Entrevistamos a Salvador Escrich, afiliado de APTTUV (segundo sindicato en representación en el Comité de Empresa de la Empresa Municipal de Transportes valenciana)

 

El Militante.— Lleváis varias semanas de movilizaciones. ¿Cuáles son los motivos?
Salvador Escrich.— Llevamos varias semanas, en concreto desde el mes de enero de este año, aunque de forma teórica todo empezó en noviembre con la falta de interés por parte de la empresa a comenzar las negociaciones para el nuevo convenio colectivo. A partir de ahí se van celebrando reuniones Empresa-Comité y en cada una de ellas se va agravando la cuestión hasta el punto de que la empresa quiere empezar a negociar partiendo de eliminar de un plumazo casi todos los complementos que cobramos, pulverizando así los derechos adquiridos y firmados en convenio durante años de lucha. Esto significaría un recorte del 15% en nuestros salarios.
EM.— ¿En qué afecta la política de la gerencia y el ayuntamiento a los usuarios de autobuses?
SE.— Ahora, poniendo como excusa que ha bajado el pasaje (aunque por otro lado la empresa también se vanagloria de que transportamos a millones de usuarios), se ha reducido de forma notable el número de autobuses. En enero se eliminaron en torno a 30 convoyes, lo que supone casi el 10% de la flota. Los primeros convoyes de líneas emblemáticas como la 72 y la 2 han desaparecido, lo que conlleva que usuarios que empezaban a trabajar a las 6 de la mañana se hayan visto despojados del bus como medio para acudir a sus trabajos. También se han modificado los horarios reduciéndolos, lo cual implica retrasos en las líneas afectadas y autobuses “fuera de servicio”, con la consiguiente molestia para el pasaje que queda esperando más tiempo del necesario, y, cuando llega el bus, normalmente, viene bastante sobrecargado.
EM.— ¿Qué acciones habéis llevado hasta ahora? ¿Cuáles están previstas?
SE.— Hasta ahora las acciones han sido las distintas manifestaciones frente al ayuntamiento de Valencia, con autorización para cortar el tráfico frente al mismo, colocación masiva de pegatinas en los autobuses con frases relativas a nuestras demandas, así como hojas informativas que hemos hecho llegar a los usuarios a pie de calle. También nos hemos presentado de forma masiva en las oficinas centrales de la empresa para denunciar, a través de escritos a la empresa, los distintos impagos (por nombrar alguno, la paga extra de marzo). El día 29 de marzo (día de la huelga general) nos concentramos en el interior de las oficinas centrales para presionar en la celebración del Consejo de Administración.
Como anécdota decir que en la última manifestación de marzo, la Policía Local se dedicó a denunciar a compañeros por cruzar por los pasos de peatones, estando éstos en verde, con la intención de bloquear los autobuses. La misma policía denunció incluso a un conductor que se detuvo ante el paso de peatones para dejarnos pasar, y cabe destacar la presencia de cinco furgones de la Policía Nacional para reforzar.
Los días 10, 12, 17 y 19 de abril hubo cuatro manifestaciones más, en horario de mañana y tarde, en la plaza del Ayuntamiento, pero sin cortes de tráfico por orden de la delegada del Gobierno (Paula Sánchez de León), cosa que nos hace pensar que, aparte de una visible y palpable represión al derecho a manifestarse de la clase obrera, estas manifestaciones están molestando bastante al consistorio y a la empresa. El día 12 por la mañana se solidarizó un grupo del Sindicat d’Estudiantes, que vino con su pancarta, y el 19 por la tarde, también a iniciativa de los compañeros, nos juntamos tras la concentración con un grupo de trabajadores de Ràdio-Televisió Valenciana, afectados por un ERE salvaje.
A partir de ahora se da un pequeño paso más: se convocan manifestaciones, mañana y tarde, para la última semana de abril. Esta vez recorreremos las calles para hacer más visible nuestra lucha. De esta forma Paula Sánchez de León, delegada del Gobierno, no consigue su objetivo de relegarnos a la zona de mascletaes de la Plaza del Ayuntamiento, como si de un redil se tratara. El 2 de mayo hay asambleas, allí rediscutiremos cómo avanzar en la lucha.
EM.— ¿Qué impresiones tienes del ambiente en la plantilla?
SE.— El ambiente es claramente de lucha, hay muchas ganas, no sólo para las acciones llevadas hasta ahora, sino para presionar de forma más contundente; pero también existe la incertidumbre, puesto que con la injusta reforma laboral en principio los empresarios tienen la sartén por el mango, pero también hay que pensar qué hubiese sido de los trabajadores si, pese a toda la opresión y represión a través de varias décadas, nos hubiésemos quedado mano sobre mano sin ganas de pelear por unos derechos dignos.
EM.— ¿Qué se podría hacer para ganar este pulso?
SE.— Seguir luchando, extendiendo todo lo posible a otros colectivos que también están en la misma situación, y a los que son susceptibles de estarlo. Hay que concienciar a la clase obrera, parados, jóvenes y jubilados de que esto nos concierne a todos y de que no hay que confiarse aunque, de momento, no les haya llegado el turno. En este sentido, valoro muy positivamente la propuesta hecha por el Sindicat d’Estudiants al Comité de Empresa (en la última reunión fue invitado a asistir), de confluir la lucha de los estudiantes y de los trabajadores de la EMT contra los recortes que afectan a toda nuestra clase. El Comité ha decidido asistir a la manifestación convocada por el Sindicat para el jueves 10 de mayo.
EM.— Cuéntanos cómo ha sido la aportación del Sindicat d’Estudiants en esta lucha.
SE.— Ha sido una aportación importante, además de un apoyo moral. Desde aquí me gustaría agradecer la fuerza y la lección que nos ha transmitido el colectivo de estudiantes con sus inmensas y continuas manifestaciones en pro de una calidad y unos derechos para la enseñanza, así como de su futuro laboral. El Sindicat d’Estudiants ha hecho un trabajo estupendo y un gran esfuerzo. Me atrevería a decir que han sido el detonante para que los que ahora permanecíamos un poco dormidos despertáramos y nos uniésemos a esa lucha.
En el caso de la EMT la presencia del SE tanto en reuniones, asambleas (dirigiendo palabras de ánimo, apoyo y lucha), manifestaciones e incluso en las cocheras de Depósito Sur el 29-M, y apoyando nuestras reivindicaciones con el reparto de hojas informativas, han sido un importante estímulo más para seguir adelante, bien recibido por este colectivo.
EM.— ¿Quieres transmitirnos algo más?
SE.— No hay que dar nada por perdido, hay que seguir con todo el ánimo y lucha hasta el final, la unión de toda la clase obrera es la mejor y mayor fuerza de un país para defender los derechos como ciudadanos y  trabajadores. Salud.

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