La Asamblea de Parados que se constituyó en Vitoria antes del verano para exigir la creación de puestos de trabajo dignos y con derechos, ha estado volcada durante los meses de julio y agosto en la calle.

El colectivo de parados participamos activamente en las manifestaciones en defensa de la negociación colectiva  que se llevó a cabo el 4 de julio, a las 12 de la mañana, en la jornada de huelga general de los sectores del metal, panadería, etc., cuyos convenios no habían sido firmados y perdían la ultraactividad como consecuencia de la reforma laboral. Igualmente participamos en las manifestaciones de los jueves con los trabajadores de Laminaciones Arregui en contra del despido de 178 trabajadores y del ERE de extinción presentado por dicha empresa.
En las Fiestas de la Virgen Blanca, el 4 de agosto, fuimos invitados por el grupo municipal de EH-Bildu a participar en la Balconada donde van las autoridades, junto con otras empresas en lucha. La prensa y la TV local nos entrevistó al vernos con las camisetas de la Asamblea de Parados y tuvo una repercusión importante en los medios durante todas las fiestas.
Después de haber hablado con los grupos municipales de izquierdas, lanzamos una campaña de recogida de firmas, recogiendo casi 1.000 solo en las primeras semanas, y en la que exigimos a las instituciones que, ante las dramáticas cifras de paro, abandonen gastos destinados a prestigiar a quienes ocupan el sillón institucional y se priorice el gasto público para paliar las situaciones de necesidad que se dan en la ciudad y que cada día son más graves, como demuestran las últimas cifras de paro publicadas.
A principios de septiembre en Álava había 27.882 parados, una tasa del 15,64%, habiéndose producido un incremento del 9% en el último año y una destrucción de empleo incluso en agosto. En Hego Euskal Herria [País Vasco y Navarra] hay ya 237.000 parados, aumentando en 1.260 personas en agosto y produciéndose un descenso en el número de afiliados a la seguridad social de 7.806, además de una caída de los contratos, sobre todo indefinidos, en particular en Álava. En esta situación hay un malestar abrumador por la parálisis de las direcciones sindicales. También exigimos la unidad sindical y un calendario de movilizaciones serio para acabar con los Gobiernos del PP y del PNV y UPN.
Debemos de denunciar la política del PP y del PNV que están aplicando una política de recortes dramática. Por ejemplo, mientras el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz gasta 7.000 euros diarios en alquileres de locales municipales, el alcalde Maroto (PP) dice que los fondos de las ayudas sociales del Gobierno vasco se han agotado y anuncia que va a proceder a nuevos recortes. Mientras nos dice que no hay dinero para los parados, el alcalde, que recibe un salario de 81.000 euros anuales, exige sacrificios y despide trabajadores municipales. A esto hay que sumarle que en agosto y septiembre con la caída de los convenios, se están cerrando empresas provocando cientos de despidos y en las empresas que están funcionando se están rebajando los salarios. En la empresa Guardian, de Llodio, quieren rebajar los salarios el 7,14%, equivalente a una paga extra. Hay dinero para dar millones de euros al Basconia y al Alavés que son empresas privadas y se recortan de las ayudas sociales y a los parados.
En septiembre hemos vuelto a la calle desde la primera semana. El día 9 pondremos una mesa de recogida de firmas en las campas de Olárizu y continuaremos hasta que logremos que en un pleno del ayuntamiento se abra un debate sobre el problema del desempleo y se aborden nuestras alternativas.

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