El actual gobierno, y especialmente el ministro de Educación José Ignacio Wert, han demostrado estar en contra de la enseñanza pública y pretenden demoler un derecho básico para el futuro de las jóvenes generaciones. En este curso se han despedido más de 50.000 profesores, se ha recortado en 4.000 millones de euros el presupuesto educativo, se han reducido dramáticamente las becas de comedores escolares y libros de texto, además de aumentar escandalosamente las cuotas de las Escuelas Infantiles públicas, de las Escuelas Oficiales de Idioma, las tasas académicas de universidad, e imponerlas en la FP.