El Colectivo de Parados del Metal de Cádiz surge como expresión de la necesidad de los trabajadores de luchar por sus puestos de trabajo y por su futuro. En este colectivo se ven representados principalmente trabajadores del metal ligados al sector naval y aeronáutico, así como los desempleados de Delphi. Este colectivo ha llevado adelante distintas iniciativas para darse a conocer y extender su lucha, que no es otra que la lucha por el empleo digno en la Bahía de Cádiz. Cabe destacar los repartos a los turistas explicando la situación de los trabajadores gaditanos, las concentraciones ante los ayuntamientos de la Bahía para hacerse visibles al conjunto de la población, pero sobre todo la manifestación del pasado 18 de septiembre con más de 6.000 personas, promovida por este colectivo y secundada y apoyada por la asamblea de parados de Cádiz, asociaciones proderechos humanos, la marea verde y por otros muchos colectivos de trabajadores y trabajadoras que están en lucha actualmente en sus empresas. Este masivo apoyo demuestra que la lucha por el empleo en la Bahía de Cádiz no es solo la lucha por las cargas de trabajo, por la defensa del convenio del Metal o por el mantenimiento de todos y cada uno de los puestos de trabajo de las empresas auxiliares de Navantia, sino que también es la lucha contra los recortes en nuestras condiciones de vida, o la lucha por una educación y una sanidad pública y de calidad.
En la provincia de Cádiz, que desde siempre ha estado muy golpeada por el paro y la desindustrialización, no es de extrañar que ante la pasividad de los dirigentes sindicales este tipo de movimientos tengan una especial acogida por parte de los trabajadores en estos momentos concretos, ya que las direcciones sindicales de CCOO y UGT, tanto en los problemas generales como en los problemas que afectan más directamente a la provincia (carga de trabajo en Navantia, convenio colectivo del metal PYMES…) están respondiendo de forma poco contundente, llegando a acuerdos que únicamente dan tiempo a las patronales a reorganizarse y diluyen y atomizan nuestras fuerzas.
Todo esto demuestra que hay fuerza y que es más necesario que nunca que las direcciones de CCOO y UGT abandonen de una vez por todas la lucha parcial y la extensión infinita de negociaciones que nunca van a llevar a ningún puerto, y pasen a defender un plan de lucha contundente y extendido en el tiempo que responda verdaderamente a las necesidades de la clase trabajadora.