Una de las consecuencias de la ofensiva patronal desatada a raíz de la crisis es el haber herido de muerte el modelo sindical dominante durante los últimos treinta años; ese modelo basado en la negociación, el consenso, la paz social y que ha revelado una incapacidad cada vez mayor para frenar los despidos, reducciones salariales y pérdida de derechos laborales. Un nuevo modelo sindical se está imponiendo, el modelo de la lucha contundente, firme, el modelo sindical a través del cual conseguimos los derechos sociales y laborales que hoy los capitalistas y sus representantes en los distintos gobiernos están empeñados en arrebatarnos, algo que no conseguirán