Durante este inicio de curso el PP en Castilla-La Mancha ha lanzado un nuevo ataque brutal contra la educación pública. Entre primaria y secundaria se han despedido a más de 4.000 interinos este año. El número de centros concertados está aumentando a la vez que los centros públicos se quedan sin recursos para poder atender las necesidades de los estudiantes.
El Militante.— ¿Cómo han afectado los recortes en Castilla-La Mancha?
Patricia Carlavilla.— En lo que respecta al aumento de las ratios. Pueden llegar hasta 36 en secundaria y 40 en Bachillerato y se están cumpliendo las peores previsiones. Hay grupos enormes incluso en los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), que son programas muy específicos con alumnos con perfiles muy determinados y cada estudiante tiene sus necesidades y con la masificación los profesores no dan abasto y no se pueden atender en condiciones. Además, en la ESO y el Bachillerato los estudiantes que necesiten cualquier tipo de apoyo o refuerzo no van a ser atendido, y menos todavía si tenemos en cuenta que a los equipos de orientación les han puesto a dar clases de asignaturas que ni siquiera se acercan a su ámbito de competencia con lo que pierden tiempo de atención al alumnado más específico.
EM.— Además de los despidos, ha aumentado el número de horas lectivas que tenéis que impartir. ¿En qué se está concretando?
PC.— Aparte de la masificación, los profesores van muy justos con sus horarios de clase y no tienen ningún hueco. El tiempo de preparación de las clases es voluntario y no entra dentro de la jornada laboral y el problema es que al no tener huecos en los horarios, en la práctica se ha eliminado el tiempo para dar apoyo ni refuerzo. Se ha disminuido el número de PTs, que son los profesores de pedagogía terapéutica (los que atienden las necesidades más específicas) y a los que hay se les ha puesto a dar PCPIs que tampoco era competencia suya, con lo que se sigue perdiendo calidad en la atención a los estudiantes. Además, en Inglés no se puede hacer conversación porque las clases están masificadas y no se pueden hacer desdobles, con lo cual la película que nos quieren vender el bilingüismo es absolutamente falsa porque desde la administración no se ponen los recursos necesarios para que los estudiantes aprendan inglés.
EM.— También se han restringido las sustituciones por bajas cortas…
PC.— El consejero de Educación de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, desde el principio de curso ha explicado que la tónica general tras los recortes era la normalidad en las aulas. Esto es falso. Hemos empezado el curso sin profesores en las aulas, con lo que en algunas ocasiones en las guardias hay que juntar dos clases, así es imposible hacer nada. Las dos primeras semanas ha habido muchos profesores, hasta el 25% del claustro en algún caso, que faltaban por bajas sin cubrir. Hay casos concretos como en el IES Castilla en Guadalajara donde hay una clase de Educación Física son 65 alumnos, con lo que la calidad de la enseñanza se degrada.
EM.— ¿Qué opinas de la Ley de Autoridad del profesorado cuyo supuesto objetivo es dignificar la figura del profesor?
PC.— Lo primero es que la autoridad en clase no se consigue con una ley. La dignificación de la figura del profesor la estamos perdiendo convirtiendo nuestras condiciones laborales, de unas condiciones bastante dignas en condiciones mucho más precarias. Se nos ha retirado la paga extra, los contratos de los interinos son una sorpresa más que una realidad, te llaman y te despiden según les parece. Tienen la intención de despedir a los interinos en los periodos vacacionales, con las implicaciones que tendrá esto, ya que las listas se moverán y nos podemos encontrar con que en cada trimestre haya un profesor distinto para que la Administración se ahorre diez días de salario. Mientras tanto siguen regalando dinero a la banca a manos llenas. La dignificación de la profesión pasa por tener unas condiciones de trabajo aceptables.
EM.— ¿Cómo piensas que se pueden parar estos ataques?
PC.— Durante este inicio de curso el recorte ha sido tan salvaje que los profesores están un poco en estado de shock. El año pasado fuimos a la huelga en varias ocasiones pero de forma aislada. Yo creo que los sindicatos de profesores tienen que plantear una batalla seria en defensa de la educación pública con un calendario de movilizaciones contundente que tienda además hacia la unificación de la lucha con el resto de los sectores.