Desde el Sindicato de Estudiantes llevamos meses defendiendo en los centros de estudio, en las manifestaciones y en todos los actos públicos en los que participamos, la necesidad de responder de una forma contundente a todos los ataques que jóvenes y trabajadores venimos padeciendo desde el inicio de la crisis, así como denunciando el escandaloso trasvase de fondos públicos a los banqueros y grandes empresarios por parte del Estado, y que se han convertido en el motivo de fondo que ha provocado los recortes sociales que ahora padecemos.
Meses insistiendo en la necesidad de convocar una huelga general
De esta forma, antes del 9 de marzo, cuando se hizo pública la convocatoria de huelga general en todo el Estado, en todas las ocasiones que pudimos reunirnos con dirigentes de CCOO y UGT les trasladamos la necesidad de que se convocara lo antes posible una huelga general como primer paso de un calendario firme, extenso y ascendente con el que defendernos de todos los retrocesos sociales y laborales que pretende imponernos el Gobierno. Desde el primer momento en que conocimos la convocatoria de huelga general que la mayoría sindical vasca realizaba en Euskal Herria, así como la convocatoria que también la CIG hacía en Galicia para la misma fecha, redoblamos nuestras actividades a favor de una convocatoria estatal de huelga general para el mismo día que estas organizaciones sindicales ya habían puesto sobre la mesa, el 29 de marzo.
Cuando por fin se hizo público por parte de las centrales sindicales de CCOO y UGT la convocatoria de huelga general para el día 29, entre los afiliados y simpatizantes del Sindicato de Estudiantes la noticia fue acogida con gran entusiasmo. No dejamos pasar ni un solo minuto para comenzar a convocar reuniones de afiliados y asambleas en los centros de estudio de todo el Estado, así como de manera inmediata nos pusimos manos a la obra para preparar las hojas informativas, los carteles y las pegatinas que distribuiríamos por miles en las semanas siguientes.
Cientos de asambleas, repartos y pegadas
Para hacer llegar nuestras propuestas al movimiento estudiantil convertimos a todos los locales del Sindicato de Estudiantes, durante los 20 días de preparación de la huelga, en centros de una grandísima actividad donde, en una primera fase, decenas y decenas de jóvenes llenábamos sobres con las pegatinas, los carteles, las hojas y las cartas para que ningún centro de estudios se quedase sin conocer nuestro posicionamiento en favor de la huelga general y por el que trabajaríamos con determinación las próximas semanas. De esta forma y en cuestión de 72 horas pudimos enviar miles de cartas que tuvieron una muy positiva acogida en todo el Estado.
Nuestros locales se convirtieron en verdaderos centros de comunicaciones y de organización, donde todas las tardes se realizaban reuniones informativas además de cientos de llamadas a los afiliados, simpatizantes y estudiantes que durante los últimos meses se estaban organizando con nosotros. Con menos de tres semanas de margen decidimos editar unos 30.000 carteles, 20.000 pegatinas y más de 150.000 panfletos. Esta ingente cantidad de material lo distribuimos por todo el Estado con rapidez, además de las miles de hojas que estudiantes desde sus casas imprimieron desde nuestra página web y que luego fotocopiaron para distribuir entre sus compañeros de estudio. Durante tres semanas los afiliados del Sindicato de Estudiantes, además de convocar la huelga en nuestros centros de estudio, nos desplazamos a aquellos centros en los que todavía no tenemos una sección sindical y extender lo máximo posible la jornada de huelga. Así, muchos compañeros antes de ir a clase, a la salida de la misma o en algún hueco que quedara libre, se iban a los institutos cercanos para hacer repartos de propaganda, para preparar reuniones de delegados, asambleas de estudiantes o pequeñas reuniones con grupos de estudiantes que también querían participar con nosotros en la convocatoria de la huelga. Por las tardes aprovechábamos el tiempo para hacer balances del estado de la convocatoria y para quedar con compañeros que vivieran en zonas más alejadas y entregarles los carteles, hojas y pegatinas para que los repartieran en sus centros, barrios o pueblos. Por último la actividad del día acababa no en pocas ocasiones con pegadas de carteles por nuestros barrios, en la universidad o cerca de los centros de estudio.
Finalmente, y tras semanas de una actividad intensa, podemos decir que nuestra propaganda ha estado presente en centenares de institutos y decenas de universidades de todo el Estado, desde Galicia hasta Murcia y desde Andalucía a Catalunya, pasando por Madrid y Euskal Herria. En el poco tiempo con el que hemos contado para la convocatoria un eje fundamental del nuestra actividad ha sido la realización de asambleas de estudiantes en los propios centros de estudio donde, especialmente en Málaga y Sevilla, hemos tenido asistencias multitudinarias, de tal forma que podemos concluir sin exagerar lo más mínimo, que en estas tres semanas y en el conjunto del Estado miles de estudiantes han debatido y votado la huelga en las asambleas convocadas por el Sindicato de Estudiantes en cientos de institutos.
En los piquetes y en
las manifestaciones
Una vez finalizada la labor de convocatoria nuestra actividad no terminó hasta pasado el día 29, por eso cientos de afiliados del Sindicato de Estudiantes nos unimos a los piquetes informativos en nuestras ciudades, participando codo con codo en las concentraciones multitudinarias de la tarde del 28 de marzo y en los piquetes informativos que comenzaron su actividad en la madrugada del día 29 y que concluyeron con las históricas manifestaciones que todos conocemos y que la derecha pretende ignorar. Los compañeros del Sindicato de Estudiantes nos comportamos como uno más en los piquetes informativos, contribuyendo con nuestras fuerzas a frenar la presión de los empresarios que querían vulnerar el derecho a huelga de miles de trabajadores, insistiendo uno a uno a todos los trabajadores que se cruzaban en nuestro camino de la importancia de secundar la huelga general. Como también le ha pasado a muchos trabajadores, hemos sufrido las provocaciones y la represión policial en nuestras propias carnes; hasta el punto que no sería de extrañar que el primer detenido en la histórica jornada de huelga del 29-M fuera un joven afiliado del Sindicato de Estudiantes de Málaga, de tan solo 15 años, que fue llevado a los calabozos a las 00:30 horas por participar en una delegación del piquete informativo conjunto de los sindicatos y el 15-M en el centro de la ciudad. Gracias a la rápida reacción que tuvimos, a que varios compañeros del Sindicato de Estudiantes se personaron en la comisaría y a la ayuda de los abogados de CCOO y UGT, logramos que a las 7 de la mañana pusieran en libertad a nuestro joven compañero.
Una vez llegado el momento de las manifestaciones que mayoritariamente se realizaron por la tarde del día 29, los compañeros del Sindicato de Estudiantes seguimos adelante con la intervención, esta vez en las más que multitudinarias movilizaciones que se reprodujeron por todo el Estado. Así los cortejos de estudiantes, nuestras pancartas y nuestras hojas estuvieron muy presentes en las manifestaciones, también muchos de nuestros compañeros pidieron apoyo económico para sufragar todos los gastos derivados de la intervención y que necesitamos recuperar para continuar defendiéndonos de los nuevos ataques que ya están sobre la mesa.
Los recortes en educación ya están aquí
El 30 de marzo, tan solo un día después, el Partido Popular presentaba los Presupuestos Generales del Estado para 2012. La tónica genera es un recorte salvaje de los presupuestos, dentro de los cuáles la partida del Ministerio de Educación sufre especialmente, con una caída respecto al 2011 del 21,2%. A este recorte sin precedentes hay que sumarle los ataques que el Ministro de Educación ya ha ido adelantado en los últimos días y que acompañarán a este recorte:
Aumento de dos horas en la jornada laboral de los profesores, lo que supondrá el despido de miles de interinos como sucediera en Madrid con 3.200 profesores por la aplicación de esta medida.
Aumento de las ratios tanto en primaria como en secundaria. Ahora el ratio se situaba en los 27 y 30 alumnos respectivamente, aunque ya incluía la posibilidad legal de aumentarlo en un 10% de forma excepcional. Ahora el gobierno pretende subir hasta un 15%.
Aumento de las tasas universitarias hasta un 25%, cuando actualmente es del 11%.
Supresión de las “becas-préstamo” para el estudio de postgrado, por lo que, además de devolver esta peculiar “beca”, los intereses que se generen por el préstamo —que podrían rondar el 5%— los pagarán los estudiantes a la banca directamente.
En definitiva una nueva agresión contra la educación pública ante la que es urgente reaccionar, dando continuidad a la maravillosa demostración de fuerza de la huelga general del 29-M.