Tras un curso plagado de ataques a la educación pública, el Partido Popular continúa con su intención de terminar con el derecho a una educación pública y de calidad para todos. Su proyecto de reforma franquista —LOMCE— pone las bases para expulsar del sistema educativo desde bien pronto, en el instituto, a una gran parte de los jóvenes hijos de trabajadores. Lo hace a través de una verdadera carrera de obstáculos con reválidas e itinerarios que nos arrojarán lo antes posible al mercado laboral con una cualificación mínima. De esta manera seremos condenados forzosos a sufrir unas condiciones laborales precarias y salarios de miseria.

Miles de estudiantes expulsados de la Universidad por no poder afrontar el pago de las tasas

Este curso miles de estudiantes se han visto afectados por el aumento salvaje de las tasas universitarias. Tasas que han subido un 66% en los grados y un 130% en los posgrados, y que venían acompañadas por los nuevos obstáculos impuestos por el ministerio para obtener becas, dejando a 35.000 estudiantes sin acceso a las mismas.
Sólo en las universidades madrileñas se calcula en más de 7.000 los alumnos que, habiendo asistido puntualmente a clase y aprobado sus asignaturas, pueden perder el curso por no tener dinero para pagar estas encarecidas matrículas, a los que habría que sumar los más de 1.000 en las universidades gallegas, los 1.349 de la Universidad de Málaga, los 700 de la Pablo Olavide de Sevilla (más de 5.700 entre todas las universidades andaluzas), los más de 500 en la Universidad del País Vasco, 2.000 de la Universidad de Oviedo y los 3.000 estudiantes de las universidades catalanas, entre muchos otros, que también podrían verse en esta situación.
Los afectados por la política de privatización de la universidad pública son muchos más. Como muestra más significativa los más de 2.200 estudiantes afectados por los préstamos renta del ICO que en su día fueron estafados cuando se les planteó la sustitución de las becas por préstamos bancarios. Estos estudiantes, que se vieron obligados a aceptar unas condiciones abusivas para poder pagar sus estudios, se ven ahora con deudas con los bancos de hasta 12.000 euros, sin trabajo o, en el mejor de los casos, con empleos precarios.

El PP quiere acabar con las becas

Ante esta desesperada situación para miles de jóvenes el Gobierno, lejos de dar alguna solución, ha anunciado un ataque más: un nuevo hachazo a las becas para el nuevo curso. Su plan recoge la supresión de las actuales modalidades de beca para convertirse en un modelo único en el que la cuantía se reducirá entre unos 500 y 2.000 euros por alumno, con unos requisitos que además provocarán una nueva exclusión de miles de estudiantes del acceso a las mismas.
Estas nuevas becas constarán de dos partes: una fija ligada al nivel de renta y residencia (que podrá alcanzar como máximo 1.500 euros en cada caso) y otra variable que irá en función de las notas y del presupuesto disponible. La parte variable será de un mínimo de 60 euros y de un máximo que el gobierno no ha especificado. Para optar a la máxima cuantía de la parte fija se exigirán ingresos anuales inferiores a 11.143 euros para una familia de tres miembros. Es decir, una familia de tres miembros en la que dos trabajen y ganen cada uno más de 464 euros al mes, NO podrá obtener la beca de 1.500 euros anuales. ¿Qué familia en una situación económica tan precaria como esta va a plantearse siquiera enviar a uno de sus hijos a la universidad?
Por si esto no fuera poco, para limitar más el acceso a las becas el próximo curso se producirá un nuevo endurecimiento de los criterios en la nota media mínima exigida, medida que, para continuar expulsando por razones económicas al máximo número de estudiantes, se completará con una nueva subida de tasas.
El ministro Wert no quiere dejar ningún cabo suelto y por eso, antes de llegar a la universidad, en las enseñanzas medias, también ha planteado nuevas trabas para poder obtener becas: así, se plantea un aumento de la nota media mínima exigida para obtener beca en el bachillerato y se excluye a todos los alumnos que estén repitiendo total o parcialmente curso.
Según los expertos en financiación universitaria que ya han podido estudiar el borrador del gobierno, las consecuencias del nuevo plan de becas serán brutales: 85.000 estudiantes perderán las ayudas. Así, el Ministerio de Educación se ahorrará 315 millones de euros, un tercio del gasto real en becas, retrocediendo a los niveles de inversión de hace una década y dejando en dos cursos a 120.000 estudiantes sin las becas que hasta ahora podrían estar recibiendo.

¡Por el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad!
¡El hijo del obrero a la Universidad!

El Partido Popular exigirá más a los estudiantes con menos recursos y seremos penalizados únicamente por nuestro origen de clase. Quien tenga dinero no deberá preocuparse por sus notas, sin embargo para quienes dependen de una beca para seguir estudiando, o cumplen con unas notas “mínimas” impuestas por la derecha o, en la práctica, serán expulsados por motivos económicos de la universidad. Quieren que la universidad vuelva a ser el coto privado para una élite privilegiada, y que por supuesto esté cerrada a cal y canto a los hijos de los trabajadores.
Desde el Sindicato de Estudiantes consideramos que si queremos parar este nuevo atropello, el único camino es la lucha unificada de los estudiantes de enseñanza secundaria y universidad. Todos juntos movilizándonos, para impedir que este gobierno de derechas imponga la reforma franquista de la enseñanza (LOMCE), acabe con las becas y convierta la universidad en un territorio exclusivo para las familias ricas. Por eso, en octubre ¡TODOS JUNTOS A LA HUELGA Y LAS MANIFESTACIONES EN DEFENSA DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA, GRATUITA Y DIGNA!

Tabla reivindicativa

1. Retirada inmediata del nuevo decreto de becas.
2. Cancelación de los expedientes de expulsión a los más de 15.000 estudiantes que actualmente se encuentran en esta situación en todo el Estado por no poder hacer frente a los pagos de las encarecidas matrículas.
3. Creación de un plan de choque de becas para garantizar que ningún estudiante es expulsado de la universidad por no tener dinero.
4. Ante los más de seis millones de parados, la subida del coste de la vida y el 86% de paro entre los menores de 24 años, demandamos un plan inversión en la universidad pública que garantice la gratuidad de la universidad para las familias trabajadoras, y la reducción generalizada de un 50% de las tasas académicas.
Este plan debería contar al menos con 180.000 millones de euros, la misma cantidad que el Estado ha entregado a manos llenas a la banca sin el menor problema.
5. Cancelación de la deuda a los estudiantes que solicitaron los préstamos-renta, al ser víctimas de una estafa. Esos préstamos nunca deberían haber existido. Simplemente tendrían que haber recibido becas para el estudio con las que poder continuar mejorando su formación.
6. Retirada de la LOMCE para acabar con todas las barreras artificiales que el PP quiere imponer para llegar a la universidad.

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