"Nuestros objetivos son claros: que se retiren todos los ataques, que dimita el ministro Wert y que nadie vea vetado su derecho a la educación por no tener dinero"
El Militante.— ¿Cuáles son los objetivos del Sindicato de Estudiantes con la convocatoria de movilización y huelga en octubre?
Ana García.— Todos los ataques que se han puesto encima de la mesa con la LOMCE, el tasazo universitario, las tasas en la FP, el decreto de becas, etc. persiguen un mismo objetivo: expulsar a los hijos de los trabajadores del sistema educativo lo antes posible y, por supuesto, que no podamos llegar a la formación superior. No quieren que los hijos de los trabajadores tengamos ninguna cualificación. Su razonamiento es el siguiente: ¿Para qué formar a los jóvenes si lo que quieren es mano de obra barata a la que poder explotar por el menor salario posible? Los recortes en la educación pública son un punto estratégico para el Gobierno del PP. Para los capitalistas el dinero destinado a una educación pública de calidad es un gasto “superfluo”. En cambio, para la inmensa mayoría de las familias es uno de los pilares básicos para aspirar a una vida digna. Nuestros objetivos con la movilización son claros: queremos que se retiren todos los ataques, que dimita el ministro Wert y garantizar que nadie vea vetado su derecho a la educación por no tener dinero.
EM.— ¿Qué opinas de las declaraciones de Wert equiparando las luchas de los profesores, padres y estudiantes contra los recortes educativos con una “fiesta de cumpleaños”?
AG.— Esas declaraciones son un nuevo insulto a la comunidad educativa. Aunque la intención del ministro es claramente la de desanimar a los que luchamos con sus insolencias, lo que consigue en realidad es echar más leña al fuego y provocar más indignación y más ganas de luchar.
Si el ministro piensa que la lucha en el Estado español es una fiesta de cumpleaños es porque no conoce el nivel de rechazo que está alcanzando la política educativa del PP en el seno de la sociedad —exactamente igual que en la sanidad—. El ejemplo de la lucha de los profesores en Baleares muestra cómo los ejemplos de México o Chile cada vez están más cercanos a la explosión social que se está gestando aquí.
EM.— ¿Qué opinas de la huelga indefinida del profesorado de Baleares?
AG.— La lucha del profesorado en Baleares es un auténtico ejemplo para todos los que defendemos el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad. Los recortes presupuestarios para la escuela pública en Baleares, así como las imposiciones contra los derechos democráticos más básicos —como poder aprender el catalán en la escuela pública— contra las que están peleando en Baleares, son los mismos contra los que luchamos en el resto del Estado.
La huelga indefinida, organizada desde las bases en la Asamblea de Docentes, y que ha logrado el apoyo mayoritario de toda la sociedad, ha supuesto un paso adelante muy importante en la lucha por la educación pública. Todos los trabajadores, no sólo los profesores, han entendido que la respuesta a ataques de tal magnitud debería ser de la misma intensidad. La amplitud del respaldo social se ha podido comprobar con los cerca de 400.000 euros que en apenas tres semanas se consiguieron para la caja de resistencia o con la histórica manifestación del 29 de septiembre, con más de 100.000 personas.
La lucha de la comunidad educativa en Baleares sigue en pie, a pesar del levantamiento temporal de la huelga indefinida. En nuestra opinión, los dirigentes sindicales deberían convocar una huelga general de 24 horas en Baleares en todos los sectores. La lucha educativa en Baleares ha alcanzado una dimensión que trasciende a lo educativo. El PP lo ha comprendido, pero los trabajadores de Baleares también. Han visto esta lucha como un referente para hacer frente a todos los recortes y retrocesos en otros terrenos. Una huelga general sería la manera de canalizar el inmenso apoyo social alcanzado por la lucha, dar una continuidad a un movimiento que ha alcanzado un altísimo grado de organización y dejar todavía más en evidencia el aislamiento del gobierno de Bauzá, que podría caer. Hay fuerza para hacerlo.
EM.— Si el gobierno continúa con los recortes y con la ley Wert, ¿seguirá la lucha después de octubre?
AG.— Por supuesto. Estamos seguros de que la huelga de los próximos 22, 23 y 24 de octubre (este último día junto a padres y profesores) va a ser un gran éxito y un duro golpe para el ministro. Pero si no es suficiente, seguiremos adelante endureciendo la respuesta en las calles. Si tres días de huelga de estudiantes no son suficiente iremos a más: responderemos con más manifestaciones, más masividad y más días de huelga junto con padres y profesores. Por nuestra parte no descartamos nada, ni una huelga de tres días de toda la comunidad educativa, ni de cinco, ni siquiera la indefinida. Eso dependerá de la respuesta del Ministerio pero la nuestra es clara: no vamos a parar hasta frenar los ataques.
EM.— ¿Qué alternativa hay a los recortes y a la crisis del capitalismo?
AG.— Se nos dice que no hay dinero y que es imposible escapar a la política de recortes. Sin embargo, los banqueros han recibido más dinero público que nunca. Para salvar los intereses de una minoría parasitaria la derecha está llevando a la inmensa mayoría a una degradación social brutal. La conclusión es clara: si queremos evitarlo hay que quitar del poder político y social a esta minoría de ricos, que es la que realmente gobierna sin haber sido elegidos por nadie, no hay terceras vías. Lo que no funciona es el capitalismo. Nunca en la historia de la humanidad ha habido más medios productivos, más medios técnicos, humanos y organizativos para producir riqueza y garantizar una vida digna para todos. La lucha por una sociedad socialista está más vigente que nunca.