Por un sindicalismo combativo, de clase y democrático
El sindicalismo basado en la paz social y el consenso puesto en práctica por la actual dirección de CCOO está teniendo graves consecuencias tanto fuera como dentro del sindicato. La aceptación de profundos retrocesos como la extensión de la edad de jubilación o la firma de acuerdos que posibilitan miles de despidos es interpretada como una muestra de debilidad por el gobierno y la patronal, a la vez que despierta la desconfianza de sectores cada vez más amplios del movimiento obrero. Dentro de nuestro sindicato esta política genera desmoralización, así como la oposición de numerosos afiliados y delegados.
Desgraciadamente, otra realidad de nuestra organización es que la crítica legítima y compañera de quienes reivindicamos un giro a la izquierda es respondida por la dirección con actuaciones antidemocráticas destinadas a impedir un debate en profundidad sobre nuestra orientación sindical. Tal es el caso de Guadalajara, provincia en la que las decisiones adoptadas por la base han sido despreciadas.
Los delegados deben responder a las necesidades y el sentir de sus plantillas
En las elecciones sindicales celebradas el pasado diciembre en Luvata (antigua Carrier) la candidatura elegida democráticamente por los afiliados tuvo que enfrentarse a una lista independiente encabezada por Amadeo Escoms, afiliado y secretario de Acción Sindical en CCOO de Guadalajara. Éste, al no quedar el primero de la lista y no tener garantizada su posición en el Comité de Empresa, decidió enfrentarse a la candidatura de su propio sindicato. A petición de la Sección Sindical y con el apoyo de 72 de los 76 afiliados de CCOO en la empresa, la Ejecutiva Provincial de la Federación de Industria ha expulsado a este elemento. Lo más grave de todo es que esta conducta, a todas luces inadmisible, ha contado con el apoyo y la participación de José Mª Rey Cuevas, secretario provincial, y de una parte de la Ejecutiva Provincial. De hecho, nuestro secretario provincial durante el periodo electoral hizo campaña por la lista independiente, llamó personalmente a los afiliados de la lista de CCOO para que abandonaran nuestra candidatura y el propio día de las elecciones sindicales se presentó en la empresa para respaldar al candidato independiente. Después de las elecciones hemos comprobado que para el secretario provincial de CCOO su único candidato es el que no se presentó bajo las siglas de nuestro sindicato. Buena prueba de ello es que ha estado firmando las horas sindicales a Amadeo Escoms, las denuncias que CCOO tiene pendientes con la empresa las recibe Amadeo antes que los delegados de CCOO o que desde las elecciones sindicales ha ido varias veces a la empresa para hablar con Amadeo y con la dirección de Luvata. Un hecho todavía más grave es que acogiéndose a la posibilidad que existe de presentar alegaciones ante la Comisión de Garantías Confederal, la Ejecutiva Provincial sigue manteniéndole en la Ejecutiva.
Nuestros dirigentes deben ser elegidos por los afiliados
Otro claro ejemplo de los métodos que deben ser desterrados de nuestra vida interna, se ha vivido en la Federación de Industria de Guadalajara. Su congreso, celebrado el pasado noviembre, eligió a Carmelo Berdún secretario provincial de Guadalajara, pero, dos meses después se anuncia que Pilar Martínez es cooptada por la Ejecutiva y nombrada secretaria general. Desde nuestro punto de vista, es inadmisible que tan sólo unas semanas después de un congreso se cambie la Secretaría Provincial de la Federación sin que los afiliados puedan participar en esta decisión.
En los últimos años se han aprobado leyes como la reforma laboral y se han recortado servicios sociales básicos como la sanidad y la educación públicas. La brutal ofensiva que sufrimos los trabajadores hace más necesaria que nunca una organización de combate en defensa de nuestros derechos. Convencidos de ello, centenares de miles de compañeros y compañeras construimos día a día nuestro sindicato teniendo siempre presente nuestros orígenes: CCOO nació como un sindicato combativo en un contexto muy difícil, como era la dictadura, gracias a la determinación de un grupo de militantes encabezados por Marcelino Camacho. Hoy más que nunca es necesario un giro a la izquierda en la política sindical para hacer frente a la derecha y a la patronal.