mayor que la primera, y el de la tercera casi diez veces más. "Así, por ejemplo, la asignatura más cara de la carrera de Derecho en la Autónoma de Madrid vale ahora la primera vez 80 euros, la segunda, 95 y la tercera, 135. Aplicándole los porcentajes propuestos en el nuevo informe, en 2015 costaría en torno a 330 euros la segunda matrícula y la tercera, 660"2.
Pretenden desmotivar rápidamente a los alumnos que no puedan dedicar todo su tiempo a estudiar, que tengan más dificultades, o que estén en una carrera con un porcentaje de suspensos mayor (como por ejemplo, las ingenierías). Un alumno que se vea en la tesitura de pagar más de 600 euros por una sola asignatura, más el resto de las que tenga que matricularse, probablemente abandone la universidad. Es más, por esa cantidad ¡hace unos años podrías matricularte de un curso completo!
El principal argumento que esgrimen es que la mayoría de los jóvenes van a la universidad a pasar el tiempo en la cafetería o directamente se quedan durmiendo en casa, por lo que no deberíamos subvencionar a un puñado de vagos. Sin embargo, los datos del Ministerio de Educación van en otra dirección. El 47% de los graduados tiene menos de 25 años, hay que tener en cuenta que no todos empiezan la carrera con 18 años y que el 32,6% de los estudiantes compatibilizan trabajo y estudio3. Todo esto no son más que excusas para ocultar la razón de fondo. Lo que se busca es expulsar masivamente a los hijos de los trabajadores de la universidad, y ahorrarse su costo en tiempos de crisis, que es la razón de ser de los Planes de Bolonia.
¿Más becas?
Desde el gobierno se dice que la contrapartida será un nuevo sistema de becas y ayudas para garantizar que nadie se queda sin estudiar por motivos económicos. Pero ¿qué hay de cierto en esto?
En primer lugar se plantea un incremento de las "becas-salario" de los 6.250 euros actuales a 6.500 o en el mejor caso 7.000 en 2015. Esa cantidad es totalmente insuficiente para cubrir los gastos de estudiar todo un año. Desde el Sindicato de Estudiantes defendemos una auténtica beca-salario de 900 euros al mes. Pero lo más sangrante son los requisitos que se piden para acceder a ellas. Sólo podrán optar a dichas becas las familias que no superen un umbral de renta de 13.557 euros calculado para una familia de 4 miembros. Es decir, sólo puedes acceder a esta ayuda si estás en una familia mileurista, que no son precisamente los que llegan a la universidad, ya que las presiones para empezar a trabajar a partir de los 16 son muy altas.
¿Y de dónde va a salir ese dinero? En el documento se plantea que sería necesario un aumento del presupuesto para la universidad pública, del 1,2% actual al 1,5% del PIB a "medio plazo", y a renglón seguido se reconoce que la situación económica no es muy favorable y que, por lo tanto, se tardará en hacer ese esfuerzo. Es decir, contrarreformas para hoy y ya veremos cuándo podemos dar más dinero para la educación pública, pese a que el Estado español está a la cola de la UE. Cuando los bancos presentaron problemas, en pocas semanas se movilizaron 150.000 millones de euros para garantizar su seguridad, sin embargo, cuando se trata de educación, sanidad, pensiones... la canción suena muy distinta. Ante esa cantidad, los 8.400 millones que serían necesarios para modernizar la universidad son calderilla. O comparados con los 7.000 millones que costó el rescate de Caja Castilla-La Mancha, los 1.200 millones de euros que harían falta para alcanzar un 40% de becados (la media de la UE) no son ni la sexta parte.
El Estado español invierte un 0,08% del PIB en becas, mientras que la media de la OCDE (el grupo de los 31 países más ricos del planeta) es del 0,27%. La solución que da el Gobierno para acercarnos al 0,2% en el año 2015 es aumentar el número de becas-préstamo que, a pesr de su nombre, no son becas, ya que tienes que devolver ese dinero al acabar la carrera. Esto confirma lo que ya dijimos en su momento cuando se empezaron a aplicar los Planes de Bolonia: los créditos van a ir desplazando progresivamente a las becas, especialmente en lo que se refiere a posgrados; ya en el pasado curso se dieron 15 millones en becas para posgrados y máster frente a 74 millones en becas-crédito4.
Lo que nos espera en los próximos años son recortes sociales y "presupuestos austeros", no más becas. Los jóvenes y los trabajadores pusimos al PSOE en el poder para que derogase la LOU impuesta por el PP (y no lo hizo) y garantizase una educación pública, democrática, laica y de calidad para los hijos de los trabajadores. Desde luego este documento de "reflexiones", y otras medidas que están tomando, no van por ese camino. El ministro debería reflexionar seriamente sobre si quiere seguir adelante por este camino, de llevarlo a cabo tendrá a los hijos de los trabajadores frente a él.
1. Estadística de Precios Públicos Universitarios 2009/2010 y 2008/2009. Ministerio de Educación.
2. El País, 25/01/2010.
3. Datos y cifras del sistema universitario. Curso 2009/2010. Ministerio de Educación.
Madrid
En primer lugar queremos denunciar el oscurantismo con el que se ha estado elaborando estas propuestas. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, presentó este documento el pasado 20 de enero. Sin embargo, mientras los medios de comunicación tenían en su poder el documento y podían opinar sobre él, la principal organización estudiantil, pese a solicitarlo directamente al MEC, tuvo que enterarse por la prensa de su contenido.
Aumento de las matrículas
La intención del ministerio es incrementar los precios de las matrículas todavía más. Se quiere penalizar las segundas y terceras matrículas. El precio de la segunda matrícula será casi cinco veces mayor que la primera, y el de la tercera casi diez veces más. "Así, por ejemplo, la asignatura más cara de la carrera de Derecho en la Autónoma de Madrid vale ahora la primera vez 80 euros, la segunda, 95 y la tercera, 135. Aplicándole los porcentajes propuestos en el nuevo informe, en 2015 costaría en torno a 330 euros la segunda matrícula y la tercera, 660"2.
Pretenden desmotivar rápidamente a los alumnos que no puedan dedicar todo su tiempo a estudiar, que tengan más dificultades, o que estén en una carrera con un porcentaje de suspensos mayor (como por ejemplo, las ingenierías). Un alumno que se vea en la tesitura de pagar más de 600 euros por una sola asignatura, más el resto de las que tenga que matricularse, probablemente abandone la universidad. Es más, por esa cantidad ¡hace unos años podrías matricularte de un curso completo!
El principal argumento que esgrimen es que la mayoría de los jóvenes van a la universidad a pasar el tiempo en la cafetería o directamente se quedan durmiendo en casa, por lo que no deberíamos subvencionar a un puñado de vagos. Sin embargo, los datos del Ministerio de Educación van en otra dirección. El 47% de los graduados tiene menos de 25 años, hay que tener en cuenta que no todos empiezan la carrera con 18 años y que el 32,6% de los estudiantes compatibilizan trabajo y estudio3. Todo esto no son más que excusas para ocultar la razón de fondo. Lo que se busca es expulsar masivamente a los hijos de los trabajadores de la universidad, y ahorrarse su costo en tiempos de crisis, que es la razón de ser de los Planes de Bolonia.
¿Más becas?
Desde el gobierno se dice que la contrapartida será un nuevo sistema de becas y ayudas para garantizar que nadie se queda sin estudiar por motivos económicos. Pero ¿qué hay de cierto en esto?
En primer lugar se plantea un incremento de las "becas-salario" de los 6.250 euros actuales a 6.500 o en el mejor caso 7.000 en 2015. Esa cantidad es totalmente insuficiente para cubrir los gastos de estudiar todo un año. Desde el Sindicato de Estudiantes defendemos una auténtica beca-salario de 900 euros al mes. Pero lo más sangrante son los requisitos que se piden para acceder a ellas. Sólo podrán optar a dichas becas las familias que no superen un umbral de renta de 13.557 euros calculado para una familia de 4 miembros. Es decir, sólo puedes acceder a esta ayuda si estás en una familia mileurista, que no son precisamente los que llegan a la universidad, ya que las presiones para empezar a trabajar a partir de los 16 son muy altas.
¿Y de dónde va a salir ese dinero? En el documento se plantea que sería necesario un aumento del presupuesto para la universidad pública, del 1,2% actual al 1,5% del PIB a "medio plazo", y a renglón seguido se reconoce que la situación económica no es muy favorable y que, por lo tanto, se tardará en hacer ese esfuerzo. Es decir, contrarreformas para hoy y ya veremos cuándo podemos dar más dinero para la educación pública, pese a que el Estado español está a la cola de la UE. Cuando los bancos presentaron problemas, en pocas semanas se movilizaron 150.000 millones de euros para garantizar su seguridad, sin embargo, cuando se trata de educación, sanidad, pensiones... la canción suena muy distinta. Ante esa cantidad, los 8.400 millones que serían necesarios para modernizar la universidad son calderilla. O comparados con los 7.000 millones que costó el rescate de Caja Castilla-La Mancha, los 1.200 millones de euros que harían falta para alcanzar un 40% de becados (la media de la UE) no son ni la sexta parte.
El Estado español invierte un 0,08% del PIB en becas, mientras que la media de la OCDE (el grupo de los 31 países más ricos del planeta) es del 0,27%. La solución que da el Gobierno para acercarnos al 0,2% en el año 2015 es aumentar el número de becas-préstamo que, a pesr de su nombre, no son becas, ya que tienes que devolver ese dinero al acabar la carrera. Esto confirma lo que ya dijimos en su momento cuando se empezaron a aplicar los Planes de Bolonia: los créditos van a ir desplazando progresivamente a las becas, especialmente en lo que se refiere a posgrados; ya en el pasado curso se dieron 15 millones en becas para posgrados y máster frente a 74 millones en becas-crédito4.
Lo que nos espera en los próximos años son recortes sociales y "presupuestos austeros", no más becas. Los jóvenes y los trabajadores pusimos al PSOE en el poder para que derogase la LOU impuesta por el PP (y no lo hizo) y garantizase una educación pública, democrática, laica y de calidad para los hijos de los trabajadores. Desde luego este documento de "reflexiones", y otras medidas que están tomando, no van por ese camino. El ministro debería reflexionar seriamente sobre si quiere seguir adelante por este camino, de llevarlo a cabo tendrá a los hijos de los trabajadores frente a él.
1. Estadística de Precios Públicos Universitarios 2009/2010 y 2008/2009. Ministerio de Educación.
2. El País, 25/01/2010.
3. Datos y cifras del sistema universitario. Curso 2009/2010. Ministerio de Educación.