¡Esta huelga la vamos a ganar!

La lucha de la Mercedes se ha convertido en un ejemplo de cómo se enfrentan los ataques de la patronal y se lucha por salarios dignos frente a una inflación cada día más inasumible.

Los trabajadores han demostrado quién produce realmente la riqueza en la fábrica, y que si hay determinación de luchar poco pueden hacer los Titos, la dirección de la empresa, el Gobierno vasco, o los sindicatos que  se han puesto sumisamente al servicio de la patronal, UGT, CCOO, Ekinza y PIM.

El preacuerdo firmado por los dirigentes de estos sindicatos, contra la opinión de muchos de sus afiliados, ha sido el último intento desesperado de frenar la lucha. Un preacuerdo que ha venido acompañado de amenazas apocalípticas por parte del director de la planta, Emilio Titos, al que la opinión abrumadoramente mayoritaria de las y los trabajadores le importa un comino. Porque sí, los trabajadores se han pronunciado con claridad desde el día siguiente al acuerdo. ¡Y lo han hecho secundando masivamente las huelgas convocadas por ELA, LAB y ESK! ¡Sacrificando sus salarios y manifestándose masivamente por las calles de Gasteiz! ¡Esta es la realidad!

Al mismo tiempo, los sindicatos firmantes han dado la espalda a la plantilla poniéndose sin fisuras al servicio de la multinacional: han retwitteado y difundido por redes sociales las amenazas de la dirección de la empresa, tratando de ganar el referéndum con el chantaje y el miedo; se han negado a participar en las masivas asambleas de trabajadores celebradas estos días de cara a defender el preacuerdo; han dejado en manos de la empresa la organización del referéndum con muy escasas garantías democráticas, e incluso han tratado de criminalizar la huelga pidiendo protección de la Ertzaintza y del Gobierno de Urkullu, el gobierno de la patronal.

¿Por qué si están tan convencidos de las bondades del acuerdo no han participado u organizado asambleas abiertas democráticas de trabajadores como si han hecho ELA, LAB y ESK? ¿Por qué han renunciado a explicar en vivo y en directo sus argumentos a la plantilla? ¿Por qué se han escondido detrás de la empresa?

Esta lucha ha demostrado la enorme fuerza que tiene la clase trabajadora cuando se pone en marcha. Por eso mismo ha sido criminalizada y, sobre todo, silenciada por los medios de comunicación del capital. No quieren que cunda el ejemplo, pero el problema es que la clase obrera en Euskadi, en el Estado español y en Europa está comenzando a decir basta. ¡Basta de beneficios obscenos para los empresarios, y de miseria para la clase trabajadora! En 2021 Mercedes Benz multiplicó sus resultados en un 253,7%, 14.180 millones de ¡¡beneficio neto!!, y quieren que los trabajadores reduzcamos nuestros salarios, por ahora, en más de un 10%, con una subida salarial en 2021 del 0%.

La fuerza que ha demostrado la plantilla en las huelgas convocadas por ELA, LAB y ESK ha conseguido tumbar la sexta noche. ¡¡Todo el mundo lo sabe!! Una fuerza que sigue ahí y que puede torcer el brazo de la patronal. Los saben, y por eso redoblan las amenazas. Quieren generar dudas, desanimo, miedo… ¡¡esa es su única baza!! Que no te engañen, ¡¡tenemos fuerza para  conseguir una subida salarial acorde con el IPC!!

Hay que votar NO en este Referéndum y redoblar la batalla contra la multinacional, extendiendo la huelga a las auxiliares y al conjunto del metal de Araba, en lucha por su Convenio. Hay que sacar miles de hojas y carteles y empapelar Gasteiz y todas las localidades de la provincia, pidiendo apoyo económico para resistir, recabando la solidaridad del conjunto de las y los trabajadores, y convirtiendo la enorme simpatía que existe entre la población en solidaridad activa y militante.

Así, con estos métodos, se han conseguido todos los derechos y avances que aún disfrutamos y que cada día nos intentan arrebatar. Hay que confiar en nuestras fuerzas. ¡Esta batalla la vamos a ganar!

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