El pasado 2 de julio Pablo sufrió un accidente laboral mientras repartía para la tienda de Domino’s Pizza de Azuqueca de Henares. A causa del accidente tuvo una grave lesión en el pie derecho por la que ha estado de baja más de dos meses. El 1 de septiembre la empresa, conociendo que la baja se iba a alargar a causa de las lesiones, le llamó a las oficinas para comunicarle su despido, reconociendo la improcedencia del mismo.
En los últimos años las condiciones de trabajo y nuestros derechos laborales han sufrido un gran retroceso. Las reformas laborales, tanto del PP como del PSOE, han atacado con especial dureza a los jóvenes que nos vemos abocados a entrar en un mercado laboral en el que predomina la precariedad y los contratos basura, y donde la inmensa mayoría de los contratos son temporales o a través de ETTs con contratos incluso por días. Según un informe de UGT sobre precariedad laboral entre la juventud, la tasa de temporalidad entre los jóvenes es del 57%, el 55% de los trabajadores menores de 35 años trabaja a tiempo parcial y los menores de 25 años cobran de media la mitad de lo que cobran los trabajadores de más de 55 años. La precariedad también afecta a nuestros derechos laborales más fundamentales. En estas condiciones y con las facilidades que existen para el despido, derechos como organizarse en un sindicato o exigir nuestros derechos son, en la práctica, inexistentes.
El objetivo de Domino’s Pizza con el despido del compañero Pablo es presionar al resto de los trabajadores para que acorten sus bajas con la amenaza del despido, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores.
Los jóvenes y los trabajadores estamos hartos de la precariedad, de los continuos ataques por parte de empresarios y patronal a nuestros derechos para continuar llenando sus bolsillos a costa de nuestra explotación a través de contratos basura, salarios miserables y horarios incompatibles con la planificación de nuestra vida. Por todo esto hay que organizar la respuesta ante el despido de Pablo. No podemos consentir que sigan pisoteando nuestros derechos.
¡Basta de precariedad laboral!