Los trabajadores afiliados a CCOO —unos 200 de los 240 que componen la plantilla de Panrico - Santa Perpètua— fueron convocados a una reunión en la sede del sindicato de Via Laietana. En ella participaron también el secretario general de la Federación de Agroalimentaria a nivel estatal, el de la Federación de Catalunya y el presidente del comité de empresa. Asistieron a la reunión unos 130. Una trabajadora, cuando explicaba al día siguiente cómo había transcurrido la asamblea, se lamentaba de ver a compañeros suyos, en los que había confiado durante muchos años, participando en un festival de amenazas y descalificaciones a los huelguistas para conseguir que les autorizaran a “negociar” una salida. Una salida que tendrían que aceptar tanto si les gustaba como si no. Resumiendo, lo que los dirigentes de la Federación les vinieron a decir a los afiliados de CCOO es que no sabían manejarse y que si seguían sin hacerles caso, las cosas sólo podían ir a peor. Y como este argumento tampoco hizo mella, lanzaron la amenaza de retirar la impugnación del ERE, que tiene la vista del juicio fijada para el 6 de mayo. ¡Un auténtico escándalo!
6 de mayo, juicio por la impugnación del ERE
Los trabajadores no se habían imaginado nunca que iban a ser tratados así por la dirección del sindicato, aunque ya padecieron las maniobras de la cúpula hace dos años, cuando se les aplicó una primera rebaja salarial con la inestimable colaboración del actual secretario general de CCOO de Catalunya, Joan Carles Gallego. Durante un tiempo, los huelguistas de Panrico pudieron pensar que tenían poco apoyo por parte de la dirección del sindicato por dejadez o falta de interés. Hoy son plenamente conscientes de que se trata de algo mucho más profundo. Se trata de hasta qué punto la cúpula sindical está comprometida con el gobierno y la patronal en mantener la paz social, a pesar de la que está cayendo. Y en este sentido, las actuales direcciones sindicales no tienen reparo en llegar a extremos de auténtico escándalo para conseguir desbaratar un conflicto que pone en cuestión su política, que muestra al conjunto del movimiento obrero una alternativa de lucha totalmente contrapuesta a su política de negociación y aceptación de despidos y recortes.
Hay que llevar la lucha de Panrico hasta la última sección sindical de CCOO, para recabar apoyo y solidaridad, haciendo colectas para la caja de resistencia, pero también para debatir el nefasto papel jugado por la dirección de CCOO de Catalunya y extraer las conclusiones necesarias. Hay que defender que el 6 de mayo, coincidiendo con el juicio en la Audiencia Nacional, se convoque una huelga general de todo el sector industrial de Catalunya contra el chantaje empresarial, los despidos y las rebajas salariales y una gran manifestación de solidaridad en Madrid y Barcelona. Hay que cambiar radicalmente la línea sindical de CCOO, recuperando el sindicalismo combativo y los métodos democráticos, y desplazar a la actual dirección sindical por otra que demuestre estar a la altura de la capacidad de lucha y resistencia de la clase obrera.
Cronología de un ejemplo de resistencia obrera
Panrico es propiedad del fondo de inversión Oaktree (EEUU). En la dirección se encuentra Carlos Gila, un tiburón experto en reestructuraciones y cierres de empresa, con un historial en la Seda, Ebro Puleva, Sintel…
El primer plan presentado por Carlos Gila pretende el despido de 1.900 trabajadores, la mitad de la plantilla en todo el estado y una reducción salarial para los “supervivientes” de entre un 35% y un 45%. El preacuerdo alcanzado posteriormente con UGT plantea 745 despidos y una rebaja salarial media del 18%. La plantilla de Santa Perpètua (Barcelona) ya había sufrido una rebaja salarial dos años antes (de entre un 15% y un 45%).
El preacuerdo es rechazado en la votación de los trabajadores. La votación en Santa Perpètua, abrumadoramente contraria al preacuerdo, decanta el cómputo global hacia el No. A pesar de las votaciones, el ERE se aprueba en el comité estatal intercentros al sumarse a los delegados de UGT parte de los delegados de CCOO.
14 de octubre 2013.- Inicio de la huelga indefinida en Panrico - Santa Perpètua. En la primera semana de huelga se producen dos duras cargas de los mossos contra los piquetes en la puerta de la fábrica.
Noviembre - diciembre.- Manifestaciones y jornada de solidaridad en Sabadell. El ERE se concreta en Catalunya en 234 despidos. En Santa Perpètua quedarían sólo 60 puestos de trabajo, haciendo inviable la producción.
Enero 2014.- Inspección de Trabajo levanta acta por vulneración del derecho de huelga a Panrico. Al final todo queda en una multa de poca cuantía para la empresa.
20 de enero.- Gila difama a los trabajadores en huelga en Cinco Días: “No podemos confiar en que no envenenen los donuts”. Los huelguistas ponen querella a la dirección de Panrico.
7 de febrero.- Manifestación en Sabadell con 2.000 participantes.
Marzo.- Propuesta de mediación de la Generalitat para Panrico - Santa Perpètua: 105 despidos y ERE temporal de seis meses con la excusa de que hay que “limpiar” la factoría. Los dirigentes de CCOO de Catalunya pretenden un referéndum entre toda la plantilla (también en oficinas, donde no se está haciendo huelga) para acabar con la lucha. Con los lemas “derecho a decidir” y “Panrico somos todos” lanzan una campaña a favor del referéndum, que es rechazado por los huelguistas.
20 de marzo.- Juicio en la Audiencia Nacional por el ERE de Panrico. Una maniobra consigue que el juicio se aplace para el 6 de mayo.
22 de marzo.- Intervención de los y las huelguistas de Panrico en la multitudinaria Marcha de la Dignidad en Madrid.
24 de marzo.- Resolución del comité confederal de CCOO de Catalunya planteando la votación en referéndum de la propuesta de mediación de la Generalitat como única salida al conflicto.
28 de marzo.- Votación en urna de la propuesta de mediación de la Generalitat: 154 votos en contra y solo 11 a favor.
10 de abril.- Asamblea de afiliados de CCOO de Panrico. El secretario de la Federación de Agroalimentaria (estatal) y el de Catalunya exigen “autorización” para que puedan negociar y se acepte el resultado de lo que se consiga. Amenazan con retirar la impugnación del ERE si los afiliados no aceptan su planteamiento. De los 200 afiliados a CCOO de Panrico - Santa Perpètua, en la asamblea están presentes unos 130. Rechazan tajantemente dar un cheque en blanco a los dirigentes de CCOO.