Entrevista con Armando Ortega, secretario del Comité de Empresa por ELA
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha declarado nulo el ERE de extinción presentado por la dirección del Grupo CELSA para las factorías Urbina y Laminaciones Arregui, ubicadas en Álava. La empresa ha recurrido la sentencia sin que en estos momentos haya fecha para la readmisión de los 174 despedidos en aplicación del ERE. Además, hay cuatro despedidos más (miembros del Comité) aún pendientes de juicio, por ello cualquier acuerdo con la empresa pasaría por la readmisión también de los despedidos del Comité.
El Militante.— ¿Nos podrías contar cómo valoráis esta sentencia?
Armando Ortega.— La sentencia, que representa una victoria en toda regla de los trabajadores en lucha, marca un punto de inflexión importante. Pero aún no está solucionado el problema de Arregui. La sentencia demuestra que teníamos razón cuando decíamos que la empresa chantajeaba y usaba malas formas y que estaban actuando contra la libertad sindical, porque la mayoría de los despedidos eran huelguistas y de sindicatos no afines a las propuestas de la empresa.
Estamos insistiendo permanentemente en la necesidad de una negociación real que ahora está totalmente rota por parte de la dirección de la empresa. Es necesario que se abra por fin, tras esta sentencia favorable a los trabajadores, una negociación sin imposiciones que permita dar una salida real a los problemas de la empresa. Desde el Comité estamos dispuestos a negociar sin chantajes ni imposiciones.
EM.— ¿Cuál es la situación del conflicto tras publicarse la sentencia?
AO.— Nuestra lucha es una lucha contra la reforma laboral. No queremos que se aplique la reforma laboral, pero es que la sentencia demuestra que además la patronal está haciendo un uso fraudulento de ella. Por ello hemos iniciado una campaña para ponernos en contacto con todos los partidos políticos, colectivos y asociaciones con el fin de que hagamos juntos presión a la empresa para desbloquear el conflicto y abrir una auténtica fase de negociación.
EM.— ¿Qué acciones estáis proponiendo desde el Comité para continuar la lucha?
AO.— Después de cinco meses y medio de huelga indefinida y una sentencia importantísima favorable, consideramos que el escenario del conflicto difiere mucho del inicial, tanto para el comité como para la propia empresa. Por lo que este comité ha decido como medida de distensión pasar de la huelga indefinida a paros parciales de un día semanal, a sabiendas de que la empresa necesariamente tiene que juntarse con nosotros para abordar multitud de problemas.
La respuesta de la empresa ha sido mandar a todos los huelguistas de vacaciones sin acordarlo con el Comité. Con esto, lo que persigue es reventar los paros parciales al estar todos los que nos movilizamos de vacaciones y también ganar tiempo para hacer sus movimientos de ingeniería empresarial, que esperemos que sea para continuar con la actividad industrial de Laminaciones Arregui en condiciones laborales DIGNAS.
Este Comité está muy satisfecho con el trabajo que estamos desarrollando, a pesar de sus más y sus menos, está al lado de los obreros en esta lucha totalmente legítima. Los puntos en los que se centra la lucha a partir de ahora son la readmisión de los cuatro despedidos del comité y la consecución de un convenio digno (llevamos 34 meses sin convenio), con cláusulas que aborden la ultraactividad (que no se caduque el convenio) y la imposibilidad de un descuelgue salarial. Estos dos últimos puntos, consecuencias de la última reforma laboral y artífices del gran conflicto en que estamos inmersos en estos momentos. Y un plan de viabilidad serio, que aborde el futuro que va a tener la empresa dando tranquilidad a la plantilla.
EM.— ¿Qué efecto ha tenido en vuestra lucha la huelga general del 26-S, creéis que habría que darle continuidad?
AO.— La huelga general del 26-S fue muy importante y muy positiva para nosotros ya que representó un gran apoyo ver a miles y miles en las calles luchando por lo mismo, y además a los trabajadores de Laminaciones Arregui se nos dio mucho protagonismo en los actos de la huelga general. Sentimos el apoyo de la clase trabajadora y su identificación con nuestra lucha. Laminaciones Arregui es un ejemplo de lo que puede pasar en muchas empresas. A veces los trabajadores nos movemos cuando nos tocan a nosotros los problemas, por auténtica necesidad, sin embargo la huelga general levanta una auténtica conciencia de clase cuando miles salen a las calles, aunque todavía a ellos no les esté tocando en primera persona pero saben que los recortes también les afectan y que hay que luchar.
Creemos que se necesita no una, sino hacer varias huelgas generales para frenar estos ataques.